Las herraduras de caballos son elementos esenciales que protegen los cascos del desgaste y aumentan el rendimiento de los caballos en diferentes actividades. Existen varios tipos de herraduras, cada una diseñada para cumplir funciones específicas y adaptarse a diversas condiciones de estos animales. Además de elegir la herradura adecuada, es fundamental conocer el proceso de herraje y los cuidados de mantenimiento para asegurar el bienestar del caballo.
Estos elegantes y queridos animales han sido el tema principal de conversación de las increíbles historias del deporte que trata cada semana Imanol Arruti en su programa junto a Juan Ramón Cendrero. En el día de hoy han hablado sobre Crossroad, un caballo que tras finalizar varias carreras seguía corriendo a otros lugares.
Durante estas carreras también son de suma importancia las herraduras, por lo que hemos querido tratar los diferentes tipos, consejos de mantenimiento y procesos de herraje que hay que realizar para tener estos animales preparados para todo tipo de actividades.
Tipos y características
Las herraduras de caballos forman parte del día a día de estos animales, por lo que cada variedad debe adaptarse a todas sus necesidades y actividades. Ya sea dependiendo del material con el que están hechas, su forma o los añadidos que tengan, existen diversas clases de herraduras:
Herraduras de acero
Las herraduras de acero son las más comunes y duraderas. Suelen usarse en caballos de trabajo y deporte debido a su resistencia y capacidad para soportar el desgaste en terrenos duros. Son ideales para actividades de alto impacto como el salto, aunque su rigidez puede resultar menos adecuada para caballos con cascos sensibles, ya que ofrecen poca flexibilidad.
Herraduras de aluminio
Más ligeras que las de acero, las herraduras de aluminio reducen la carga en los cascos, lo que facilita movimientos ágiles y rápidos. Son populares en disciplinas que requieren velocidad, como las carreras y el salto. No obstante, su durabilidad es inferior, ya que tienden a desgastarse rápidamente en superficies duras y deben reemplazarse con mayor frecuencia.
Herraduras de plástico o goma
Hechas de materiales más suaves, las herraduras de plástico o goma brindan flexibilidad y absorben mejor los impactos, lo que las hace adecuadas para caballos que trabajan en superficies duras como asfalto. Son ideales para caballos con cascos delicados o en recuperación de lesiones. Su desventaja es que no son tan duraderas y necesitan reemplazo regular.
Imagen de archivo de un caballo.
Herraduras ortopédicas
Estas herraduras están diseñadas específicamente para caballos con problemas en los cascos o en la locomoción, como malformaciones o lesiones. Suelen ser personalizadas y pueden incluir características como barras adicionales o diseños asimétricos que distribuyen el peso de manera diferente. Generalmente, el herrador o veterinario decide el tipo exacto de herradura ortopédica según las necesidades del animal.
Herraduras de invierno
Estas herraduras cuentan con elementos adicionales, como tachones o calzas, que aumentan la tracción en superficies resbaladizas, como nieve o hielo. Algunas también tienen revestimientos especiales para evitar la acumulación de nieve. Son fundamentales para caballos que trabajan en climas fríos o terrenos helados.
Herraduras de barra
Este tipo de herradura incluye una barra en la parte trasera que conecta ambas ramas, proporcionando mayor soporte al talón y la estructura del casco. Su diseño es útil para caballos con problemas en el talón o el síndrome navicular, ya que mejora la estabilidad y distribuye el peso en el casco.
Consejos de mantenimiento
Con el paso del tiempo, las herraduras se desgastan y conviene realizar procesos de mantenimiento con cierta frecuencia para evitar que el caballo sufra dolor o molestias en sus cascos. Por ello, es importancia inspeccionar todas las herraduras al menos dos veces al mes y comprobar si hay algún clavo suelto o si existe un desgaste excesivo.
También es recomendable limpiar los cascos cada día. Esto se debe principalmente a que cuando el caballo camina o trota por diferentes terrenos, los cascos pueden llenarse de suciedad como piedras o barro que pueden acumularse y acelerar el desgaste de la herradura. Llevado al extremo, también puede generar infecciones.
Otro de los puntos clave para mantener las herraduras en perfecto estado es evitando terrenos inadecuados, es decir, todos aquellos que cuentan con superficies extremadamente ásperas o resbaladizas.
Finalmente, pero no por ello menos importante, mantener el contacto con herradores profesionales ayuda a mantener las herraduras como el primer día. Es recomendable herrajar al caballo cada seis a ocho semanas, aunque esto puede variar dependiendo de su crecimiento y desgaste.
Proceso de herraje
El herraje es el proceso de colocar las herraduras y es recomendable llevarlo a cabo con un herrador profesional. A grandes rasgos, el proceso es el siguiente:
- Preparación del casco: el herrador limpia el casco y recorta el exceso de crecimiento. Esto permite que el casco esté en su forma adecuada y evita el riesgo de infecciones.
- Ajuste de la herradura: la herradura se ajusta para que coincida perfectamente con la forma del casco. Como cada caballo tiene una forma diferente en sus cascos, algunas herraduras requieren modificaciones específicas para adaptarse al tamaño y forma del casco.
- Colocación y fijación: el herrador coloca la herradura en su posición y la fija al casco utilizando clavos especializados. Es importante que los clavos estén colocados correctamente para no causar dolor ni dañar el casco.
- Revisión y ajustes finales: el herrador verifica que la herradura esté bien colocada y que no haya bordes o clavos que puedan incomodar al caballo.