Iberdrola abonará este mes una paga extra de 1.000 euros a todos sus empleados en el Estado correspondiente a este ejercicio 2022, un pago con el que busca suavizar el impacto de la coyuntura macroeconómica sobre sus trabajadores. Esta medida extraordinaria, comunicada por la compañía en su web interna, repercutirá así en los casi 9.000 empleados del grupo energético en el Estado.
Además, Iberdrola ha ampliado sus medidas de conciliación laboral, flexibilizando la modalidad de teletrabajo, abriendo a todos los técnicos cualificados el horario flexible e impulsado el Trabajo Ocasional Remoto.
Asimismo, la eléctrica ofrecerá también 50 euros al mes para el pago de guarderías hasta que el niño cumpla tres años, incrementará el número de beneficiarios de las ayudas para la compra de vehículo eléctrico y pagará el 100% de las tasas de exámenes oficiales de idiomas para hijos.
Los beneficios sociales son una parte crucial para los trabajadores de Iberdrola, con programas de bienestar, seguro de vida, plan de pensiones y seguro médico. Además, Iberdrola ha potenciado la conciliación de la vida personal, con jornada continua, coberturas por incapacidad y bajas de maternidad. En todos los países en los que está presente Iberdrola cuenta con una plantilla total directa de cerca 40.000 personas. Además, la compañía se ha comprometido a contratar a 12.000 personas hasta 2025.
Este anuncio se produce después de que hace unas semanas CCOO de Industria y UGT-FICA exigieran a la energética una revisión salarial que garantice el poder adquisitivo de la plantilla y compense el impacto del IPC. Ambos sindicatos no firmaron el actual convenio colectivo de Iberdrola porque consideraron que reducía los salarios de entrada un 10% y devaluaba un 12,4% los salarios de sus trabajadores.
Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 3.104 millones de euros en los primeros nueve meses del año, lo que representa un incremento del 29% con respecto al año anterior.