“Hemos disfrutado mucho, pero también hemos sufrido mucho”

El pasado 15 de enero vio la luz el primer capítulo de la nueva apuesta de Atresmedia, Cristo y Rey, un repaso -que mezcla realidad y ficción- a la vida de dos de los personajes más míticos de finales del siglo XX, Ángel Cristo y Bárbara Rey. Los actores que les dan vida en esta nueva propuesta, Jaime Lorente y Belén Cuesta, quisieron hablar con la revista ON de cara a este ansiado estreno que, esperan, traslade al espectador las mismas sensaciones que recibieron ellos en un primer momento.

¿Cómo se embarcaron en este proyecto? 

Jaime Lorente: A mí me lo propusieron desde un inicio, me enviaron los guiones y me pareció buena idea. Me gusta cómo son los capítulos y cómo querían tratar la historia. 

Belén Cuesta: A mí me propusieron hacer la prueba, la hice y me cogieron.

Jaime: Y aquí estamos los dos (risas).

¿Qué ha supuesto dar vida a estas dos figuras, especialmente en esa historia de los 80?

Belén: Para mí ha sido una de las cosas más difíciles, absolutamente. Incluso la más, puedo decir ya directamente, que he hecho. Porque es un personaje muy ajeno a mí, con mucha distancia, y además como con muy poco tiempo. Ha sido muy exigente pero también muy fascinante.

Jaime: Ha sido una suerte, pero también un arma de doble filo. Hemos disfrutado mucho, pero también hemos sufrido mucho, porque todo lo intenso acarrea ambas cosas. Y esta es una serie muy intensa.

Entiendo que la preparación para ponerse en la piel de Bárbara Rey y Ángel Cristo tampoco ha sido sencilla.

Belén: No, para mí no. Porque a toda esa parte de estudiar el guion, de analizarlo y de todo el trabajo de texto que hay que hacer, que es lo principal, hay que sumar la parte física de coreografía, de canto… Ha sido muy exigente en todos los sentidos.

Usted, Belén, además ha tenido la oportunidad de hablar con Bárbara Rey y se ha podido preparar el personaje con ella.

Belén: Por lo menos he tenido esa suerte, de hablar con ella, de que me contara sus vivencias, sus sentimientos... Su opinión sobre aquella época, esa relación. Sí, eso ha sido una suerte.

¿Cuánto dirían que bebe de la realidad y cuánto de la ficción o de la imaginación esta historia?

Belén: Yo creo que bebe bastante de ficción. Hay una base de realidad, y los nombres que van a estar alrededor de estos dos personajes son reales, pero hay mucho encuentro de ficción, mucho diálogo ficcionado. Gran parte de su vida quedó registrada, y hay vídeos e imágenes, pero su vida privada, sus encuentros privados, no están. Partiendo de esa base hay mucha ficción. 

En su caso, Jaime, ¿cómo ha sido hacer de domador?

Jaime: Ha sido un reto. Para mí también es, creo, el personaje más complicado que he interpretado. El viaje que plantea la serie desde ese inicio hasta cómo termina, que termina en un lugar absolutamente oscuro y terrible, ha sido muy complicado. He disfrutado mucho haciéndola pero sí que es verdad que también me han salpicado cositas. He ido esquivando cuchillos.

En ese sentido, ¿qué sensación creen que va a producir la serie en los espectadores? ¿O qué sensación les gustaría transmitir?

Jaime: A lo mejor va a producir el mismo efecto que sentimos nosotros en un principio, borrar el prejuicio que teníamos sobre estos personajes. Conocíamos su vida a través de lo que nos habían contado los medios, pero nadie conocía qué había más allá. Por lo menos la serie va a abrir la puerta hacia otro lugar, hacia su vida.

Hablamos de Bárbara Rey y Ángel Cristo, dos iconos de la época. Pero hay otros personajes que también hoy en día siguen dando qué hablar porque es una historia que sigue bastante viva, ¿no?

Belén: Sí, se ve que ha generado mucho interés todavía. Hay personajes que siguen ahí y creo que existe esa presión de ver qué les parece a ellos, porque al final estás contando momentos íntimos de muchas personas.

Jaime: Historia de España (risas).

¿Con qué momento o escena de la serie se quedan?

Jaime: Me quedo con el viaje en sí de la serie.