Izquierda-Ezkerra presentará una moción en el próximo pleno para que el Ayuntamiento de Tudela se comprometa a solicitar al Gobierno la declaración de Bien de Interés Cultural para la necrópolis islámica mudéjar de Tudela "a la mayor brevedad". La muqbara, que según los cálculos de los arqueólogos podría contar con entre 5.000 y 6.000 fosas, se encuentra en el cerro de la Torre Monreal y ocuparía una superficie de al menos 32.500 m2.
Igualmente el grupo municipal de I-E pedirá un compromiso a Navarra Suma para que se comprometa a "poner en marcha proyectos para el estudio, excavación, conservación, investigación y análisis de la necrópolis islámica con el fin de ponerla en valor y evitar así su deterioro", buscando la colaboración de otras entidades.
opciones de divulgación
Pese a que el descubrimiento se realizó en junio de 2019 (y 70 fosas más aparecieron el pasado mes de mayo), el Ayuntamiento no ha dado ningún paso para poner en valor este descubrimiento, pese al ofrecimiento de los arqueólogos responsables del hallazgo que la calificaron como "la mayor necrópolis musulmana urbana del Norte de la península". A día de hoy no se ha colocado ninguna placa en el lugar, ni se identifica y toda información se reduce a una conferencia que ofreció el responsable del yacimiento Oscar Sola en el mes de octubre.
Esta necrópolis fue usada por los tudelanos y tudelanas musulmanes que vivieron durante más de 400 años, entre los siglos XI al XVI. Asimismo los arqueólogos también realizaron diferentes catas en toda la parte alta del Barrio de Lourdes, dado que la muqbara ocupa la extensión entre la avenida del Barrio de Lourdes y los parques de Torre Monreal y Corazón de María.
Precisamente en la conferencia que Sola impartió en la Casa del Almirante, dentro de las Jornadas de las Tres Culturas, ofreció a la concejala de Turismo diversas herramientas con las que ellos ya contaban, para dar a conocer y poner en valor estos restos. Entre el abanico de posibilidades que se pueden ofrecer para mostrar estos restos, o los que se descubran en un futuro, se encuentran desde ofrecer una aplicación en la que con tecnología 3D se pueda analizar cada una de las tumbas, hasta crear un recinto cubierto donde se enseñen las tumbas y fosas que se encuentran entre los pinares del Corazón de María.
"¿Por qué no sacar provecho de estas excavaciones?", se preguntó Sola e indicó que entre los hallazgos se encuentran "piezas de museo de primer nivel" que convierten a toda esta zona en "un lugar excepcional". En este sentido afirmó que una vez realizadas las catas (24 de las 46 que se acometieron resultaron positivas) "se puede ya avanzar en dar protección legal a toda la zona, ya delimitada, un paso que deben realizar de forma conjunta el Gobierno de Navarra y Ayuntamiento, para evitar futuras construcciones y poder salvaguardar las posibles fosas aún enterradas. Contiene un patrimonio arqueológico de primer nivel para atraer al turismo. El recurso y el tesoro está, ahora queda por ver cómo le damos forma a ese recurso".
la historia
Esta zona, apartada de la ciudad y situada en un lugar elevado, alejado de los ríos que cruzan Tudela, y desde donde se podría contemplar toda la ciudad fortificada, se convirtió en terreno para enterrar a decenas de miles de personas durante 500 años hasta que en 1516 fueron obligados a convertirse y abandonar sus ritos y costumbres (pasaron a ser moriscos) o ser expulsados.
Durante dos siglos (IX a principios del XI) habían enterrado a sus familiares en la zona de Herrerías que quedaba al otro lado del foso defensivo, dejando a su espalda el río Queiles. En total consideran que tiene una extensión de, al menos, 32.500 m2 donde se encuentran fosas de la época, de los que en 21.100 m2 pueden encontrarse aún restos, dado que en los 11.400 restantes se han construido viviendas, aceras o calles. De esos 21.100 m2, Oscar Sola estima que en 10.500, que es la extensión del parque y arbolado que se encuentra junto al Corazón de María, puede haber entre 5.000 ó 6.000 fosas susceptibles de ser descubiertas, desenterradas y analizadas, dado que no afectarían a la ciudad. Sola defiende el gran potencial histórico, turístico y económico que podría suponer para la ciudad poner en valor esta necrópolis, como se ha realizado en otras localidades como Lucena, "existe un amplio abanico de posibilidades para la puesta en valor de esta zona y de estos restos", explicó en la conferencia del mes de octubre.