LOS objetivos son altos. Mucho: de 5.985 y 6.012 metros. Pero las metas finales son aún más elevadas: demostrar que la montaña recibe a todo el mundo, sea cual sea su procedencia o sea cual sea su capacidad física o mental. Y estas pretensiones son las que mueven, hasta tan arriba, al club getxotarra Ibilki, que acumula más de una década desarrollando actividades culturales relacionadas con el montañismo inclusivo, en las que participan personas con diversidad funcional, de diferentes culturas y hasta gente sin hogar. El próximo reto es mayúsculo: viajar hasta Argentina para intentar coronar el Cerro del Volcán Galán (5.985 metros) y Cerro Nevado de Laguna Blanca (6.012 metros) con personas con discapacidad visual.
Entre ellas está Ridouane Chakouch, un hombre de origen marroquí que vive en Barakaldo desde hace 20 años. “Tiene retinosis pigmentaria, ve muy, muy poco, como cuando miramos a través de un tubo; ese círculo es lo que él logra ver. También tiene fotosensibilidad, así que cuando hay mucha luz no ve nada y, al mirar hacia abajo pierde prácticamente la visión, por lo que para bajar de la montaña, casi no ve”, describe Christian Lauro Rodríguez, uno de los apoyos fundamentales de Ridouane en las altas cotas. Su luz. Es guía de montaña, asesor en cuestiones de discapacidad de la Federación Vizcaina y Vasca de Montaña, además de ser miembro fundador del club Ibilki. Este guatemalteco asentado en Algorta desde hace 13 años también forma parte de esta expedición y, de hecho, con él nació esta aventura de aires casi imposibles.
“Durante la pandemia dieron conmigo unos chicos de Argentina que estaban interesados en hacer actividades de montaña con personas con discapacidad y les di unos talleres on line. Ellos fueron haciendo la parte práctica y se pusieron a hacer montaña, montaña y montaña. Mantuvimos el contacto y me empezaron a decir que teníamos que ir algún día a Argentina. Y en julio, nos decidimos: ¡Venga, vamos! En tres meses hemos armado todo”, sonríe Christian. Y todo es todo, porque es un proyecto “totalmente autogestionado”, que comienza a tomar tierra ya mismo, porque Christian, Ridouane y Ruth de la Hera –la getxotarra que completa este equipo– llegarán hoy miércoles a Argentina.
Sinergias
Allá les espera la asociación X más inclusión. Y pasarán del contacto virtual al físico. Seis miembros de ese colectivo, entre ellos, Gustavo Maidana, que es ciego, ascenderán también el Volcán Galán y el Cerro Laguna Blanca y la voz inclusiva de ambas agrupaciones gritará más fuerte. “En Argentina y Chile está la ruta que llaman de los seismiles, que es una fila de montañas de Los Andes a donde va todo el mundo: el Aconcagua y demás. Pero estas son dos montañas de las pocas que están separadas de esa cordillera, están aisladas y no va nadie. De hecho, una de ellas, El Cerro Laguna Blanca, oficialmente solo se ha subido diez veces y la otra es, en teoría, el volcán más grande del mundo, porque solo su cráter mide de diámetro 43 kilómetros. Hay partes con vapor y varios ríos termales y hasta ahí sí suele ir gente, pero hasta la cumbre van muy pocas personas. Hasta el año 2018, por lo que he estado leyendo, parece que solo 30 personas lo habían hecho”, traslada Christian.
El reto de por sí es apasionante, pero hay otro factor que explica por qué Ibilki y X más inclusión se decantaron por estas cimas. “En sus bases y en las cumbres han encontrado vestigios hincas y nos llamó la atención por nuestro proyecto multicultural”, apunta el guía del club getxotarra. Pero la experiencia en Argentina alcanzará aún niveles más elevados, tal y como desvela él mismo: “Vamos a estar conviviendo con dos comunidades indígenas en la provincia de Catamarca, con quienes también vamos a hacer actividades de montaña”. Para redondear la experiencia, Christian va a impartir un taller de montaña inclusiva en la EAAM/Escuela Argentina de Actividades de Montaña, de Buenos Aires.
El próximo día 18 finalizará la expedición e Ibilki habrá conquistado otra cumbre más derribando barreras. De hecho, el año pasado ya hollaron el Monte Toubkale, en Marruecos, y al que acudió también Ridouane. Ese fue el principio. Ahora, suma y sigue.