Carlos Amorín es una de las pocas caras visibles del sector de porteros de ocio nocturno de Navarra. O quizá la única. Además de conocer muy bien la noche y sus dificultades, preside ASFORP (Asociación Foral de Porteros), que surgió para profesionalizar su trabajo. Reconoce que es frustrante que una normativa que surgió en 2011 no se esté aplicando.
ASFORP se posicionó muy a favor de regular las condiciones del personal de locales de ocio nocturno. ¿Por qué?
–Por sentirnos solos y desamparados en un sector muy peligroso como es el ocio nocturno. Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, el personal de seguridad privada, y el personal de Protección Civil tienen meses de estudio, de preparación, prácticas, y tiene que pasar la mayoría de ellos oposiciones para acceder a un pequeño número de plazas. Hay miles de funciones que cubrir: un aeropuerto, un banco, un supermercado, ambulatorio, etc... En ASFORP somos muy conscientes de cuántos conflictos tienen en diferentes sectores y cuántos conflictos tenemos los porteros de discotecas o controladores en las diferentes localizaciones del ocio nocturno: pubs, discotecas, clubs... El 95% de nuestro trabajo lo realizamos de noche, en fines de semana, festivos y periodos vacacionales. Los sueldos, salvo excepciones, son precarios y casi nunca se llega a media jornada. Sin formación, más que la palabra de una persona que te recomienda, sin protección jurídico-administrativa, ya que no somos autoridad. Ni contamos con medios materiales como una defensa personal, grilletes, etc. Lo mínimo en lo que te puedes basar es que tu compañero, si tienes la suerte de tenerlo y no trabajes solo, sepa trabajar y te cubra las espaldas.
¿Cuál es su impresión viendo que han pasado 12 años y no se aplica realmente la normativa?
–Nuestro sector no le importa a nadie, salvo a pequeños empresarios que, en cierto modo, dependiendo de su volumen de trabajo, nos ven necesarios a su manera, pero parecemos más bien un medio para evitar multas, controlar el aforo, controlar los vasos, y si algún cliente actúa de forma incorrecta, no tener que recurrir a la policía. Tanto los políticos, como muchos miembros de las Fuerzas de Seguridad, incluso los que controlan la seguridad privada, no quieren saber nada de nosotros por ser un sector sin ningún tipo de reglamentación.
¿Han intentado que alguno de los tres últimos Gobiernos convocase la primera prueba de capacitación?
–Por supuesto. Después de hacerse eco la asociación ASFORP en la prensa, han sido varias las ocasiones en que nos han contactado, pero sin mediar solución al problema que nos atañe. Varios años atrás en un congreso del PSOE en Baluarte, desde ASFORP hicimos la misma pregunta a María Chivite quien, en su momento, a pesar del desconocimiento total de nuestro sector, parecía predispuesta a colaborar con nuestra exigencia de profesionalizar nuestro sector. Debido al poco interés que en las semanas posteriores notamos por parte de sus asesores, tomamos la iniciativa de reunirnos personalmente con la delegada de Gobierno, por aquel entonces, Carmen Alba, quien en estos 13 años fue la única persona que mostró verdadero interés y preocupación desinteresada, poniéndonos en contacto con el director general de Interior. En la reunión a la que asistió ASFORP descubrimos que nadie conocía de nuestra existencia y, para nuestra sorpresa, ya tenían un decreto foral preparado sin consultar con los afectados del sector. No vimos ningún interés por que estuviésemos más o menos formados. Más bien lo único que les interesaba era tener una base de datos de quién trabaja y dónde, que de poner profesionales en el sector. El mayor interés que mostraron fue únicamente poner dispositivos de control de aforo en los locales, algo que desde la asociación vimos con buenos ojos, y que en la regulación sectorial que estamos buscando y reclamando ayudaría a exigir un número mínimo de porteros según el aforo del local, del espectáculo público o actividad recreativa que se tratase. Después de varios intentos por parte de la asociación ASFORP de mantener conversaciones con los agentes que pueden regular este tema, desistimos de seguir, ya que nos ignoraron totalmente y se enterró el tema.
Por su conocimiento y experiencia, ¿hay personal trabajando que no podría ser portero si se aplicase la normativa, es decir, hay porteros con antecedentes?
– Hay personas que han sido condenados por tráfico de drogas, por lesiones, por portar armas, delitos contra el patrimonio, contra la libertad sexual, etc. En la actualidad, apenas se controla si el portero cuenta con la acreditación legal para poder ejercer la función de control de acceso. Por tanto, si no son más exigentes con la revisión de quienes poseen la acreditación y quienes no, cualquiera podría trabajar de portero teniendo un poco de paciencia, a pesar de tener antecedentes penales en vigor.
¿Cuál es el nivel de conflictividad de la noche en Navarra?
–Siendo una ciudad pequeña que cuenta con unos 200.000 habitantes y con cuatro cuerpos policiales, está creciendo mucho la delincuencia. Han aumentado el número de robos con fuerza, homicidios, agresiones sexuales, lesiones por arma blanca. No lo decimos nosotros, sino que lo dicen las estadísticas del Ministerio del Interior y los porteros de ASFORP somos testigos de ello cada fin de semana.
¿Han tirado la toalla con la aplicación de la normativa?
–Tanto como tirar la toalla, no. Te desanimas, te olvidas un poco de insistir, y al tiempo vuelves a llamar a la puerta porque la realidad lo requiere. Quien tiene la sartén agarrada por el mango son los políticos. Han sido varios Gobiernos a lo largo de 13 años y está claro que a nadie le importa o no hemos encontrado aún a la persona que pueda ayudarnos a dar el empujón definitivo que necesitamos.
¿Cuál es la postura que han adoptado los empresarios del sector con la inaplicación de la normativa? ¿Han presionado también o lo aceptan?
Los empresarios tienen bastantes problemas en sus negocios como para preocuparse de otros sectores. Lo único que les importa es que no sea un problema para ellos. Para los empresarios las reivindicaciones de este sector son desconocidas, sólo quieren y necesitan profesionales que sepan hacer su trabajo y eviten los problemas en su negocio. Para que esto suceda, desde ASFORP proponemos que los porteros dispongan, a parte de una legislación regulada por los poderes públicos, de una formación adecuada y práctica, no vale solamente con formación teórica.
¿Qué cree que debe hacerse?
–Una vez que se legisle, el personal que se dedique al trabajo de portero podrá tener una formación adecuada para desempeñarlo profesionalmente. Hay que tener en cuenta que suele hacerse en horario nocturno, donde el alcohol y las drogas están más presentes, lo que conlleva más violencia. También, mediante regulación, los sueldos podrán ajustarse a esta realidad, así como la dotación de medios o equipos de protección y defensa, y definir las funciones que se deben de realizar aparte de las ya mencionadas en la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas relativas al controlador de acceso, teniéndose en cuenta que los porteros ejercen también labores de auxilio y colaboración activa y permanente de forma voluntaria con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el mantenimiento de la seguridad pública en el ejercicio de las funciones de estas, así como en los momentos en los que dichas fuerzas no se hallan actuando, aun cuando no son funciones propias de porteros en la actualidad.