Helena Barrenetxea y Arai Lejardi, a la final del Winter Series en un ejercicio de consistencia

Profeta en su tierra. A Helena Barrenetxea el primer Women Winter Series de Durango le costó arrancar. Sufrió los vaivenes de la tensión. Pero ha evolucionado. Pasos hacia arriba. Escalón a escalón. Trabaja mano a mano con el campeón Aritz Erkiaga, no solo un puntista excepcional, sino también un tipo capaz de controlar los sentimientos en la cancha como si estuviera esculpido en hielo. Es un espejo. La durangarra aceptó este lunes el envite de Maite Ortiz de Mendibil en la segunda edición y mostró remates de estampa preciosa, como el dos paredes de costado que puso el 14-10 en el segundo joko, ante una rival que tiene potencia y recursos. Barrenetxea y la campeona en curso Arai Lejardi, un seguro de vida, se llevaron el gato al agua en la primera semifinal del Winter y estarán en la final del 11 de marzo.

Eso sí, fue fundamental el trabajo de la zaguera de Markina-Xemein, campeona individual, para sellar el triunfo. La consistencia de las pelotaris de color champán fue esencial. Cabe destacar el prodigio técnico de Arai para encestar pelotas complicadísimas por la pared. En total, cometieron siete errores, un número que, si se repite, eleva sus acciones de cara a hacerse con la txapela. En definitiva: consistencia, solidez y mordiente. Forman una combinación muy solvente.

Inicio amarillo

Tuvieron que remar a la contra en los primeros compases del joko inaugural. Frida Watkins, una de las pelotaris más jóvenes del torneo, tiene posturas muy bonitas y amaneció con inspiración. Apenas tiene quince años, pero la zumaiarra derrocha personalidad. Buscó el pelotazo atrás y sacó caviar de una cortada. Las de amarillo se encontraron con un 0-4 de salida que no les aclaró el panorama. Helena rompió la tacada con un txiktxak. Se igualó el marcador en el quinto cartón. A Arai le pitaron un bote y Maite clavó una dejada al txoko. Incómoda Lejardi, Ortiz de Mendibil y Watkins llegaron a estar 6-9. Y emergió Barrenetxea. Helena encontró oro en el rebote y tiró un dos paredes precioso. Un saque anudó el marcador (9-9). Hubo abrazo en el décimo y el undécimo cartón, un dos paredes de la zaguera de Markina desde el seis y medio. Y se fueron las de dorado 14-11. Con el agua al cuello, Maite tomó riesgos. Su clase puso el 14 iguales. Hizo daño con la cortada. Alta tensión. Helena, que en otro momento acusó la presión, cerró el joko con un buen rebote. Otro peldaño. 15-14.

Hubo menos brillo en el segundo parcial, en el que Ortiz de Mendibil se quiso echar el partido sobre los hombros y cometió demasiados errores. Helena y Arai manejaron ventajas de 5-3 y 7-4. Los latigazos de la alavesa compactaron en el noveno cartón. Sin embargo, en un catálogo de caras y cruces, Helena y Arai se beneficiaron de los errores para ponerse 14-10. Apenas un palo de Barrenetxea y un revés de Frida por la pared dieron oxígeno a las amarillas. Zanjó Arai en los cuadros largos. 15-12 y rumbo a la final.