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Hermelo Molero: “Hay gente de 80 años que trafica, pero me preocupa más el de 15”

“Nadie está preparado para encontrar algo de droga entre las pertenencias de su hijo o hija”, dice Hermelo Molero, a donde algunos padres acuden “asustados”
Hermelo Molero, jefe del grupo de drogas de la Ertzainetxea de Bilbao

Por qué la marihuana se expande por Euskadi como el plumero de la pampa o qué empuja a un adolescente a trapichear son dos de las incógnitas que despeja Hermelo Molero tras más de dos décadas al frente del grupo de drogas de la Ertzainetxea de Bilbao.

¿Cuál es la droga que más se consume en Bizkaia y cuál era la más demandada años atrás?

—Dejando aparte el alcohol, que es una droga legal, hemos pasado del hachís a la marihuana, que es ahora mismo la que más se consume.

¿Por qué ha desbancado ahora la marihuana al hachís?

—Porque la marihuana se cultiva aquí y la tenemos muy cerca. Tanto su siembra como su consumo son muy sencillos, mientras que el hachís viene de Marruecos.

Las plantaciones de marihuana proliferan por Euskadi como si fuera una especie invasora.

—Tenemos desde plantaciones pequeñas, para consumo privado, a muy grandes ubicadas en Euskadi, lo que hace que la gente tenga mucho acceso y se masifiquen. También influye que es una droga blanda y la pena, la primera vez, es muy baja. Se queda en menos de un año de cárcel, sin entrada a prisión, y una sanción administrativa. Eso hace que la gente se anime porque la primera vez sale gratis.

¿Cuál es la más grande detectada?

—Retiramos una de diez mil plantas, pero hemos realizado dos operaciones con producto finalizado: una con 600 kilos y otra con 700 kilos de cogollos, que son decenas de miles de plantas.

¿Son difíciles de localizar?

—Lo bueno que tiene la marihuana a nivel policial es que la planta se tira tres meses clavada en un sitio, lo que facilita mucho su localización. Si la plantación tiene un tamaño considerable, se puede buscar a través del robo de fluido eléctrico, que es muy habitual. Además, como un kilo de marihuana abulta mucho, es muy difícil de manipular y transportar sin que sea detectado durante un seguimiento policial. Una cantidad importante de cocaína cabe en el bolsillo, pero con la marihuana necesitas mover mucho volumen.

¿Hay mucho ‘aficionado’ en el sector o la mayoría de la marihuana está en manos de traficantes de cierta entidad?

—Yo distinguiría la parte de consumo particular, que se queda en el País Vasco, y las organizaciones medianas, que hacen su producción para exportar, porque si aquí un kilo de marihuana está en 2.000 euros, en Francia puede valer 3.500, en Alemania 4.500 o 5.000 y en Reino Unido, 6.000 o 7.000.

En Bizkaia operaban en 2022 entre seis y ocho bandas de narcotraficantes. ¿Han detectado últimamente alguna nueva o la cifra se mantiene estable?

—Creemos que hay una menos porque retiramos una el año pasado que traficaba con cocaína. Hubo 34 detenidos, 18 de ellos en Euskadi. Si ha habido una nueva que haya tapado ese agujero, aún no la hemos detectado. Cuando desarticulas un grupo criminal muy organizado cuesta que vuelva a haber otro que llegue a tener ese mismo poder. Respecto a las drogas, la que más dinero da es la cocaína, aunque la marihuana, debido a la cantidad de plantaciones, genera mucha riqueza. Por desgracia, el País Vasco es una referencia con el tema de los sulfatos de la anfetamina, que se distribuyen desde aquí al resto del Estado.

¿Qué le preocupa especialmente a su grupo? ¿Alguna nueva droga?

—Siempre tenemos nuevas drogas, más o menos peligrosas, que son muy de titular de periódico, pero luego quedan en una anécdota. En el grupo de drogas de la comisaría de Bilbao atacamos, sobre todo, la cocaína y la anfetamina, que es lo que más tenemos. Heroína hay, pero es una droga en desuso.

La primavera pasada hablaba de que habían observado un repunte pequeño, pero preocupante, del consumo de heroína. ¿Ha aumentado en este tiempo?

—Mirando las tasas de ocupaciones de drogas, la heroína se mantiene. Ha bajado el consumidor habitual, el antiguo toxicómano, pero se compensa con un repunte de personas que utilizan drogas estimulantes el fin de semana y consumen heroína el domingo para poder dormir y trabajar o estudiar al día siguiente.

En septiembre del año pasado detuvieron a un ertzaina por tráfico de drogas en Bilbao. ¿Se trata de un hecho aislado o ha conocido algún otro caso similar a lo largo de su trayectoria?

—Creo que es un hecho puntual. Dentro de la gravedad del asunto, tenemos que estar contentos porque la Ertzaintza ha sido capaz de detectar el problema, investigarlo, detenerlo y retirarlo, con lo cual el ciudadano se dará cuenta de que tenemos herramientas suficientes para quitar un garbanzo negro del saco, que es lo que hemos hecho. Ha sido un trabajo muy duro, complicado y un poquito desagradable porque a nadie le gusta investigar a un compañero, pero en el momento en que es un traficante deja de ser un compañero.

No es tan fácil, como parece en las películas, que un policía sea corrupto y meta mano en la droga incautada sin consecuencias ¿no?

—No. Por ejemplo, para detener a este compañero nos hemos tirado un año de investigación. No es como en las películas, que ponen una imagen de un seguimiento y cinco minutos después sale el malo con una bolsa donde pone cocaína o con un maletín de dinero a hacer una entrega. Eso no existe. Hay que dedicarle miles de horas de seguimiento a una persona para poder detectar esos intercambios.

¿Qué edad tenía la persona más mayor a la que han sorprendido traficando? ¿Y la más joven?

—Tenemos a algún personaje en el País Vasco al que nosotros hemos detenido ya cuatro o cinco veces y la Policía Municipal otras dos o tres, gente que sale en tercer grado y ya está otra vez traficando. Son relativamente sencillos de detener. Hay gente que tiene 80 años y sigue traficando, pero me preocupa mucho más el chaval de 15 o 16 años porque tiene mucho más recorrido para hacer. El de 80 ya se encuentra en su fase final de la carrera de delincuencia.

¿Hay adolescentes de 15 o 16 años traficando con drogas?

—Sí, claro. A una persona de 20 o 30 años le resulta muy difícil acercarse a un chaval de 15 o 16 para venderle droga. Siempre suele haber, dentro de ese entorno, un joven de la misma edad que hace las funciones de traficante. A veces lo hacen para que su propia droga les salga gratis y otros van evolucionando y ganando dinero. Claro que hay chavales jóvenes que trafican.

¿Cómo dan el paso a trapichear?

—Algunas veces acumulan una deuda porque no pueden pagar el consumo –no les dan dinero sus padres o los tienen muy controlados– y el traficante les dice: Me debes una cantidad de dinero, vas a distribuir esta sustancia y así recuperas. De esa manera pueden consumir gratis. Es algo muy habitual. Hay padres que vienen a hablar conmigo porque han ocupado algo de droga a algún hijo o han detectado que consume, están asustados y no saben cómo reaccionar. Nadie está preparado para encontrar algo de droga entre las pertenencias de su hijo o hija de 14, 15 o 16 años. Hablo con ellos e intentamos dar una solución.

¿Qué les suele aconsejar?

—Aquí lo importante es la edad, la madurez de la persona. No es lo mismo que un chaval con 14 o 15 años tenga acceso a drogas duras, con lo cual está en un precipicio, que unos padres le pillen un porro de marihuana a su hijo o hija de 16 o 17 años. Hay que darle importancia, pero vamos a ser realistas, un porcentaje elevadísimo de nuestra juventud tiene coqueteos con las drogas. Esta es la realidad. Lo demás sería ocultar.

¿De qué forma influye la edad a la que se empieza a consumir?

—Si empiezas a consumir drogas con más edad, habitualmente cuando vas madurando las vas abandonando, porque es algo cíclico. Si tú empiezas consumiendo drogas blandas con 16 o 18 años y llegas a alguna droga dura con la veintena, es muy probable que con 25 años dejes de consumirlas. Si en cambio has empezado con 13 años a consumir drogas duras, seguramente estás abocado al fracaso en todos los parámetros de la vida. Por eso para mí lo más importante es qué edad de inicio tienen los chavales y qué tipo de droga consumen para poder darse cuenta del problema que tienen en casa.

21/02/2023