Mendizorroza puesto en pie y coreando su nombre. Emociones a flor de piel en el fortín albiazul. El estadio del Paseo de Cervantes ofreció un más que merecido homenaje al que fuera su capitán hace dos cursos. Tributo con honores para Manu García.
Los 11.310 aficionados que se dieron cita ayer en el campo babazorro aclamaron al jugador gasteiztarra en su primer partido en la que fue su casa tras su salida del Deportivo Alavés. Una ovación cerrada para uno de los nuestros. Toda una leyenda que gracias a su pundonor y entrega se ganó el corazón de los seguidores albiazules, que ayer pudieron demostrar su cariño con el merecido homenaje que le tributó el club instantes antes de que diese comienzo el partido.
Haritz Querejeta entregó al jugador del Mirandés una camiseta con el dorsal 308, la cifra de sus partidos jugados con la elástica albiazul en Primera División. Manu, algo abrumado por la situación, tardó en salir al centro del terreno de juego para recibir el caluroso aplauso de los futbolistas y del público. Se le vio emocionado y tímido al bravo jugador vitoriano, quién devolvió con aplausos las numerosas muestras de cariño, mientras se dirigía de nuevo al banquillo. Todo Mendizorroza al unísono seguía coreando su apellido en ese instante. El speaker cantaba su nombre y tras una breve pausa era la fiel hinchada albiazul, quien en perfecta sincronización gritaba a pleno pulmón Garcíaaaaaaaaaa. Mendizorroza no le olvida y ayer se lo agradeció con este detalle.
Un detalle que también ha tenido el Mirandés con él, ya que podrá lucir el dorsal 19 que ya utilizó durante su etapa en el Glorioso. Un equipo que ayer pudo comprobar como su hinchada no le abandona. Pese al horario nocturno, lo que causó cierto malestar en el aficionado albiazul, y el hecho de disputarse el encuentro en plenas vacaciones de agosto, Mendizorroza registró una notable entrada y 11.310 aficionados se acercaron para ver el estreno del Alavés en casa tras el descenso a Segunda División.
La vida sigue igual. La fidelidad se mantiene. Eso sí, lo que ha variado es el aspecto de la mascota albiazul. El zorro babazorro ha sufrido ciertos retoques y se le ve algo cambiado. Pequeños detalles nada más. La esencia la mantiene. Siempre amable y animando. Uno más en la grada. Lanzando mensajes de apoyo al equipo como hizo ayer otro histórico del Alavés, el guardameta argentino Martín Herrera, portero albiazul durante la histórica final de Dortmund ante el Liverpool. El que fuera Herrera de la Liga tampoco quiso perderse el merecido tributo a Manu García.