Actualidad

“Hay que darle más valor a lo que los jóvenes baserritarras hacen por dar vida a los pueblos”

Cinco participantes del programa Gaztenek Berri hablan de la importancia de rejuvenecer el primer sector en el congreso Gure Lurra
Encuentro con cinco jóvenes que se dedican al primer sector, en el congreso Gure Lurra de Donostia.

“El que conecta con la tierra se queda para siempre”. Con esta máxima ha definido la joven baserritarra Itxaso Agirre lo que supone para ella, y por ende, a todos las nuevas generaciones que trabajan en el primer sector en Euskadi, vivir del campo. Lo ha hecho durante un coloquio con otros cuatro participantes del programa Gaztenek Berri de la Diputación dentro del congreso Gure Lurra celebrado este miércoles en el Kursaal de Donostia, en el que han hablado de la importancia de rejuvenecer y modernizar el sector primario.

Itxaso forma parte de “una familia grande” dedicada a la elaboración de queso Idiazabal en el caserío Premietxeberri de Azpeitia. Es la generación más joven en continuar un oficio familiar y está encantada de poder hacerlo. “No aguanto vivir fuera del baserri. He trabajado en varias cosas y he podido regresar a casa”, ha confesado la joven, que ha contado su experiencia en el primer sector. Una experiencia que comparte con el resto de participantes del coloquio como Nerea Lazkano, de la txakolindegia Basa-lore de Zarautz: “Nací en un caserío y me casé en otro, así que no me veo viviendo en un pueblo. Prefiero el monte y todo lo que me da”.

Los casos de Itxaso y Nerea responden a jóvenes que han decidido seguir con el oficio familiar, pero también hay los que han preferido abandonar la ciudad para dedicarse el primer sector. Es la situación de Esther Bada, peluquera y desde hace uno años propietaria de una pequeña granja con gallinas del distintivo Eusko Label. “Quería otro modo de vida y estar más con mi familia”, ha contado, asegurando estar “muy feliz” con un cambio que le ha permitido desarrollarse mucho mejor como persona.

El alavés Xabier Arnaiz decidió dejar Gasteiz nada más graduarse en Magisterio para irse a vivir con sus tíos al caserío familiar en Zalduondo. “Mis amigos lo han visto como un paso lógico, porque ya antes siempre que podía me escapa al pueblo”, ha indicado el joven, que ayuda en la plantación y recogida del cereal y la patata, algo que le encanta y no piensa abandonar. Desde más lejos llegó al campo vasco, por su parte, Kevin Brian, concretamente desde Virginia (EEUU), desde donde se desplazó a las faldas del Gorbeia para elaborar y vender junto a su pareja cestas repletas de verduras que cultivan en su huerta. “En Virginia era urbanita y ahora cada día soy más vasco”, ha bromeado, confesando no echar nada de menos la actividad industrial de su ciudad natal y alabando la cultura y tradiciones vascas: “En Euskadi es muy fácil encontrar productos frescos”.

Crear comunidad

Estos cinco jóvenes forman parte del programa Gaztenek Berri de la Diputación de Gipuzkoa, a través del cual consiguen una ayuda económica para sus proyectos y diferentes formaciones. “Conocer a gente que hace lo mismo en otros pueblos te hace avanzar”, ha explicado Xabier, para quien son necesarias iniciativas como esta que permitan que “el dinero se quede en los pueblos”. “Hay que darle más valor a lo que los jóvenes baserritarras hacen por dar vida a los pueblos. El consumo al vecino es fundamental y ahora que cada vez que cuesta más comprar es importante seguir”, ha asegurado.

“Hay que fomentar la conexión con la tierra. Da la sensación de que estás sola, pero encuentras a otras personas igual que tú que te ayudan a seguir adelante”, ha añadido Itxaso, que ha querido destacar “la red de asesoramiento” detrás del programa. Gracias a ella Kevin ha podido conectar “con una comunidad” de la que admira su trabajo, aunque avisa, “no hay que dar por hecho que el paisaje y las tradiciones van a estar siempre ahí”.

Para Nerea, “juntos somos más fuertes”, por lo que es necesario seguir estrechando los vínculos del primer sector y tratar de apoyar a cada nuevo proyecto. “Por mi experiencia, solo puedo decir que si alguien tiene ganas de emprender, que lo haga porque se puede”, ha añadido Esther. Su caso, como el del resto de participantes del coloquio, son el mejor ejemplo de ello.

Etiquetas
27/10/2022