El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha confirmado en las últimas horas que ha recibido de los países mediadores, en alusión a Catar y Egipto, una propuesta para un acuerdo de alto el fuego con Israel, asegurando que responderá a esta "lo antes posible" tras las "consultas" pertinentes, si bien un alto cargo ha expresado su rechazo por incluir el desarme del grupo.
Hamás ha hecho este anuncio en una escueta nota difundida a través del diario 'Filastin', vinculado al grupo, en la que ha aprovechado para reiterar que "cualquier acuerdo futuro debe lograr un alto el fuego permanente, la retirada completa de las fuerzas de ocupación de la Franja de Gaza, un verdadero acuerdo de intercambio de presos, el inicio de un proceso serio para reconstruir lo que la ocupación ha destruido y el levantamiento del injusto asedio que sufre" el pueblo palestino en el enclave.
Poco antes, el jefe del buró político de Hamás en el extranjero, Sami abú Zuhri, ha parecido mostrar un primer rechazo a la propuesta de Israel alegando que lo que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, "pide es un acuerdo de rendición".
"La exigencia de desarmar a la resistencia no es discutible y no se cumplirá. La continuidad de las armas de la resistencia está vinculada a la continuación de la ocupación, que existe para proteger a nuestro pueblo y nuestros derechos nacionales", ha asegurado en un mensaje publicado por el citado medio, tras denunciar que el jefe del Ejecutivo de Israel "impone condiciones imposibles para frustrar cualquier acuerdo de alto el fuego".
Abú Zuhri ha recalcado que el nuevo texto no contempla un "compromiso" por parte de las autoridades israelíes "con un cese total de la guerra", mientras que "solo pretende recibir" a los secuestrados.
Pese a ello, ha asegurado que desde Hamás están "abiertos a todas las ofertas que alivien el sufrimiento de nuestro pueblo" y ha reafirmado su disposición para "entregar a todos" los rehenes —aún quedan 60 personas bajo su custodia— "de inmediato a cambio de un alto el fuego y la retirada de la Franja de Gaza".
"Netanyahu trabaja por su futuro político, y (el presidente de Estados Unidos, Donald) Trump es su cómplice en la masacre del pueblo de Gaza", ha recordado, señalando que "actualmente no hay contacto directo con el Gobierno estadounidense".
En declaraciones a la cadena de televisión Al Yazira, ha señalado que "la solicitud de desarme es inaceptable. Esto no es solo una línea roja, es un millón de líneas rojas (...)". "Mientras haya ocupación, la resistencia continuará y las armas permanecerán en manos de la resistencia para defender a nuestro pueblo y nuestros derechos", ha asegurado.
Además, ha calificado la propuesta de desarme como "un sueño, una fantasía" y ha asegurado que "es imposible de lograr" alegando que el grupo palestino "es un movimiento que defiende a su propio pueblo y porque los palestinos quieren liberar su tierra".