No se podrá decir que han tenido un fin de semana tranquilo. Emoción pura y dura ambos días.
Sí, la verdad es que el sábado estuvo apretado y el domingo incluso más por ese último largo en el que Urdaibai empezó muy bien y nosotros al final, cuando nos igualamos en la calle, también supimos aprovechar bien. Y el sábado parecido, tuvimos un momento de regata al final del segundo largo y el arranque del tercero en el que Donostiarra nos sacó un hueco y ahí se nos fue la regata. Sí conseguimos apretar cogiendo un par de olas, pero con el margen que tenían fue suficiente para que se llevaran la bandera. Pero hemos estado los dos días en la pelea, que es lo que cuenta.
Otra victoria, un segundo puesto y ampliar la ventaja en la general. Si le digo que el balance es muy positivo, entiendo que le estoy diciendo una obviedad.
Sí, todos los fines de semana firmaríamos hacer estos resultados. Encima coincide que a los dos rivales directos les hemos metido puntos, entonces para nosotros ha sido casi perfecto, no tanto como el anterior, pero desde luego que firmaríamos que todas las semanas fueran así. Nosotros tampoco vamos con el objetivo de ganar las dos banderas, pero sí nos gustaría estar en cada regata en la pelea por ella. Luego ya depende de condiciones, suerte y, por supuesto, del nivel de los rivales, y puede que no ganes, pero por lo menos pudimos dar nuestro mejor rendimiento.
¿La victoria del domingo sabe mejor por cómo se ganó en ese final de infarto?
Nos sabe parecido porque una victoria siempre es una victoria, pero en caso de haber perdido sí que nos hubiera fastidiado más. El sábado nos tocó a nosotros quedarnos cerca aunque el margen no fue el mismo, pero nos vimos cerca y al final te quedas con esa pena de que has estado en la pelea y no te has llevado el premio, que es lo que buscamos. Pero una bandera siempre es motivo de alegría con tres centésimas o con diez segundos de ventaja.
¿Sabían que los últimos 500 metros de los largos de vuelta podían ser clave? Porque ahí la trainera funcionó de maravilla.
En el último tramo e incluso en la primera parte del segundo largo estuvimos bien. En condiciones en las que todos íbamos en el mismo grupo conseguimos ir más rápido. Sí que es verdad que en el primer tramo del último largo no conseguimos aguantar el tirón de Urdaibai porque podía venir a la calle uno y aprovechar mejor la corriente. Una vez que nos pusimos en las calles uno y dos con rumbos parecidos o iguales, sí que logramos ir a la misma velocidad o incluso un poco más rápido. No sabes exactamente cuándo puede ser el momento clave de la regata y el domingo coincidió que fue en el último tramo de los dos largos de vuelta.
Le quiero preguntar por las peleas por la calle. ¿Cómo las vivieron desde dentro?
Con la tensión propia de una regata en la que te estás disputando una bandera. Luego nos queda la duda de no saber cuántas veces tiene que levantar el juez la bandera para que se rectifique o saque la advertencia o la sanción; siempre vas tensando la cuerda y el domingo por pocos centímetros no hubo toque de palas, pero podía haber pasado y luego nos hubiésemos lamentado de que no se había sancionado antes para corregir el rumbo. Es difícil porque es a criterio del árbitro. Estábamos dentro con mucha tensión e intentando ponernos por delante.
¿En algún momento de ese último largo llegaron a pensar que se les escapaba la bandera?
No, sí vimos que la primera parte la hicieron muy bien, pero, después de vernos gran parte de la regata por delante, no sentimos que se nos escapara porque estábamos convencidos de que nuestro momento llegaría. Estábamos remando bien, estábamos llegando bien al final de la regata y contábamos con que tendríamos nuestra baza a final de regata para apretar y ponernos por delante. Si piensas que ya te han quitado la bandera, estás cavando tu propia tumba y ya no vas a ser capaz de darle la vuelta.
¿Cómo fue esa txanpa final para adelantar a Urdaibai desde dentro?
Con un cansancio propio del minuto 20 de regata y con la tensión de que vas pala con pala sin saber exactamente si vas por delante o por detrás. Al principio de esa última txanpa nos veíamos por detrás y sí que vas viendo que vas entrando y tienes la esperanza de terminar por delante, pero no sabes exactamente dónde vas porque ya no sabes casi ni lo que ves ni lo que oyes. Solo intentas pegarle a la ola lo más fuerte que puedas y que sea lo que tenga que ser.
¿Llegar líderes al ecuador de la temporada entraba en sus previsiones?
Teníamos la esperanza de estar en la pelea por las banderas, lo que no sabes es primero el nivel que vas a dar exactamente y segundo el nivel que van a dar los rivales. Pero sí teníamos confianza en que podíamos estar en esa pelea por las victorias. Es verdad que estamos siendo regulares y nos está dando la opción de mantenernos en la pelea en cada regata. Le damos mucho valor porque tener la confianza de que si haces las cosas bien puedes disputar casi todas las banderas es una alegría. Pero tampoco nos volvemos locos y solo pensamos en el próximo fin de semana y en ir poco a poco disputando cada regata.
Están siendo tan regulares que no es que sean el equipo con más banderas..., es que no han bajado en ninguna regata de la tercera posición.
–Porque estamos siendo capaces de sacar nuestro mejor rendimiento y con eso no sabemos si ganaremos, pero sí sabemos que estaremos en la pelea y no muy lejos de la bandera. Sí que vimos en la regata de Zierbena que Donostiarra se salió y nos sacó una gran diferencia a todos, pero en todas las demás banderas hemos estado en la disputa. Intentaremos seguir por el mismo camino e igual de peleones.
La regata del sábado en Hondarribia imagino que está marcada en rojo.
Sí, en la regata de casa siempre gusta hacer un buen papel, lo que pasa es que a veces nos hace un flaco favor porque te pones un punto extra de presión y puede jugar en tu contra. Nosotros seguiremos con la misma mentalidad y siendo en casa con ese punto extra de ganas intentaremos continuar como hasta ahora e intentar pelear la regata.