La temporada pasada demostró que el fútbol, sin los aficionados en los campos, pierde toda su esencia y su hechizo. Ir al estadio no solamente implica ver el espectáculo, también supone estar con la cuadrilla, la familia y todos los seres queridos. Por otro lado, la maldita pandemia "robó" a las aficiones esa posibilidad de quedar entre ellos para amenizar la previa y, cómo no, también el post- partido.
Ahora va a comenzar una nueva campaña y tanto el fútbol como el resto de actividades se tienen que ir adaptando cada día a las novedades de una situación sanitaria en constante cambio. Eso sí, el fútbol va a ir recuperando poco a poco a ese duodécimo jugador que lo convierte en uno de los deportes más atractivos. Mañana algunos afortunados albiazules podrán volver a pisar Mendizorroza para disfrutar de un encuentro en directo del Glorioso, algo que sucedió por última vez hace 526 días tras aquel empate a uno ante el Valencia el 6 de marzo de 2020.
Al templo albiazul solo podrá acceder el 20% de su capacidad, algo que no entiende del todo uno de los agraciados en el sorteo de entradas, Miguel Zulaica, quien no ve con buenos ojos "que en algunos lugares la gente pueda estar codo con codo y en Mendizorroza tengamos que estar un asiento sí y cuatro o cinco no". Aun así, sus emociones no variarán respecto a lo que sentirá al pisar de nuevo esas escaleras, ya que "desde el último partido ante el Valencia se ha hecho demasiado largo y aunque soy consciente de que no será lo mismo, tengo muchísimas ganas de volver a ver Mendi".
Agraciados
En la misma línea se expresa Imanol Íñiguez, quien también arde en deseos de "poder ver al Alavés de nuevo en casa, pero al mismo tiempo con un sentimiento de tristeza, porque no puede ser en las mismas condiciones que antes, pero esto es un pequeño paso". Los que tienen más suerte son Richard e Irati Urcelay, un padre e hija que retornan al recinto ubicado en el Paseo de Cervantes con "muchísimas ganas por ver en vivo al equipo".
La felicidad de los aficionados no es completa, ya que muchos de ellos tendrán que acudir solos a Mendizorroza. Y es que, como bien indica Imanol, "en esta ocasión iré solo, ya que mis familiares no se sentían aún cómodos con el asunto del covid". Por su parte, Miguel sí que comparecerá en la cita con algunos conocidos porque, revela, "tengo amigos que también han sido agraciados e intentaré estar con ellos y supongo que haremos la previa juntos. Lo que sucede es que luego en Mendizorroza estaremos muy separados".
Manías y rutinas
Ante esta tesitura, los clubes se encuentran con la difícil situación de gestionar el acceso a los campos. Una tarea complicada que a buen seguro no contentará a todos. En ese sentido, Imanol afirma que al fin y al cabo, "el porcentaje viene estipulado por un decreto del Gobierno Vasco y al respecto no se puede decir nada, pero sí creo que el sorteo, en vez de por personas individuales, se debería hacer por unidades convivenciales o familiares".
Por su parte, Miguel es consciente de la incómoda situación, ya que "la decisión que se hubiese tomado no habría gustado a todos y creo que se ha intentado hacer de la mejor manera posible". Mientras tanto, Richard e Irati reconocen la labor del Alavés, "porque es lo que hay y no queda otra".