El diputado general alavés, Ramiro González, junto con el director de los Bomberos de Álava, Alberto Amenabar, han acudido en la mañana de este jueves a Malkuartu, donde se ubica el caserío que incendiado esta madrugada y del que hasta el momento se han recuperado dos cadáveres de las tres personas de las que se tiene constancia que estaban en la vivienda cuando sucedió la tragedia.
"Nos hemos acercado hasta Malkuartu para ver in situ la situación y dar ánimos y acompañar a la familia", ha señalado el diputado general. Según ha dicho, "ha sido un incendio tremendo; hacía muchos años que no teníamos un incendio tan grave en Álava y con víctimas mortales", por lo que "hoy nos invade a todos y a todas, especialmente a los vecinos y vecinas de Okondo y de todo Ayala, una sensación de tristeza muy fuerte, por la forma en que han ocurrido los hechos y por cómo han sufrido estas personas las consecuencias de este incendio".
Según ha señalado González, las víctimas pertenecen a " una familia muy conocida y muy querida en Okondo", que "está llevándolo con entereza pero con mucho dolor, por las circunstancias del incendio".
Tres hermanos de 80, 82 y 85 años
Por su parte, Amenabar ha relatado que un vecino ha llamado a los bomberos a las 4.30 horas de la madrugada para alertar de que un caserío estaba en llamas. "Cuando han llegado ya estaba la casa totalmente colapsada y en llamas", ha señalado Amenabar, quien ha confirmado que en el interior había tres hermanos , dos hombres y una mujer, de 80, 82 y 85 años, "a priori los tres fallecidos".
Los dos hombres, solteros, y la mujer, que tenía dos hijas y un hijo, se encontraban presumiblemente en la zona de las habitaciones del primer piso. Bajo esta estructura, ahora derruida, han aparecido los dos cadáveres calcinados.
El Ayuntamiento de Llodio ha prestado maquinaria para desescombrar las ruinas del caserío, en serio peligro de colapso total, y los bomberos tratan de "encontrar cuanto antes a la tercera víctima".
En cuanto a las causas del siniestro, que no ha causado daños en los caseríos colindantes, es la Ertzaintza la encargada de la investigación.