"Nos toca ponernos las pilas otra vez". Resignado. Así enfrenta esta nueva medida el gerente de la Asociación de Hostelería de Bizkaia. Héctor Sánchez subraya que con cualquier medida nueva, se necesita período de adaptación y espera que los clientes entiendan que esto es una norma de obligado cumplimiento. "No está nada claro que todos acepten de buen grado esta petición" pero insiste en el hecho de que es obligatorio y espera que no haya ningún enfrentamiento entre hosteleros y clientes.
Preguntado por el hecho de pedir el pasaporte covid a los clientes pero que no sea obligatorio para los trabajadores, habla de "gran incongruencia y de paradoja".
Ha sido tajante al afirmar que no sólo se pedirá al cliente el certificado sino también el DNI u otro documento de identificación. Es más, añade, "en el borrador de la norma lo pone". Y no tiene dudas de que si lo que se busca es frenar la incidencia e incitar a la vacunación, habrá que exigirlo en otros ámbitos.
Sobre posibles restricciones de horarios y aforos afirma que sería un "auténtico drama". Confirma que ya hay cancelaciones para Navidad, "no masivas pero sí como un goteo importante". Por un lado, habla de bombardeo informativo diario con la nueva variante que hace que la gente tenga miedo y por otro, afirma que hay grupos grandes con gente no vacunada que está prefiriendo cancelar. Pone el ejemplo de la reserva en un local de una mesa de 20 personas en el que dos no estaban vacunados y deciden cancelarlo. "Me parece poco solidario", subraya.
En estas circunstancias, pide a las autoridades que reflexionen antes de tomar ninguna decisión porque la situación, remarca, no es la de hace un año.