Con el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, finalmente Universidades y Ciencia se unifican en un solo ministerio. Supongo que es una buena noticia…
Los rectores de las universidades públicas siempre hemos apoyado que Universidades siempre esté cerca de Ciencia antes que con toda la Educación, con lo cual es una buena noticia.
¿Ayudará a agilizar la burocracia a la hora de gestionar los proyectos de investigación?
No lo sé, esta es la gran pregunta. Es difícil saber cuál puede ser la solución a este problema. En cualquier caso, trasciende al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, tiene que venir de un pacto abierto que aglutine a muchas instituciones, como a los ministerios de Economía y Hacienda e incluso a las autoridades europeas que fijan las directrices para justificar los fondos. En estos momentos las universidades y los centros de investigación estamos sufriendo muchísimo a la hora de justificar los fondos europeos, lo cual supone un lastre para la investigación porque lo ralentiza todo. Siempre he sostenido que, garantizando la transparencia, la gestión de los fondos de la investigación de alto nivel no puede seguir los tiempos de los contratos de la administración pública.
“ Como toda nueva norma, la LOSU supone cambios que nos reajustan los trajes ”
Llega al final del año con el aval del Claustro a su gestión y con el reto de la adaptación a la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) para 2024. ¿Qué cambios de la reforma le ocupan más?
Toda ley supone cambios que nos reajustan los trajes. En términos de financiación, la LOSU coloca a la universidad pública en una mejor situación gracias un acuerdo parlamentario para alcanzar el 1% del PIB. Pero esto, ya lo dice la letra de la ley, se irá haciendo en colaboración con las comunidades autónomas. Estamos ya a estos efectos en 2024, pero los tiempos políticos tienen otros ritmos y todavía no ha habido ningún avance aunque ya están aquí los costes de la LOSU que debemos asumir, como la contratación de más ayudantes doctores por la reducción de las cargas docentes, los costes de la seguridad social de las prácticas de los estudiantes...
En el Claustro también anunció la renovación de la oferta de posgrado. ¿Habrá novedades?
Debemos entender que la oferta de posgrado tiene que ser mucho más dinámica y en eso estamos. Por un lado, queremos mejorar la parte de comunicación, para que se conozca mucho más la oferta de posgrado y lo haremos con una Master Week mucho más potente a primeros de año. Por otro lado, queremos reforzar la oferta en Ciencia de Datos, Inteligencia Artificial y otros ámbitos muy demandados. También nos gustaría revisitar y reformular los títulos propios para que sean más atractivos.
Las principales universidades, como Harvard o el MIT, tienen una gran oferta académica on line y gratuita. Además, otras instituciones de nuestro entorno están dando pasos importantes para ofrecer modalidades híbridas o exclusivamente on line. ¿Han madurado ya esta opción?
Sí, por supuesto. Recientemente hemos aprobado el Plan de Posgrado y Formación Continua y la vicerrectora ya está hablando con todos los centros para analizar la oferta on line que ya estamos ofreciendo, aunque no se conozca todo lo que debería. Además, tenemos una oferta amplia específica en colaboración con las universidades del Grupo G-9+1 a través de su Campus Digital Compartido.
¿El nuevo master de Derecho en euskera ayudará a paliar el déficit de jueces y profesionales de la judicatura capaces de celebrar juicios en esta lengua?
No sé si resolverá esto, pero sin duda es un paso importante. Hasta ahora había la posibilidad de cursar asignaturas sueltas en euskera pero no teníamos el master habilitante para la abogacía en euskera, en parte, porque las oposiciones no se podían hacer en euskera.
Hace unos días, el presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao denunciaba los problemas del empresariado para encontrar personal que pueda desempeñar su labor en inglés. ¿Qué le sugieren estas declaraciones?
No sé exactamente el gap que hay entre las necesidades que hay y las candidaturas que les llegan. Es verdad que históricamente el nivel de inglés en el Estado ha sido mucho más bajo en comparación con otros países europeos, pero creo que las generaciones de ahora, con el 25% haciendo estancias en el extranjero gracias a Erasmus, tienen un nivel de inglés mucho mejor. Además, para nosotros es prioritario confeccionar una oferta de posgrado en inglés atractiva puesto que es la lengua franca en la investigación y en las relaciones económicas. De hecho, muchos de los nuevos posgrados tienen el inglés como lengua de trabajo. En grado el inglés está muy presente, por ejemplo Biomedical Engineering se imparte íntegramente en inglés. Nuestra aportación, por tanto, ahí está y cada vez hay más graduados y graduadas con una alta competencia para manejarse en inglés.
“ La pandemia ha contribuido a que no tengamos que explicar la importancia de tener una buena investigación ”
El equipo rectoral ha presentado ya el proyecto de Presupuesto del próximo ejercicio, 531 millones. ¿Es suficiente?
Lo que vemos es que la financiación que recibimos se traduce en beneficio social a corto, medio y largo plazo. La pandemia ha contribuido a que no tengamos que explicarnos mucho más para que todo el mundo entienda que es importantísimo mantener una buena investigación. Desde luego, si la universidad tiene una mejor financiación, la usará de forma responsable y devolverá a la sociedad con creces lo que haya recibido. Además, somos mucho más competitivos, la financiación externa es cada vez mayor.
Y hablando de dinero, en octubre vivieron la primera huelga del profesorado sustituto. ¿Han encauzado ya este conflicto laboral?
Lo que sucede es que la LOSU ha cambiado las reglas del juego. Antes, cuando una persona causaba baja, tratábamos de hacer sustituciones a dedicación completa, aunque no siempre. No obstante, en esta universidad nunca hemos abusado de sustituciones a parcial. La LOSU ha cerrado la puerta a esto. La ley solo contempla la sustitución de la parte de docencia. Por tanto, la dedicación es parcial y el contrato también. En otras universidades esto no ha supuesto un problema, pero aquí sí.
¿Por qué?
Porque hasta donde yo sé éramos la única universidad que hacía sustituciones a completa (docencia e investigación). Expusimos este problema durante la tramitación de la ley a los distintos partidos para que presentasen una enmienda, pero al final no prosperó. Yo qué más quiero que contratar a la gente con las mejores condiciones posibles, pero tenemos las manos atadas. Tal es así que la enmienda, como digo, no prosperó. ¿Qué hemos hecho para paliar los efectos de la LOSU? Reducir las sustituciones a parcial maximizando el número de plazas nuevas a dedicación completa pensando en el relevo generacional, con una mirada plurianual.
¿Diría que el interés del alumnado extranjero en la UPV/EHU goza de buena salud?
Diría que, mirando hacia el pasado, estamos en el mejor momento. Pero evidentemente, hay que decir las cosas claras, tenemos que mejorar nuestra proyección internacional.
¿Qué problemas han identificado?
Como Euskadi, es difícil competir con grandes urbes como Madrid o Barcelona. Hay sitios que son focos de atracción por tamaño, pero aquí y en cualquier país. Luego, hay factores tan terrenales como el clima. El Mediterráneo es un caramelo, a nuestros estudiantes también les gusta ir a zonas cálidas. En cualquier caso, Euskadi también es un destino nicho en ciertos ámbitos debido a los centros de investigación vascos de alto nivel o que forman parte de los programas de Erasmus Mundus. En ese sentido, sabemos dónde radica el éxito y creemos que el nuevo Programa de Posgrado ayudará a mejorar nuestra proyección internacional.
La UPV/EHU se ha embarcado junto con otras nueve universidades comunitarias en la alianza estratégica Enlight, que recibirá 14 millones de euros de la Unión Europea. ¿Cuál es el objetivo de este consorcio?
Creo que las universidades somos los organismos que más hemos contribuido a la construcción europea gracias a Erasmus. Se calcula que se han formado un millón de matrimonios internacionales gracias a Erasmus. Impulsada por la Comisión Europea desde el año 2017, la iniciativa Universidades Europeas está promoviendo la creación de las llamadas Alianzas Europeas de Universidades. Estas alianzas constituyen proyectos a largo plazo de cooperación entre universidades para mejorar la calidad de la educación superior y contribuir al desarrollo del Espacio Europeo de Educación y a la competitividad de las universidades europeas frente a Estados Unidos, Reino Unido o al Gigante Asiático.
¿Este consorcio ofrecerá titulaciones conjuntas?
Estamos trabajando en programas de movilidad y en ofrecer titulaciones conjuntas. Ya tenemos una titulación relacionada con el urbanismo y las ciudades sostenibles, que esperamos que vea la luz próximamente. También hemos lanzado varios títulos cortos en los que han participado 400 ó 500 estudiantes y ahora de lo que se trata es de escalar estas pruebas piloto.
Hace escasos días el informe PISA alertó del retroceso del alumnado en las competencias clave, estudiantes que luego se sentarán en sus aulas. ¿Le preocupa la situación?
Por supuesto, esto nos tiene que preocupar a todas y a todos, como cuidadanos. Nuestras facultades de Magisterio están trabajando con Educación para poner todo el conocimiento al servicio del Departamento y de nuestro país. Además, estamos trabajando en poner en marcha una Cátedra asociada a la innovación educativa para que nuestros estudiantes aprendan más y mejor y que, por tanto, los resultados sean mejores. Querría subrayar que PISA es sólo un indicador, habla de medianas, que es importante; pero Euskadi tiene uno de los abandonos escolares más bajos de Europa. Hay que estar atentos a la mediana, pero también tenemos que estar atentos al furgón de cola. Digamos que en la retaguardia, el alumnado menos aventajado, Euskadi va bien, pero hay que cuidar muy bien a la vanguardia para sacar lo mejor de cada persona en su nivel educativo.
Entre otras medidas, la propia OCDE aconseja mejorar la vía de acceso a la profesión docente. ¿El MIR para profesorado sigue en la nevera?
Yo ahí no lo sé.
¿Pero existe voluntad política, a nivel ministerial o a nivel CRUE, para sacar adelante este MIR?
Sé que el MIR educativo se ha planteado en el decálogo de medidas de mejoras en las conferencias de decanos y decanas de Magisterio. Es algo que no compete directamente a las universidades pero, desde luego, los rectores y los decanos siempre lo hemos visto con buenos ojos. Otra cosa es que se vaya a hacer, y desconozco si está en la mesa del ministerio o no.
Y de Magisterio a otra de las carreras más demandadas: Medicina. ¿Osakidetza a vuelto a pedirles más plazas para paliar el déficit de profesionales sanitarios?
La UPV/EHU tiene un concierto con Osakidetza que abarca todas las carreras relacionadas con el ámbito de la salud pero el foco, evidentemente, está puesto en Medicina. Tenemos una comisión mixta con Osakidetza al más alto nivel, en la que estoy como rectora, que se reúne dos veces al año, ahora más. El año pasado acordamos incrementar hasta 400 las plazas de Medicina a lo largo de cuatro años, es decir en 2026. Es cierto también que necesitábamos un compromiso para ofrecer unas prácticas en condiciones, necesitábamos más espacio en el hospital de Cruces y en Txagorritxu, cuya Unidad Docente lleva ya demasiado tiempo en una situación transitoria.
¿El curso 2024-2025 habrá otra ampliación?
Estamos trabajando en ello, para ver si en 2024 podemos ampliar plazas o tenemos que esperar al año que viene y mantener el compromiso adquirido. No obstante, este curso hemos ampliado 38 plazas, 7 más de las previstas inicialmente porque el Ministerio de Sanidad amplió el cupo a cargo de los Presupuestos Generales del Estado. Siete plazas más parece algo menor, porque en primero los estudiantes están sentados en un aula, pero no es lo mismo en las prácticas. En los últimos diez años hemos pasado de 250 plazas a las 368 actuales, estamos hablando de más de un tercio de plazas más, de más de 100 plazas más que hace una década. Es un esfuerzo muy grande y por eso necesitamos las infraestructuras adecuadas por parte de la universidad. Y en este sentido, ahí estamos con las obras de la nueva Facultad de Medicina y Enfermería de Basurto, pero también hay que mejorar las Unidades Docentes en los hospitales. Además, el Plan Universitario prevé el inicio de las obras de la nueva Facultad de Medicina de Donostia en 2026 y nos falta Txagorritxu, que tenemos que darle una solución para tener una buena Unidad Docente. Desde luego, a todos nos interesa que esto cuanto antes esté mejor, pero hay tantas necesidades.