Vida y estilo

“He entrevistado a tres personas que sobrevivieron a un pelotón de ejecución”

En su nuevo libro, ‘La mecánica del exterminio’, el investigador ahonda en los protocolos de ejecución de los campos de exterminio durante la Segunda Guerra Mundial
Xabier Irujo.
Xabier Irujo. / Javier Bergasa

No es una lectura fácil, pero sí necesaria. Necesaria para no repetir los mismos errores. En La mecánica del exterminio, el investigador Xabier Irujo desgrana los procedimientos para destruir vidas humanas en los campos de concentración nazis.

¿Cuándo surgió esa necesidad de contar la historia tan cruda como fue?

Realmente es un poco la historia de la familia. En casa hemos sufrido seis exilios en cinco generaciones, y yo nací en el exilio. El aita de ama, Bingen, y su mujer Mercedes estuvieron en un campo de concentración del régimen de Vichy, al norte de África, junto con un grupo de judíos, y salieron con un grupo de judíos a América. Luego se convirtió en agente del Gobierno vasco trabajando con los americanos, y en esas labores le tocó bastante de cerca trabajar en torno a agentes del eje -españoles, italianos o alemanes-. En casa el tema de los campos fue recurrente. La primera persona que entrevisté que estuvo en un campo en Iparralde fue José Elizalde, que fue gudari. Cuando fui a Reno, empecé a entrevistar fundamentalmente a supervivientes judíos de los campos, y por eso empecé hace veinte años a trabajar en el libro. Ahora se cumplen 80 años de aquello, y pensé que después de 80 años ha habido una escalada en la literatura del holocausto tremenda, pero hay algunos aspectos que se han desenfocado. Veía que en la literatura no encontraba algunas cosas que son las que he plasmado en este libro. El diablo está en el detalle, y los detalles no los veía nunca, incluso en el propio museo del holocausto de Washington. 

Faltan cosas, ¿no?

Sí, a mi juicio faltan. Son las que alimentan este libro, y es el detalle de cómo ocurrían estas ejecuciones, cómo se llevaban a cabo, cómo se llegaron a llevar a cabo de esa manera y la lógica subyacente. 

Xabier Irujo posa con su libro.

Xabier Irujo posa con su libro. Javier Bergasa

Hemos visto esta historia largamente representada en películas, pero muchas veces nos quedamos en la superficie. 

Eso es. Hay casos en los que también se desenfoca la realidad. Un icono del holocausto son los trenes, y se habla de los trenes y se representan transportando personas de una parte a otra de Alemania. Eso no es del todo exacto. La mayor parte de los prisioneros fueron trasladados a pie, y los guetos se construyeron donde ellos ya vivían de antemano, de modo que no había ni siquiera que trasladarlos. Los trenes, por pura logística, no tenía ningún sentido trasladar a una persona que había perdido un 30% de su masa corporal de un centro de reclusión a un campo de concentración para ser gaseada. El proceso de gaseamiento era muy caro, tanto que cuando en Auschwitch 2 la cámara de gas no reunía a 700 personas las ejecuciones se llevaban a cabo por arma de fuego. Esto permitía, como en los guetos no había hornos crematorios, matarlos en el camino para que llegaran muertos a los campos. En un tren con 300 personas hacinadas, con que el trayecto durara 4 o 5 días sin darles de beber, morían. Morían de calor, de asfixia, de angustia..., a veces hay casos de que entre ellos se mataban por un trozo de pan o lo que fuera. 

En el libro habla incluso de casos de canibalismo. 

Las reuniones con los supervivientes son siempre horribles. Cuando terminé el último borrador del libro, fui una semana a Las Vegas a hacer las últimas diez entrevistas. No les pedía nada, solo que me contaran su historia, y en uno de los casos a uno de ellos le pregunté cómo dormían, cómo eran las noches, porque nosotros tenemos un problema con el coche o en el trabajo y nos cuesta conciliar el sueño. Él me dijo: “Como troncos”. No me lo esperaba. Pero de repente se recolocó, ya vi yo que tenía algo horrible que decirme, y añadió: “Pero solo cuatro horas, porque si dormías más te comía tu compañero”. Hay muchos casos de muerte por canibalismo. 

Usted lleva ya 20 años tratando este tema, 15 transmitiéndolo en la universidad. El dolor de estos relatos nunca desaparece, ¿verdad?

No. Las personas que pasaron por esto lo han llevado siempre encima. Hay diferentes reacciones. Algunos lo cuentan constantemente y han dedicado su vida a eso. Otros callan completamente, y hay otros intermedios, personas a las que en un momento dado alguna cuestión en sus vidas les ha hecho contar la historia. 

También menciona en el libro otro elemento desconocido para muchos, los pogromos o linchamientos. 

Sí, así mataron a más de un millón de personas en tres años. Lo que he intentado en el libro es dar una idea real de lo que suponía eso. He entrevistado a tres personas que sobrevivieron a un pelotón de ejecución. Uno de ellos era un crío de 7 años al que lo colocaron delante de un pelotón de ejecución con ametralladoras pesadas. Sobrevivió, y según sus propias palabras perdió el conocimiento pero no le dieron ningún balazo. Buceó fuera de la fosa y consiguió sobrevivir. Eso era lo más habitual. Era muy difícil matar a una persona de un balazo. La mayor parte de la gente recibía balazos y caían heridos, con lo cual se llenaban las fosas de gente viva. 

Después de ofrecernos estos relatos, datos y cifras, ¿por qué cree que sigue habiendo gente que niega el holocausto? 

Eso es por filiación. Es lo mismo que ocurre con el bombardeo de Gernika. No es un caso único el negacionismo, el revisionismo o el reduccionismo. En todos los casos, desde el genocidio armenio al nativoamericano, o el crimen de guerra de Gernika. Es por filiación, una sensación de filiación con el ejecutor de la manera que sea, sea ideológica, cultural, familiar en algunos casos... Se niega que eso sea posible. De alguna manera lo que el negacionista dice es: “Nosotros habríamos sido incapaces de hacer algo así”. El negacionismo viene en este caso de la extrema derecha, y se suele mentir por omisión. Por eso el detalle es tan importante, porque se miente omitiendo. 

2025-03-28T08:58:03+01:00
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