El Helvetia Anaitasuna perdió ayer su condición de invicto en casa después de caer ante un Cuenca (26-27) que se ha convertido en su bestia negra, que volvió a puntuar en La Catedral por quinta vez consecutiva y que le arrebató de la forma más cruel el empate en el último suspiro, al detener Grbavac de forma magistral un lanzamiento de Aitor García a la contra. Los navarros encadenan así su segunda derrota tras perder también en Granollers y ya sólo piensan en el próximo compromiso ante el Bada Huesca, que les permita regresar a la senda del triunfo.
Seguramente, esa última acción del pivote navarro frente al portero rival se quede en la retina de muchos. Con toda probabilidad, rememorarán el momento en el que Carlos Chocarro roba el balón en defensa, contragolpea, asiste al pivote navarro y este se planta delante de un Grbavac que eleva su pierna izquierda e impide que Anaitasuna empate. Pero el partido de ayer fue más que una parada. El conjunto pamplonés, que supo reponerse a una amplia desventaja en la segunda parte, no fue capaz de rematar su esfuerzo y trabajo, con fallos sobre todo en forma de lanzamientos determinantes que podían haber cambiado el rumbo del encuentro.
Helvetia y Cuenca protagonizaron un encuentro intenso, duro y de mucho físico. Supieron equilibrar sus fuerzas en la primera mitad, con un juego de alternativas que no se acaba de romper y con marcadores ajustados. Las defensas se emplearon a fondo, no dejaban respirar. Aitor García, que completó un gran partido, hacía el 10-8 (m.21) desde su campo y ponía la máxima renta de dos goles para su equipo por segunda vez hasta entonces. El toma y daca continuó y un gol de Simonet –que pilló desprevenidos a los locales– puso un 14-14 con el que se llegó al descanso.
El paso por los vestuarios sentó mejor a un Cuenca que tiró del acierto y la explosión de Nazaré, su máximo goleador, para hacer daño en el ataque. Además, se encontró con un escollo para el Helvetia, la descalificación de Bonanno en el m.34 en una jugada fortuita. El argentino resbaló mientras defendía, se cayó y con sus pies derribó a Prantner, que desde el extremo se disponía a lanzar. Esta circunstancia, junto a la exclusión momentos antes de Ibai Meoki, dio alas al equipo conquense, que con el lateral zurdo portugués, una defensa férrea y una portería que incluso paró un siete metros a Pereira se ponía con cuatro goles por delante (17-21, m.43).
El Helvetia, lejos de venirse abajo, se repuso. Aprovechó la doble exclusión de Pozzer y el atino de Marcos Cancio para acortar distancias. El portero asturiano, que salió en la segunda parte supliendo a Bar –y firmó seis paradas–, fue determinante para la remontada. Aitor García, incluso, empataba a 22 a falta de diez minutos. Sin embargo, Cuenca no aflojaba, liderado por Nazaré, mientras que al Helvetia no le entraban las vaselinas de Redondo y Chocarro o algún balón se perdía en el ataque.
A punto de sonar la bocina, Anaitasuna se lanzó a la desesperada con la contra finalizada por Aitor García. Pero la suerte no estuvo de su lado.
Helvetia 26
Cuenca 27
HELVETIA ANAITASUNA (14+12) Juan Bar (portero), Bazán (1), Edu Fernández (1), Ibai Meoki (1), Xavi González, Joao Pinto (2) y Chocarro (6, 2p) –siete inicial–. También jugaron Marcos Cancio (portero), Ganuza (1), Aitor García (5), Mikel Redondo, Pereira (6, 2p), Elustondo (3) y Bonanno.
REBI BALONMANO CUENCA (14+13) Ante Grbavac (portero), Teixeira, Pablo Simonet (5), Ignacio Pizarro (2), Pozzer (2), Juanjo Fernández y Arnau Fernández (1) –siete inicial–. También jugaron Tekaya (portero), Sergi Mach (2), Prantner (1), Nacho Moya (3, 2p), Federico Pizarro (3) y Nazaré (8, 1p).
Marcador cada cinco minutos 2-2, 3-4, 5-7, 8-7, 11-11, 14-14 (descanso); 15-17, 18-21, 22-22, 24-26 y 26-27 (final).
Árbitros Jesús Álvarez Menéndez y Miguel Martín Soria Fabián. Excluyeron dos minutos a los locales Aitor García e Ibai Meoki; y a los visitantes Teixeira, Simonet, Ignacio Pizarro, Pozzer y Nazaré. Además, descalificaron a Nicolás Bonanno, del Helvetia.
Pabellón Anaitasuna. 618 espectadores.
“ Nos vamos tristes ”
Quique Domínguez - Entrenador del Helvetia Anaitasuna
Entrenador. Quique Domínguez reconoció que el equipo se iba “triste” por la derrota y por cómo se había producido. “No sólo ha sido ese último balón”, recalcaba el técnico del Helvetia, sino que “hemos tenido tres o cuatro claras para habernos llevado incluso los dos puntos”. “Nos vamos con la pena y con la frustración de que nos hemos quedado muy cerca”, aseguraba. “El partido ha sido peleado y luchado, con una primera parte de mucho equilibrio y una segunda donde ellos han estado más acertados, sobre todo en defensa nos han complicado. Después de haber remontado un menos cuatro y haber tenido balones, nos vamos tristes”, subrayaba.