Donostia – Sin nostalgias ni tristeza. Con mucha alegría y grandes dosis de emoción. De aquel local en Gamarra acondicionado como se pudo para los primeros ensayos a lo que nadie sabía qua iba a ser a un recinto en Mendizabala (Gasteiz) en el que, junto a 15.000 personas, compartir la despedida de un grupo mítico. Hertzainak dice adiós.
Una fiesta con todas sus letras. Es lo que la banda quiere que sea este día. Bueno, como el propio Josu Zabala decía en estas mismas páginas hace poco: “un fiestón”. Además, uno que no solo se quede en el concierto final, sino que empiece ya desde el mediodía en el Casco Viejo, entre las calles donde el grupo gasteiztarra nació y creció. Por eso, ya desde las 13.00 horas se abrirá un primer escenario en la plaza del Machete.
A las 19.00 horas se abrirán las puertas del recinto de Mendizabala, una gran carpa en la que se lleva trabajando desde hace un par de semanas. Será a las 20.00 horas cuando, siguiendo la misma estructura de los conciertos en el BEC, tomen la palabra los invitados a la ocasión. Por las tablas irán pasando Peru Abarrategi, Manex Agirre, Paula Amilburu, Xabier Amuriza, Juantxo Arakama, Jon Basaguren, Dupla, Iñigo Etxezarreta, Xabi Igoa, Joseba Irazoki, Miren Narbaiza, Ruper Ordorika, Oihane Perea, Mikel Urdangarin e Iñaki Viñaspre.
A eso de las 22.00 horas llegará el gran momento. Zabala, Gari y Txanpi harán acto de presencia junto a Bingen Mendizabal, Miguel Moyano y Oier Aldekoa, unidos al proyecto para la ocasión, igual que pasa con Alos Quartet. Entre todos ellos –y alguna que otra sorpresa– se afrontarán unas dos horas intensas.
Se pondrá así punto final a una iniciativa que, sin quererlo, empezó a tomar forma en febrero de 2019. Tras la disolución de los gasteiztarras en 1993, el grupo no se había vuelto a juntar en un escenario, salvo para tomar parte en 2012 en el homenaje que se le hizo a Tito Aldama tras su fallecimiento. Hace tres años, sin embargo, Gari invitó a Zabala a tomar parte en su recordado concierto en el Arriaga.
Ahí se puso sobre la mesa la posibilidad de hacer una gira especial. Es verdad que la pandemia aplazó y modificó los planes. Fueron más de 32.000 las personas que acudieron a los dos conciertos de Barakaldo (16.000 cada jornada). Hoy en Gasteiz, donde todo comenzó, se van a sumar otras 15.000 voces, habiéndose quedado gente fuera que todavía sigue buscando algún pase libre de última hora.
“Esto es un fiestón imparable e impagable. Es una emoción total”. Josu Zabala lo tiene claro. Así que todo está preparado para vivir una jornada llena de sonidos y emociones, para convertir Vitoria en un gran escenario de sí misma, no solo de Hertzainak. Cuando pasada la medianoche las luces se apaguen, la música seguirá sonando. Siempre. l