El Gobierno de Hungría anunció este miércoles el estado de emergencia energética, lo que incluye una serie de medidas, entre otras, que los hogares privados que gasten más energía que el promedio, tendrán que pagar más por el gas y la electricidad.
"El Gobierno anuncia el estado de emergencia energética, para poder defender los precios topes de energía para la población" a partir de agosto de este año, dijo el ministro de Gobernación, Gergely Gulyás, ante la prensa en Budapest.
El ministro agregó que "está claro que en Europa no habrá suficiente gas para la temporada de calefacción del otoño e invierno, por lo que el Gobierno aprobó un paquete de siete puntos".
Este paquete incluye el aumento de precio de gas y electricidad, en el caso de todos aquellos hogares que consumen más energía que el promedio de Hungría, y el aumento de la producción de gas de 1.500 millones de metros cúbicos hasta los 2.000 millones.
El paquete también introduce la prohibición de exportación de portadores de energía, aumenta la producción de lignito, reinicia el funcionamiento de la planta de carbón de Mátrafüred y solicitará la prolongación de funcionamiento de la planta nuclear de Paks.
Los cuatro bloques de la planta actualmente cuentan con autorización de funcionamiento hasta fechas de entre 2032 y 2037.
En el caso de los hogares el gasto promedio es de 210 kW por mes en el caso de la electricidad y de 144 metros cúbicos de gas mensuales.
El precio máximo de la energía fue introducido por el Gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán en 2013.
Hungría se opuso por largo tiempo contra la inclusión del embargo del petróleo en el sexto paquete de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania, pero finalmente recibió, junto a otros países de la región una excepción.
Hungría compra de Rusia el 65 % del petróleo y el 85 % del gas que utiliza y el Gobierno se opone categóricamente a un posible embargo europeo contra el gas ruso.