Hace diez años el mundo era otro, al menos nuestro mundo, ese que tenemos aquí en Bilbao. Estaba en plena metamorfosis, como si a la fea oruga le fuesen saliendo las alas de una hermosa mariposa. Fijemos la mirada en un punto en concreto, Abandoibarra. Fue allí donde se erguía Torre Iberdrola, una suerte de secoya del nuevo bosque (recuerda a Hyperion, el árbol más grande de la Tierra...) que acaba de cumplir una década de vida. Allá en la planta número 29, una de las nobles, lo celebraron de lo lindo, juntándose en una encuentro organizado bajo el lema Le invitamos a saborear el futuro en el que se organizó un exclusivo cóctel a cuatro manos con la magia de Zarate y Jauregibarria, dos comandos de Sergio Ortiz de Zarate y Beñat Ormaetxea que cocinan con experiencia, pasión y creatividad. Con una Estrella Michelin y dos Soles Repsol, propusieron un menú de cercanía con técnicas actuales y de futuro Fue una muestra del valor Km 0 y, como dijo Beñat en su discurso, el cóctel a más altura jamás servido en Bizkaia.
Antes de que se desplegase ese universo gastronómio tomó la palabra el presidente de Torre Iberdrola, Asís Canales, y recordó el deseo de no pocas empresas por instalarse allí frente al vacío de los primeros tiempos (prueba, como les dije, de los cambios vividos...) y los 15 años de edad que se llevan con el Guggenheim, en una suerte de alfa y omega, el primero y el último edificio que se construyeron en Abandoibarra. Apenas a unos metros, la directora de Torre Iberdrola, Elena Lázaro, asentía con la cabeza. Tras un emotivo vídeo corporativo, entró el juego el discurso de la teniente alcalde de Bilbao, Amaia Arregi, para hablar de “un hito arquitectónico y un icono financiero, símbolo de la pujanza empresarial” y haciendo un guiño a lo que ya les ha insistido: la evolución. “Torre Iberdrola”, dijo, “ayudó a ca ciudad a quitarse el complejo de la altura y le invitó a crecer hacia arriba, a un skyline. La imagen es tan poderosa que incluso se llega a ver desde Gorbeia”, puntualizó.
Fue, como les digo, un acto suculento y sentimental. En el mismo participaron, además de los ya citados, gente de la empresa como Javier Ormazabal; la presidenta de Cebek, Carolina Pérez Toledo, Carlos Iturriaga, Carmelo Lezana, Francisco Javier García Lurueña, CEO de Kutxabank, Alicia Vivanco, Javier Salazar, Xabier Ayo, Aitor Ocio, Nacho Atucha, Alejandro Ormazabal, Iñigo Rodríguez Lizundia, Ana Lerma, Unai Asla, Alfonso Areito, Lorena Benavente, Asier Arriola, Javier Roldán, Kerman Chen, Dolores Arias, Carlos Chapa, o parte del equipo de la Torre, gente como Laura Pemán, José Manuel García, Naia Arzamendi, Juan Martín, la propia Elena Lázaro, quien agradeció el empuje de aquellos días (incluso recordó a Iñaki Azkuna y sus ayudas...), Carlos Valverde, Mónica Fernández y Gerardo Ruiz, entre tantos como allí se dejan la piel.