Gundemaro e Hildoara se hacen gigantes

Gundemaro, rey visigodo que fundó Marcilla, y su esposa Hildoara son los nuevos gigantes de la localidad ribera, una pareja que se suma a la de Ana de Velasco y el coronel Villalba, y que fue presentada en sociedad el fin de semana tras tener que posponer la fecha por la Covid-19.

Jenaro Echeverría ha sido el encargado de confeccionar las cabezas. "Era mi ilusión, algo que quería hacer al jubilarme", comentaba, y es que él siempre ha estado vinculado al mundo de los gigantes puesto que en Peralta los bailó 19 años y en Marcilla, al menos cuatro. "Cuando inauguraron la pareja de Marcilla yo saqué el cabezudo del dragón".

Aunque nunca había hecho nada similar, la experiencia "ha sido única". A base de prueba y error, y después de desechar dos bustos que no le convencían, quedó satisfecho con el resultado.

El Ayuntamiento, explicaban desde la comparsa, se encargó del resto; "queríamos que los cuatro gigantes se pareciesen, que estuviesen compensados y que mantuviesen las proporciones, por eso son iguales".

Aunque los nombres no se desvelaron hasta el sábado, lo cierto es que muchos lo barruntaban puesto que dejaron claro que iban a ser personajes vinculados a la localidad.

"Fuimos viendo cómo podían ser los trajes y, aun a pesar de habernos tomado muchas licencias, tratamos de ser lo más fidedignos posibles". Gundemaro, cuentan, lleva una capa atada a los hombros y el broche que la sujeta es el escudo de Marcilla en latón dorado y, además, luce un puñal "para no ponerle una espada como lleva el otro gigante", mientras que Hildoara va vestida en tonos blancos y negros "con un velo muy bonito y lleva una tiara dorada".

Susi Landívar y Espe Marín confeccionaron los trajes con las telas que compró el Consistorio y a Jenaro, en el tema de la imprimación y pintura, le ayudó Gina Landívar.

comparsa completa La comparsa, que lleva más de tres décadas al pie del cañón y desde el 2008 es inseparable de las gaitas, siempre había querido pasar de dos a cuatro figuras pero no se daba el paso.

Un total de 450 personas disfrutaron este sábado con la puesta de largo de los nuevos gigantes. "Queríamos que los niños y niñas volviesen a ver a los gigantes; hay algunos que no se acordaban de ellos y otros que ni siquiera habían llegado a verlos. El hecho de escoger el 28 fue algo simbólico porque es el día en el que en fiestas vamos a bailar al convento por San Agustín, así que decidimos que el evento tenía que ser allá. Hay que agradecer la disposición de los frailes".

Fue un acto sencillo de unos 45 minutos en el que participaron por primera vez juntos los gaiteros, los miembros de la comparsa, los dantzaris y la banda de música.

Con todos los allí presentes expectantes, empezaron con Viva Navarra y sus gaiteros y siguieron con un vals típico del repertorio clásico de gaita que bailaron solos los gigantes viejos. Hasta entonces la otra pareja permanecía fuera de escena. Siguieron con las Danzas de Marcilla; la Danza de Arcos y el Paloteado que arregló José Javier Malo para la ocasión y, al son de un pasacalles, aparecieron los cuatro gigantes; las nuevas figuras acapararon todos los flashes.

El prior del convento los bendijo y bailaron los cuatro juntos el Vals para gigantes de Manuel Turrillas. El Ayuntamiento hizo entrega de algunos obsequios y después interpretaron la Dominguera y la Polonesa antes de marcharse en pasacalles con "una gran satisfacción con el resultado".

a futuro La idea es que ninguna pareja se quede recogida. "Tenemos que funcionar con los cuatro y, con gente, se puede". De hecho, todos destacaron la voluntad y el esfuerzo de los miembros de la comparsa de Marcilla, a los que agradecían su implicación; jóvenes de entre 20 y 25 años que tienen las puertas abiertas de par en par "a quienes quieran formar parte de esta familia".

Ahora, y a expensas de ver si hay algo en ferias, ya están pensando cuándo podrán volver a deleitar a los vecinos con sus renovados bailes.