La organización Human Rights Watch (HRW) acusó este lunes a los guardias fronterizos saudíes de haber matado a balazos a cientos de inmigrantes y solicitantes de asilo etíopes en la frontera con el Yemen entre marzo de 2022 y junio de 2023, una cifra que incluye mujeres y niños.
Así lo señaló la ONG en un informe en el que subrayó que el gasto de miles de millones de dólares en eventos deportivos y el fichaje de estrellas del fútbol por parte del reino árabe para "lavar su imagen", "no debe desviar la atención sobre esos crímenes".
"Esos asesinatos, que parecen continuar, serían un crimen contra la humanidad si se cometieron como parte de una política del gobierno saudí de asesinar a inmigrantes", dijo el informe de 73 páginas, titulado "'Dispararon contra nosotros como la lluvia': Asesinatos masivos de migrantes etíopes por Arabia Saudí en la frontera saudí-yemení".
"Los funcionarios saudíes están matando a cientos de migrantes y solicitantes de asilo en esta zona fronteriza remota fuera de la vista del resto del mundo", dijo la investigadora de derechos de refugiados y migrantes de HRW, Nadia Hardman.
Advirtió también que "gastar miles de millones comprando golf profesional, clubes de fútbol y grandes eventos de entretenimiento para mejorar la imagen de Arabia Saudí no debería desviar la atención de estos crímenes horrendos".
"Si bien HRW ha documentado asesinatos de migrantes en la frontera con Yemen y Arabia Saudí desde 2014, los asesinatos parecen ser una escalada deliberada tanto en la cantidad como en la forma de los asesinatos selectivos", agregó.
La ONG afirmó que entrevistó a 42 personas, incluidos 38 migrantes y solicitantes de asilo etíopes que intentaron cruzar la frontera entre el Yemen y Arabia Saudí entre marzo de 2022 y junio de 2023, y analizó más de 350 videos y fotografías publicados en las redes sociales o recopilados de otras fuentes, así como varios cientos de kilómetros cuadrados de imágenes satelitales.
Los migrantes y solicitantes de asilo dijeron que cruzaron el golfo de Adén en embarcaciones no aptas para navegar, los traficantes yemeníes los llevaron luego a la gobernación de Saada, bastión de los insurgentes hutíes yemeníes, en la frontera con Arabia Saudí.
Muchos dijeron que las fuerzas hutíes trabajaban con los contrabandistas y los extorsionaban o los trasladaban a lo que los migrantes describieron como centros de detención, donde se abusaba de las personas hasta que podían pagar una "tarifa de salida" hacia la frontera saudí, según la ONG.
"El informe encontró que los guardias fronterizos saudíes han usado armas explosivas para matar a muchos migrantes, y dispararon a otros a corta distancia, incluidas muchas mujeres y niños, en un patrón generalizado y sistemático de ataques", añadió.
Según el documento, los saudíes también dispararon armas explosivas contra los migrantes que intentaban huir de regreso a Yemen, país que vive un conflicto armado desde hace ocho años, y en el que una coalición militar árabe liderada por Arabia Saudí interviene desde 2015.
Alrededor de 750.000 etíopes viven y trabajan en Arabia Saudí. Si bien muchos migran por razones económicas, algunos han huido debido a graves abusos contra los derechos humanos, incluso durante el reciente conflicto armado en el norte de Etiopía.
HRW pidió que el reino árabe "revoque de inmediato y con urgencia cualquier política de uso de fuerza letal contra migrantes y solicitantes de asilo", e instó a los países interesados a " presionar para que se rindan cuentas y la ONU debería investigar".