Aunque las ciudades van poco a poco modernizándose, suelen recurrir a elementos clásicos, especialmente en las zonas más antiguas y céntricas, para recalcar sus años de historia. Uno de esos elementos habituales son los adoquines, que cumplen varias funciones: remarcan que la zona en la que se instalan tiene muchas décadas a sus pies (nunca mejor dicho) y suelen servir también para señalar que son zonas peatonales o muy restringidas al tráfico rodado. Y, por supuesto, la parte estética, ya que una calle adoquinada tiene más personalidad y queda mejor que una con asfalto.
Los adoquines ya no son lo que eran
Pero los adoquines que se colocan hoy en día en muchas de las calles distan mucho de los originales que se utilizaban hace décadas o incluso hace cientos de años. Pero es que hay adoquines que ni siquiera lo son, sólo lo parecen. Así lo ha mostrado en TikTok el usuario Aarón (@aaronandresbo), que ha subido un vídeo a la red social china en el que ha sobreimpresionado una contundente frase: “Mi vida ha sido una mentira”.
Lo que enseña es una calle que está siendo asfaltada, y cuando el suelo todavía no se ha solidificado del todo, van colocando unas planchas metálicas para dividirlo en bloques con la forma de los adoquines. Después se le hace pasar una máquina por encima que clava esas planchas en el asfalto, que aún está moldeable, les da la forma y finalmente se retiran las planchas. Es una técnica muy aplicada en suelos de hormigón (hormigón impreso), en los que se aplican formas y dibujos de todo tipo, y que también llega al asfalto y supone una manera fácil y barata de decorar una carretera.
En el vídeo de Aarón se ve parte de ese proceso, con los obreros colocando las planchas y la máquina pasando por encima. Y se aprecia cómo van avanzando a la largo de la calle, en la que el resto todavía es asfalto normal y corriente, sin dibujo alguno.
Viral en TikTok
La grabación se ha vuelto viral en la red social china, en la que ya acumula 4,6 millones de visualizaciones y 350.000 likes. “Y yo pensando que colocaban uno por uno”, comenta una usuaria. “¿Perdona? Pues para eso déjalo liso y no me tropiezo”, argumenta otra. “Emosido engañados”, lamenta otra. También hay quienes no se sorprenden ante esa técnica. “La gente descubriendo el hormigón impreso”, dice un usuario. “Leyendo los comentarios me siento lista”, afirma otra.