Casi un año después de que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, remitiera en pleno agosto una carta a la presidencia del Consejo de la UE para que incorpore al euskera, catalán y gallego al régimen lingüístico de la Unión, esto es, que les dote de la categoría de idiomas oficiales y de trabajo, estas lenguas volvieron a recibir ayer lunes un jarro de agua fría de la Hungría de Orbán, el país que a partir del lunes ostentará la presidencia de los Veintisiete.
Fue en el encuentro en el que el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, mantuvo con su homólogo húngaro para abordar la petición de España sobre la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la Unión Europea, de cara a la presidencia rotatoria que Budapest asumirá desde el próximo 1 de julio.
“Reunión con mi homólogo húngaro, Péter Szijjártó. Hemos hablado sobre la prioridad de España de que el catalán, euskera y gallego sean oficiales en la UE y cómo abordarlo durante la próxima presidencia húngara del Consejo UE”, escribió Albares en su cuenta oficial en la red social X.
Todo lo que consiguió de la reunión fue un acordar “trabajar juntos con este objetivo”, o sea, en la práctica nada de nada.
El embajador de Hungría ante la UE, Bálint Ódor, ya dijo la pasada semana que en principio su país no tiene intención de debatir la propuesta del Estado durante su presidencia, que empezará el 1 de julio y terminará el próximo 31 de diciembre.
“No existe la intención”, aunque “si hay una necesidad de debatirlo, lo pondremos en la agenda”, aseguró el embajador. El embajador se escudó en que “la mayoría de países no quieren volver a tratar la cuestión hasta que los servicios jurídicos del Consejo de la UE le entreguen su análisis jurídico” y sostuvo que “son varios los países que mantienen dudas legales y políticas sobre la propuesta”.
Compromiso insuficiente
Respecto a las críticas de que Exteriores no hace lo suficiente para que el euskera, además del catalán y gallego sean lenguas oficiales en la UE, Albares negó que eso sea así. En este sentido, recordó que su ministerio lleva desde que el Estado español ostentó la presidencia rotatoria de la UE el último semestre de 2023, tratando de convencer a los socios europeos de que la incorporación del catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales de la Unión Europea (UE) es un caso “único” que se “circunscribe exclusivamente a España” y que no se podrá trasladar a las posibles reivindicaciones que puedan hacer otras minorías de países europeos.
En todas las cumbres que se ha discutido esta medida lo único que Albares ha conseguido arrancar del resto de países de la UE, es el compromiso de seguir resolviendo cuestiones a nivel técnico, como el coste de la medida.
El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, considera que los argumentos para que el catalán, el gallego y el euskera se conviertan en idiomas oficiales de la Unión Europea son “sólidos y legítimos” y pidió al Partido Popular que apoye la reivindicación en el club comunitario, algo que hasta la fecha ha caído en saco roto ya que los populares se niegan en redondo en aceptarlo.
La cronología
17 agosto 2023. Albares pide al Consejo de la UE que incluya el catalán, el gallego y el euskera como lenguas oficiales.
26 septiembre 2023. El titular de Exteriores vuelve a plantear el compromiso de que estas lenguas sean oficiales en Europa, y considera que se ha avanzado, ya que ningún país de la Unión puso ningún obstáculo ni planteó ningún veto a la propuesta.
26 octubre 2023. Albares defiende en diez minutos la oficialidad del euskera, catalán o gallego en la UE pero se vuelve a mostrar con las reticencias de algunos de los socios de la UE.
24 mayo 2024. Albares admite que la oficialidad de las lenguas en la UE puede llevar “años” y pide la colaboración del PP.