Los profesores navarros han salido esta mañana a las calles a pesar de la lluvia para que el Gobierno de Navarra dote de más recursos a la educación pública en una jornada de huelga. Cuatro manifestaciones han partido a las 10:00 de la mañana desde distintos puntos de Pamplona (Txantrea, Rochapea, Barañáin y Mendillorri) y han confluido frente al departamento de Educación. Una escena que se está repitiendo en las cabeceras de comarca: Altsasu, Elizondo, Lizarra, Tafalla y Tudela. La manifestación unitaria tendrá lugar en la capital navarra por la tarde, a partir de las 18:00, desde la plaza de la Cruz.
Según el Gobierno de Navarra, un total de 2.843 docentes de la red educativa pública sobre una plantilla total de 10.705 han secundado el paro. Según han indicado desde el Ejecutivo foral, el porcentaje de respaldo al paro ha sido, por lo tanto, de un 26,5 %.
Reivindicaciones
Todos los sindicatos de la educación pública -Steilas, ANPE, Afapna, LAB, CCOO, ELA y UGT-, han reclamado unas condiciones laborales "dignas" para el profesorado con el objetivo de "atender adecuadamente a las necesidades reales de todo el alumnado".
"Han pasado ya dos cursos desde que todas las organizaciones sindicales de la educación pública de Navarra planteamos una serie de demandas que consideramos urgentes para la mejora de la calidad educativa en las aulas y de las condiciones de trabajo del profesorado: bajada de ratios, reducción de la sobrecarga laboral, reducción de la interinidad y recuperación del poder adquisitivo perdido, tasado y reconocido por la propia Administración en el 15% desde 2010", han recordado en un manifiesto.
"Queremos atender a nuestro alumnado en toda su diversidad, preparar las clases, inventar materiales novedosos y motivadores, emplear aplicaciones digitales didácticas, atender a las familias, pero la incesante sobrecarga laboral impuesta por el Departamento de Educación nos impide hacer bien nuestro trabajo. No podemos más", han criticado.
Han criticado que, tras "numerosas reuniones" con Educación el curso pasado, "lo único que conseguimos fue el incremento de 38 profesoras y profesores para toda Navarra". Algo "completamente insuficiente". "La educación pública tiene que ser garantista y debe atender adecuadamente a las necesidades reales de todo el alumnado, y para ello es fundamental que tengamos unas condiciones laborales dignas", han defendido.
Los sindicatos han destacado que "a día de hoy seguimos esperando a que el Gobierno de Navarra dote de más recursos para cuidar nuestra educación pública". Han advertido que "ha conseguido que se nos agote la paciencia y no nos detendremos hasta que se atiendan las demandas tanto de las organizaciones sindicales -que representamos a más de 10.000 docentes- como de los partidos políticos del arco parlamentario".
Tensión entre Gobierno y sindicatos
La huelga de hoy ha llegado sin avances en la negociación y en un ambiente de tensión con el Gobierno de Navarra. El ejecutivo denunció el martes que los representantes sindicales se levantaron de la reunión sin siquiera escuchar las propuestas del consejero y ayer recibieron en un acto público a la presidenta María Chivite entre pitidos y carteles de protesta.
Steilas, ANPE, Afapna, LAB, CCOO, ELA y UGT aseguran que el ejecutivo hace caso omiso a las peticiones, que se resumen en bajada de ratios de alumno por aula, recuperación de poder adquisitivo, reducción de la sobrecarga laboral y estabilización de la plantilla. Unas exigencias que el consejero Carlos Gimeno considera desproporcionadas aunque asegura que su Gobierno tiene "la mano tendida".
Gimeno afirmó ayer que la convocatoria de huelga es "una medida desproporcionada en cuanto a los salarios que reciben los profesores, en cuanto a los ratios que hay en el sistema educativo navarro y en cuanto a las cifras de estabilización, que son absolutamente extraordinarias las tres variables". Solamente la reducción lineal de ratios que piden los sindicatos costaría, según el ejecutivo, 131 millones de euros. Por otra parte, el consejero ha confiado en que la jornada de huelga "se desarrolle con normalidad" y ha expresado su "confianza absoluta en los directores y las directoras de los centros para que establezcan los servicios mínimos".