Henry, un regreso por la puerta grande

El Baskonia está rubricando una temporada de ensueño tanto en el campeonato doméstico como en la Euroliga. Los de Peñarroya tienen licencia para soñar y están afianzados, por méritos propios, entre los ocho mejores clasificados de la Euroliga. Anoche, además, el conjunto de Zurbano volvió a maravillar ante un coloso gracias a un ejercicio de resistencia coral.

El carácter azulgrana se impuso con merecimiento ante los de Itoudis y el hombre que simbolizó ese espíritu no fue otro que Pierria Henry, quien se sumó a la lista tras superar una semana complicada con su viaje a Estados Unidos por asuntos personales y que se unió al resto del equipo justo a tiempo para medirse a su exequipo.

El base de Virginia Occidental, que aterrizó en Estambul un día antes de la contienda ante el Fenerbahce, protagonizó una primera mitad memorable sobre el parqué otomano. Los hombres de Itoudis se ciñeron al plan de flotar a Henry ya que, en teoría, el acierto de cara al aro no es la principal virtud del director de juego. Sin embargo, el azulgrana fue el mejor de los primeros veinte minutos, donde sumó 11 puntos, dos rebotes y otro par de asistencias. Su inconmensurable esfuerzo y su sacrificio fue determinante para frenar la creatividad de los bases del Fenerbahce, que sufrieron su asfixiante defensa.

Pierria Henry se creció ante la forma de marcarlo del cuadro otomano. Tuvo libertad absoluta para recorrer metros con el balón y en la primera mitad se mostró prácticamente infalible para sumar un buen colchón en la renta. Cuando Pi sonríe en la cancha, no hay quien le pare.

NERVIOS DE ACERO

El Fenerbahce, no obstante, aumentó la intensidad y la temperatura de la contienda tras la reanudación. El Baskonia supo sufrir, aguantó los arreones de los locales y en ese contexto físico fue en el que Pierria Henry se mostró como un pilar clave en tareas defensivas. Es cierto que el timón azulgrana no exhibió la misma precisión ofensiva que en la primera mitad, pero su competitividad fue uno de los argumentos por los que el Baskonia firmó el pleno de victorias en su visita a Turquía. Además de colaborar a destajo en la incesante presión, Henry tuvo la frialdad necesaria para manejar las desventajas en el marcador y no precipitarse en exceso en el otro lado de la pista. Su regreso al parqué se notó sobremanera en una fase en la que los nervios pudieron causar estragos.

Henry no estuvo solo sobre el parqué. Peñarroya le hizo coincidir con Howard y Thompson y los tres mosqueteros se encargaron de manejar el ritmo a su antojo. No es de extrañar que en los aledaños del Buesa Arena se respire una ilusión inusitada. En el Baskonia cada pieza suma y, en el caso particular de Henry, encarna como nadie la filosofía que ha dado tantos éxitos al club.