Gorliz se adentra en los deportes de aventura con el club Cassiopea

Dosis de adrenalina y de emoción, conocimientos de supervivencia y marítimos, capacidades de fortaleza y precisión... Todo ello y más se pone en juego en el club deportivo Cassiopea, que se echa a la aventura en Gorliz. Da sus primeros pasos este proyecto que engloba prácticas como orientación, escalada, apnea, buceo o tiro con arco. Las pasadas navidades, Cassiopea ya organizó un campus que reunió a una veintena de niños y jóvenes, por lo que en Semana Santa y verano habrá más sesiones.

Este nuevo club hace de lo distinto o menos mayoritario su seña de identidad. “Es un formato diferente; las dos personas que hemos montado el club, mi pareja y yo, somos dos todoterreno”, señala José Miguel Larrinaga. En realidad, Cassiopea es una reinvención, ya que esta agrupación nació con menos propuestas y años antes, pero se dio de bruces con el coronavirus. “Se quedó todo en el aire”, lamenta su impulsor. Ahora ha tomado tierra. “El pasado noviembre, por casualidad, hablamos con el concejal de Deportes de Gorliz y nos comentó que allí echaban en falta oferta para gente joven que no fuesen los deportes más habituales: fútbol, baloncesto… Así que decidimos dar una vuelta al tema y montar un club diferente: sí existen clubes de tiro con arco, de escalada… pero no uno en el que los socios puedan hacer todo: slackline (cinta tensa), orientación, apnea, escalada…”, explica Larrinaga. Así que, fiel a su espíritu, se lanzó a la aventura velozmente. ”Hemos tenido un apoyo enorme del Ayuntamiento de Gorliz, que nos ha cedido parte de las instalaciones deportivas y nos han ayudado muchísimo para poder hacer todo rápido: en noviembre empezamos a hablar, en diciembre nos decidimos y el día 20, una semana de sacar los campus de Navidad, los anunciamos y tuvimos a 21 niños”, repasa Larrinaga. Las actividades realizadas en esos campamentos muestran la filosofía de Cassiopea. “Estuvieron haciendo refugios de montaña con ramas, filtros de agua de supervivencia, escalada en búlder, tiro con arco... Luego, en la playa, hicimos orientación con brújula, con talkies, manualidades para aprender a orientarte con las estrellas…”, describe el presidente del club. También los participantes, de entre 4 y 12 años, aprendieron primeros auxilios o el alfabeto internacional marítimo. Cassiopea seguirá llevando a cabo este tipo de campus, a la par que sus socios –de momento, doce– utilizan las instalaciones para entrenar.

La cifra

21

El campus de Navidad congregó a 21 participantes.