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“El suicidio es una realidad y no debe tratarse como tabú”, sostiene Yaiza Sanz, cofundadora y CEO de la plataforma Somos Estupendas. Fue su propio proceso personal lo que llevó a Yaiza a crear esta iniciativa. “Me di cuenta de que hacía mucha falta; ahora trabajamos un equipo de 250 personas”, explica.
Quién es
Yaiza Sanz nació en Gavá (Barcelona) y es estudiante de psicología y cofundadora de Somos estupendas, plataforma de salud mental y bienestar, que se define como un lugar para mirar hacia dentro y florecer. Ofrece recursos gratuitos y desarrolla iniciativas de impacto social. La plataforma ha tratado a 12.000 personas y formado a más de 18.000.
Séneca, Cleopatra, Van Gogh…, el suicidio siempre estuvo presente en la sociedad humana, pero hoy vivimos su incremento, ¿cuál es la razón?
Es multifactorial; no hay una única causa. Por un lado, hay diferencias por etapas de la vida y también de género, con un mayor porcentaje en hombres que en mujeres. Hay que hacer una referencia a la masculinidad tóxica y a cómo se ha educado al hombre en sociedad.
¿Cómo?
Que sus problemas son suyos, les pertenecen a ellos, que no puede compartirlos, contarlos y deben crear una serie de estrategias para poder superarlos en solitario. Al final, el no poder expresar como nos sentimos o qué nos inquieta puede fomentar la idea de un suicidio e incluso consumarlo. Por otro lado, hay colectivos como el LGTB trans donde hay altísimas probabilidades de que se consuma un suicidio por cómo están siendo violentados socialmente. Otros indicadores muestran el incremento de suicidio en la niñez y adolescencia. Los adultos tendríamos que revisar sobre cómo les estamos acompañado en esas etapas de su vida.
“ Hace falta que se apruebe un Plan Nacional de Suicidio ”
¿Tratar el suicidio como tema exclusivo de salud ayuda a erradicar el problema? ¿No es más bien un asunto sociosanitario?
Es un problema estructural; hay una parte de salud mental, pero no podemos negar que el problema también es político. Hay toda una estructura que desampara todos los actores relacionados con el suicidio, que tiene un factor de salud mental. Que nosotras hagamos todos los esfuerzos en pedir ayuda y si es necesario en ir a terapia cuando hay problemas estructurales está bien, pero todo no puede recaer en la salud mental. Hay otros aspectos que no acompañan a solucionar los problemas tales como la falta de vivienda, la precariedad laboral o las enormes dificultades que encuentran las personas migrantes.
¿Suicidarse es un acto de valentía, de cobardía, desesperación, marginación... o un acto consecuencial de mala salud mental?
El suicidio es el culmen de la desesperanza hecha acto, no hay más. Es una persona que no puede, de ninguna manera, sostener el dolor. Es curioso porque la mente humana está hecha para sobrevivir, así que imagina cuánto dolor debe de tener la persona para decidir suicidarse, que su mente le diga que el suicidio es la mejor opción.
El mayor factor de riesgo de suicidio es haberlo intentado antes. Entre el intento fallido y el segundo intento, ¿qué se puede hacer?
Básicamente una red de sostén; está demostrado que las relaciones sociales y los vínculos son necesarios para afrontar cualquier dificultad de la vida y en los presuntos suicidas mucho más. Si una persona está en crisis o en riesgo, aparte de un sistema sanitario que lo sostenga también necesita una red de apoyo; personas a su alrededor que lo acompañen y ahí es donde entran los Vigilantes de la vida; es verdad que, a veces, aunque lo quieras hacer con la mejor intención, no tienes los recursos necesarios para acompañar a una persona en ese momento tan crucial ante una expectativa de suicidio y será muy complicado tanto para la persona que lo está sufriendo como para la persona acompañante. Por eso Vigilantes de la vida nace con esa intención, aportando herramientas y prestaciones que permitan a cualquier persona de a pie acompañar a quien está en crisis.
¿Cuál es el perfil de la persona que os pide ayuda?
Nuestra plataforma no es para personas que quieren o han pensado en suicidarse, sino para quienes quieren ayudar a una persona que en un momento concreto quiere suicidarse. En los cursos explicamos cómo detectar las señales de una persona que piensa en quitarse la vida.
Cuando se suicida un personaje conocido, por imitación, ¿aumentan los suicidios o al menos los intentos? ¿Cómo evitarlo?
Haciendo lo que estamos haciendo ahora, hablar del suicidio. Hablar del suicidio no incitará a otras personas a que lo hagan. Eso es un mito que además hace muchísimo daño. El suicidio necesita ser visto y ser hablado sin romantizarlo; llamando a las cosas por su nombre y diciéndolo tal cual es. Cuando detectamos una señal de alerta en una persona le preguntamos si ha pensado en quitarse la vida alguna vez, porque hay que hablar con esa realidad del suicidio. Siempre que intentemos romantizarlo, infantilizarlo, hacer ver que no pasa, provocaremos que aumente, porque el tabú y el enigma que hay en torno a algo tan obvio, al final hace que las personas que lo han sentido alguna vez tengan mucha culpa y piensen que hay algo malo en ellas. Sin embargo, darle voz, hablarlo con la naturaleza que tiene, con la crudeza y el dolor que produce, es dar espacio a las personas que lo piensan o lo sienten y que sepan que es comprensible dentro de su dolor, pero que podemos encontrar otras maneras de acompañarles.
Los datos son escalofriantes, 3.952 personas se suicidaron en el Estado en 2023; duplican a los fallecidos por accidentes de tráfico y es la segunda causa no natural de muerte. ¿Qué falla?
Muchas cosas, porque a día de hoy no hay Plan Nacional de Suicidio, lo que significa que no estamos poniendo el foco donde importa. Al final se destinan presupuestos a otras acciones, a situaciones innecesarias; mientras tanto, entre 3.000-4.000 personas al año se están quitando la vida. No sé lo qué nos lleva a esa situación. Llevamos años trabajando por un Plan, porque el problema es que ahora, cuando la persona entra en crisis, da igual donde y a quién recurra, porque nadie sabe cómo atender a esa persona. De hecho, las listas para el ingreso en un psiquiátrico son muy largas y si al final entras en un centro, a las dos semanas te manden a casa sin contemplar realmente el contexto de esa persona ni identificar su riesgo.
“ El suicidio necesita ser visto y hablado ”
Hace unos años un conocido se suicidó después de anunciarlo 24 horas antes. Sus llamadas a un psiquiatra (privado) no sirvieron de mucho: era fin de semana. ¿Qué debe hacerse?
Quizás intentar acompañar a la persona en lo que se pueda, pero realmente ahí lo que se necesita es un sistema sanitario que pueda enfrentar esa problemática; volvemos un poco a lo mismo. Quizás lo que necesitamos sea que alguien en la sanidad pública atienda de manera urgente para poder estabilizar la crisis. Luego entrarán otros factores como apoyo, psicoterapia... Desde nuestras asociación los casos se pueden prevenir, si no todos, casi todos. El problema es que en la mayoría de ellos se actúa tarde. No se trata de qué hacemos 24 horas antes, sino de cómo actuar cuando detectamos la primera señal.
En la esquela de ese conocido ponía que “había muerto”. ¿Sigue siendo tabú reconocer el suicidio?
Que haya estigma suele ser porque familiares, amigos y el entorno sienten culpa sobre lo que podrían haber hecho para evitarlo; se sienten mal, porque se carga sobre nuestra responsabilidad el que esa persona haya tomado la decisión de quitarse la vida y porque vivimos en una sociedad que no acoge con cariño esta decisión. Es normal que queramos protegernos. Si digo que tal persona de mi entorno se suicidó y me responden pues qué valiente o qué mal que no pensó en vosotros, pues probablemente prefiera inventarme la “causa natural” de su muerte.
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Somos Estupendas es una asociación que se presentan como Vigilantes de la Vida formando en prevención del suicidio, ¿Qué acciones concretas promueven?
Somos estupendas nació hace cuatro años y Vigilantes de la Vida, dos. Es un centro de salud mental y bienestar, y entre todas las acciones privadas que hacemos está la psicoterapia on line, presencial en Barcelona y Madrid; prestamos psicoeducación, talleres, además de divulgación gratuita como el blog y el podcats de salud mental. Todas las acciones que hacemos son sociales gratuitas como Vigilanes de la vida. También realizamos formaciones de prevención y acompañamiento a supervivientes de abusos sexuales infantiles o a personas en procesos de duelo. Desde la parte social, desde Vigilantes de la Vida prestamos formación gratuita en prevención de suicidio.
Ustedes, Somos Estupendas, se presentan en femenino, ¿atienden solo a mujeres?
No. Somos estupendas las personas, es una forma inclusiva de poder ayudar de forma global a todas las personas más allá del género.
¿Para cuándo un Plan Nacional contra el Suicidio?
Creo que no se hacen campañas porque todavía falta sensibilización y se sigue creyendo que hablar de suicidio lo fomenta, principalmente por desconocimiento. Me encantaría saber por qué no se aprueba El Plan Nacional de Suicidio, porque estuvieron a punto de hacerlo y al final lo desestimaron. Habría que preguntar a los políticos el porqué.