Rokas es Baskonia y Baskonia es Rokas. Ayer, por enésima vez, el alero azulgrana volvió a demostrar que se encuentra en estado de gracia. Atrás y adelante, cuando atacaba el conjunto vitoriano o cuando lo hacía el griego, fuera cual fuera el lance, ahí apareció Giedraitis para atormentar la mente de los jugadores del Panathinaikos, que no supieron cómo responder a su hiperactividad en los dos primeros cuartos.
Sin embargo, en la primera victoria de los pupilos de Dusko Ivanovic en Euroliga el protagonismo fue para otro lituano. Y es que, cuando el treinta y uno pasó a ser el centro de atención del cuadro heleno, Sedekerskis dejó atrás su habitual timidez para ponerse la capa de héroe y levantar con mucho desparpajo a una escuadra gasteiztarra que había empezado la segunda mitad del partido con un juego muy desdibujado y, sobre todo, un parcial bastante terrorífico en contra.