El líder de la secta desmantelada en una masía de Vistabella del Maestrat ha aparecido este domingo muerto en su celda en el Centro Penitenciario Castellón I, en Castellón, donde permanecía ingresado en prisión preventiva desde su detención.
Según han indicado a Efe fuentes de la Subdelegación del Gobierno, al parecer las primeras hipótesis apuntan a que habría sido una muerte natural.
El cuerpo habría sido encontrado cuando los funcionarios hacían una ronda de control de recuento durante la mañana, en el cambio de turno de las 8 horas.
La causa tendrá aún que ser determinada, aunque se desconoce si se le practicará la autopsia debido al deterioro de su salud, ya que usaba bombona de oxígeno, no se valía por sí mismo y realizaba continuas visitas médicas. Necesitaba silla de ruedas para desplazarse y se encontraba "muy deteriorado".
El hombre, de 64 años, estaba acusado de abusos sexuales tanto a adultos como a niños, cometidos presuntamente en el seno de esa organización que lideraba en el municipio castellonense.
El fallecido había sido enviado a prisión junto a otros dos miembros de la secta por la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Castellón, que acordó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza por delitos de agresión y abuso sexual, trata de seres humanos con fines de dominación doméstica y sexual, y exhibición de pornografía a menores.
La detección del líder de la secta se produjo el 6 de marzo, cuando la policía accedió a la masía en la que vivía junto a un grupo de personas, entre ellas menores de edad. En la misma operación fueron liberadas doce personas.
La operación se saldó con varias detenciones, entre ellas la del líder de la secta, conocido como un "sanador" que practicaba terapias alternativas.
La masía se encuentra a unos ocho kilómetros del casco urbano de la localidad de Vistabella del Maestrat, en el interior de Castellón, y sus vecinos se mostraron "extrañados", ya que no sabían lo que sucedía al ver el despliegue policial y "nadie se podía imaginar un asunto así", según relato a Efe el alcalde del municipio, Jordi Alcón.
Los habitantes de la masía, alguno de los cuales estaban empadronados en Vistabella, tenían un modo de vida "alternativo" y eran "bastante autosuficientes", ya que tenían tierras que cultivaban ellos mismos, y aunque ninguno de los menores acudía al colegio en esta localidad, otros sí lo hacían en otros centros educativos de la zona.
La Generalitat Valenciana asumió la tutela de dos de los menores de edad, que fueron liberados de la secta, después de que la jueza decretara la suspensión de la patria potestad.