Parece que fue ayer cuando un grupo de amantes de la cultura y el folklore vasco se propuso recuperar la tradición de las carnestolendas en Abanto Zierbena buscando un sentido propio, particular, que lo diferenciara de otros carnavales folclóricos preexistentes si bien tomando como guía algunos de los personajes y su origen compartida en multitud de latitudes europeas. Nacía así en 1988 un carnaval que bebía de los ritos ancestrales ligados al mundo rural, agrícola y ganadero, y que incorporaba signos inequívocos del poso que la cultura minera había dejado durante siglo y medio en esta localidad y su comarca. “Este año cumplimos 25 años consecutivos haciendo el carnaval rural minero que se inició con la intención de hacer un carnaval propio de la zona con indumentaria e historias basadas en la minería y la vida agrícola ganadera. Una apuesta que ha evolucionado especialmente en la calidad de los disfraces de los personajes principales como Bizkarbaltza, Artauntxoa, Hartza o Sorginak, y en el acompañamiento musical. De hecho, hoy día atrae a mucha gente de fuera de nuestra localidad a verlo y nos llaman de otros lugares para representarlo”, señala Jesús Mediavilla, cabeza visible de aquella creación carnavalera que volverá a recorrer las calles de Abanto Zierbena –, primero en Gallarta el día 18 y en Sanfuentes el día 25– para lucir disfraz. Gallarta a partir de las 11 horas empezará a despertar a ritmo de música y las danzas que pondrá Meatzaldeko Harrigorria Dantza Taldea con su tradicional Kale Eskea. Ya por la tarde, a partir de las 18.30 horas dará comienzo la Gran bajada de Carnaval y abriendo el desfile, Meatzaldeko Harrigorria Taldea recreará su carnaval rural minero.
“Este año como novedad, al final del desfile se llevará a cabo la quema de Bizkarbaltza personaje central del Carnaval completando el ritual con la quema del mal y así acabando el Carnaval con un mayor sentido y comprensión del mismo”, explica Mediavilla que anticipa que como en años anteriores, previo al día del desfile se van a hacer actividades como talleres “para que cualquier persona que quiera participar en esta cita pueda hacerlo montando su traje y enseñándoles su elaboración”. Uno de los más populares es el de los Mozorrak, un colorido disfraz hecho de diferentes tipos de tela, incluidas las máscaras, sustitutorias de los insectos actualmente en fase larvaria, a los que se les da un tributo para que cuando llegue el calor del verano, el momento de su mayor actividad, no vengan a reclamar aquello que anteriormente han cobrado.
La Cuestación
En el tramo del desfile llamado La Cuestación o Kale Eskea, en el que van acompañados de música (txistus..) de ruido (carracas..), van de casa en casa recogiendo toda la comida y bebida que puedan y se ejecutan danzas en la puerta de las casas de los donantes.
Un recorrido en el que se incorporan el resto de los personajes de este Carnaval agrominero, como Bizkarbaltza, un personaje voluminoso de color negro y cabeza de animal que representa el mal en general que afecta a la población, como las epidemias, y acaba siendo quemado con ánimo de extinguirlo. Junto a él, Zangaluzea, un personaje de gran tamaño similar a los Erraldoiak mitológicos, escenifica el hambre que, al igual que enfermedades y plagas infestaban los pueblos en su conjunto, y se acompaña de Beldarroia que refleja la voracidad de la naturaleza y de Hartza, el fiero animal del bosque al que no temen los larvados mozorros.
Frente a ellos se sitúa Artauntxoa, protector que nivela la balanza entre el bien y el mal y que, en esta zona agrícola y de ganado, al que protege como Basajaun, aparece ataviado con pieles y sacos mineros y unas largas melenas. Con él, las Sorginak y el Artzazaina que domará al Hartza. Todos ellos se acompañan de mineros ataviados con los vestidos de saco con los que antaño accedían a las minas.
“Este tipo de Carnaval nace de las raíces de nuestro municipio, ya que, en la población minera hubo muchas enfermedades por malaria, tuberculosis y otras dolencias similares de las cuales mucha culpa de su transmisión la tuvieron los insectos. De ahí que la cuestación esté tan ligada con nuestro pasado minero y la única manera de librarse de los portadores de la enfermedad sea dándoles comida suficiente para que se sacien y les dejen libres en esta larga temporada”, remarca Jesús Mediavilla. De nuevo este año se van a dar charlas en el Museo de la Minería del País Vasco a alumnado de los tres colegios del municipio “para que las nuevas generaciones puedan comprender el Carnaval y así entenderlo y tomarlo como parte suya en el pueblo”. Estas charlas se harán el día 16 a la mañana completando a la tarde con otra charla en el mismo lugar para todo el público que desee acudir.