Haritz Mujika terminó el encuentro ante el Bilbao Athletic afónico. Durante los 90 minutos tuvo que hacer valer su voz sobre 3.200 aficionados y eso le terminó pasando factura. Pero con el ascenso conseguido, le dio bastante igual. “Esto es la felicidad plena, la recompensa al trabajo que hemos hecho durante todo el año para que podamos ascender hoy”, explicó el técnico del Amorebieta. No fue un derbi vizcaino fácil. Y eso que se enfrentaban el primer clasificado de la Primera RFEF contra el último. Pero lo que había en juego pasó factura a los jugadores azules, que entraron atenazados al verde de Lezama. “Han pesado mucho los nervios. Son partidos complicados y yo los entiendo porque he jugado algunos. Pesan y te entra la caraja. Pero son jóvenes y tienen que aprender a jugar estos partidos. Seguro que después de esto lo toman como lección para próximos partidos”, prosiguió Mujika. De hecho, el entrenador de Amorebieta estaba tan metido en su partido, que ni se enteró del segundo tanto del Eldense al Murcia: “Estaba animando tanto nuestra afición que incluso pensaba que había metido el Murcia. Yo solo quería que mi equipo siguiera apretando y luchando hasta el final. O que, al menos, no pasara nada que era lo bueno para nosotros”.
Mujika se sintió aliviado tras una temporada larguísima que, además, no comenzó bien para los intereses azules: “Al final son años complicados. Vienes de descender, pero sabíamos que el objetivo estaba claro, competir hasta el último día e ir paso a paso. Sabíamos que iba a ser difícil porque cambiamos a 20 jugadores y poner toda esa maquinaria en marcha es complicado. Pero la confianza que me transmitieron después de los primeros partidos ha hecho que los jugadores también creyeran en lo que estábamos haciendo. Es lo que ha hecho que este año subamos”.