Política

Govern y ERC difieren respecto a la cumbre entre España y Francia

Aragonès sí asistirá al cónclave y el Ejecutivo no participará en la protesta independentista
Pere Aragonès, dirigiéndose ayer a la reunión semanal del Govern.

Govern y ERC mantendrán diferentes posiciones en la cumbre hispanofrancesa que se celebrará el día 19 en Barcelona. Mientras que Pere Aragonès asistirá al cónclave, la formación de Oriol Junqueras se manifestará en la calle junto al resto del mundo independentista, entre otras cosas enarbolando el referéndum, unas protestas en las que no participará el Ejecutivo catalán, curiosamente de color estrictamente republicano. Esquerra se sumará a las movilizaciones secesionistas convocadas por las entidades soberanistas contra este evento con el objetivo de trasladar a España y Francia que “no hay una situación de normalidad” en Catalunya. Eso sí, la portavoz de la Generalitat, Patrícia Platja, matizó que el president “respeta y entiende” esas concentraciones en tanto que el independentismo “debe estar en todas partes”. “El rol que pueden asumir los partidos y los movimientos sociales es diferente de lo que corresponde al president”, recalcó Platja, quien defendió que el Govern no debe renunciar ni regalar espacios que le corresponden.

El Govern pone en valor la importancia de la diplomacia política y “con figuras políticas importantes como es el presidente Emmanuel Macron”, que departirá con Pedro Sánchez, al tiempo que se está ultimando el rol que tendrán los participantes y si estarán otros consellers. Desde el Gabinete de Aragonès también censuraron que el Gobierno español trate de utilizar esta cumbre “con fines partidistas”, en alusión a las palabras del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que este pasado fin de semana dijo textualmente que “la tensión entre Catalunya y el resto de España ya es historia”. Para la portavoz, los actos de protesta previstos “son lógicos y previsibles después de las provocadoras y falsas declaraciones de Bolaños, subrayando que el movimiento independentista sigue vivo y considera que se evidencia con la existencia de un Govern de izquierdas e independentista al frente de la Generalitat. A su entender, “no hay ningún punto de esta cumbre que tenga que ver con el conflicto político de Catalunya y el Estado español”, y desvinculó que la celebración de este acto pueda impedir un acuerdo en el marco de la negociación de los Presupuestos de 2023. En resumen, el Govern cree que es complementario que se celebren estas protestas y que Aragonès haya decidido ir a la cumbre.

Moncloa asume el escenario

Desde Moncloa asumieron como algo dentro de la normalidad que el president acuda a la misma al mismo tiempo que ERC se manifieste en la calle en contra de su celebración. “Cada posición política puede defender sus planteamientos”, respondió ayer la ministra portavoz, Isabel Rodríguez. Fuentes del Gobierno español señalan que a Esquerra no le queda otra opción que participar en estas movilizaciones, dentro de la dinámica de competición que mantienen con el resto de fuerzas independentistas. Otras fuentes rechazan que esta decisión de ERC vaya en contra del argumento del Gobierno de que ha conseguido pacificar Catalunya y sostienen que la situación está apaciguada. “Una cosa no quita la otra”, apuntan.

Por su parte, Junts se felicitó por la unión soberanista que se visualizará esa jornada. La portavoz de JxCat en el Parlament, Mònica Sales, afirmó que “lo positivo es que asistamos a la unidad del independentismo, y el president que tome la decisión que considere”. Por ello, llamó a participar para mostrar “el rechazo a una cumbre que quiere constatar el fin del independentismo, y desde la unidad hay que demostrar que el procés no ha terminado”. Además, la presidenta de la formación posconvergente, Laura Borràs, calificó de “invitación envenenada” la propuesta del Gobierno de Sánchez para que Aragonès estuviese en ese cónclave.

12/01/2023