La ONG Human Right Watch (HRW) ha denunciado la detención de cientos de personas en la marcha del Orgullo de Estambul el pasado 26 de junio, en una "muestra radical de violencia y discriminación" contra el colectivo LGTBI.
Según datos de la organización, el número de arrestos ha sido "tres veces el total" de detenidos durante las siete marchas anteriores del Orgullo de Estambul. Treinta y cuatro de los arrestados eran jóvenes menores de 18 años, según Kaos GL, una organización turca de derechos LGBTI.
Los funcionarios locales habían prohibido la marcha alegando "preocupaciones de seguridad", así como "la necesidad de mantener el orden público". El Orgullo de Estambul, que en su apogeo en 2014 acogió a más de 100.000 participantes, está prohibido desde 2015, a pesar de que llevaba más de 20 años celebrándose, según ha informado la ONG en un comunicado.
"La represión del Gobierno turco contra el Orgullo de Estambul es la última de una campaña brutal contra el activismo por los derechos LGBTI y la libertad de expresión", ha sostenido el investigador sobre derechos LGTBI de HRW Kyle Knight, que ha subrayado que las autoridades turcas "tienen la responsabilidad de proteger a las personas LGBT y a los periodistas por igual".
Varias organizaciones de Derechos Humanos denunciaron en Twitter la retención de activistas en vehículos sin aire acondicionado durante horas. Asimismo, los abogados que intentaron liberar a los arrestados se habían encontrado con agresiones policiales, según ha detallado HRW en el escrito.
"Represiones similares en los eventos del Orgullo se han producido en Turquía este junio. La Policía cerró la proyección de una película que formaba parte de la semana inaugural del Orgullo de la ciudad de Datca e intervino físicamente a quienes intentaban hacer una declaración a los medios", ha agregado.
"Si bien los activistas por los derechos LGBTI han demostrado un coraje y una tenacidad increíbles frente a la brutalidad del Gobierno, no deberían tener que arriesgar su bienestar para ejercer sus derechos fundamentales (...) El Gobierno debe defender el derecho a la libertad de expresión, incluido el cese inmediato de toda violencia y discriminación contra las personas y grupos LGBTI", ha sentenciado Knight.