Durante el verano pero sobre todo durante los meses anteriores, mucha gente se plantea ponerse las pilas, apuntarse al gimnasio y conseguir perder algunos kilos. El objetivo que todo el mundo persigue es bajar de peso en el menor tiempo posible sin tener en cuenta su masa muscular o su nivel de agua en el cuerpo. Sin embargo, lo más importante y algo que no se nos debe olvidar es que el peso que perdamos tiene que ser gracias a lo que realmente sobra y no es saludable: la grasa.
En este proceso, cuando una persona baja de peso sin cuidar su masa muscular o adelgaza mucho en poco tiempo, no se le da tiempo suficiente a la dermis para que pueda adaptarse a las nuevas condiciones físicas y es entonces cuando pueden aparecer arrugas y nuestra piel se vuelve flácida. A este proceso se le conoce como 'ptosis cutánea' y se caracteriza por la pérdida de elasticidad y firmeza de nuestra piel.
Consecuencias en nuestra piel
La piel es el órgano más grande, y por tanto el más visible, de nuestro cuerpo y está compuesta principalmente por agua, proteínas (colágeno y elastina) y grasas. Una pérdida repentina de peso, sin ningún cuidado ni seguimiento, puede traer diversas consecuencias.
Aparición de estrías
En algunos casos, la pérdida de peso puede dejar cicatrices o marcas en la piel, sobre todo en aquellos casos en los que la piel se ha estirado significativamente antes de la pérdida de peso.
Aparición de celulitis
En España, cerca del 80% de las mujeres reconocen sufrir de celulitis. Esto puede surgir debido a las fluctuaciones de peso causadas por el seguimiento de ciertas dietas que ni permiten mantener esos resultados a largo plazo ni abordan de forma eficaz el exceso de peso del cuerpo.
Acelera el envejecimiento de la piel
La pérdida de grasa subcutánea, que actúa como una capa protectora y de soporte para nuestra piel, puede intensificar la aparición de arrugas, piel flácida y provocar una apariencia de envejecimiento prematuro. Además, en algunos casos puede aparecer la esqueletización facial, también conocida como “aspecto de hundimiento”, que surge cuando se pierde volumen en la zona de las mejillas y del hueso malar.
Cómo cuidar y proteger nuestra piel mientras adelgazas
Nosotros te compartimos 4 consejos para evitar que tu piel se vea flácida y envejecida durante el proceso de perder peso.
1. Practica ejercicios de fortalecimiento muscular
Una rutina de ejercicio es clave para reafirmar la piel flácida. La pérdida de grasa se logra de forma más eficaz realizando ejercicios de fuerza con pesas, ya que estos nos permitirán preservar nuestra masa muscular, además de lograr una disminución de grasa.
2. Consume las proteínas adecuadas
Las proteínas son las únicas encargadas de nutrir los tejidos de los músculos y de la piel que necesitamos reafirmar. Estas pueden ser de origen animal o vegetal, pero lo mejor es optar por la ‘proteína magra’. Algunos alimentos que la contienen son: el salmón, la pechuga de pollo o pavo, huevos, avena o las espinacas.
Otro poderoso aliado es el Omega-3 ya que mejora la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda al cuerpo a utilizar mejor la glucosa y reducir así la resistencia a la insulina; también disminuye la retención de líquidos y ayuda a mantener la masa muscular durante la pérdida de peso.
3. Mantente hidratado
No se trata de beber de forma obligatoria 2 litros de agua, sino de mantenernos hidratados. Así ayudamos a mantener la elasticidad de la piel y a prevenir su sequedad.
4. Sigue una rutina saludable
Aparte de seguir una dieta llena de proteínas, tener una buena rutina de sueño también es imprescindible. Esto ayuda a regular las hormonas del apetito y a reducir el estrés, beneficiando tanto tu salud física como mental.