Arrieta ha comenzado la temporada subiéndose a lo más alto del cajón. Solo tiene 18 años, pero ya sueña con tener una carrera profesional como la de su padre.
Igor Arrieta, hijo del ex-ciclista y director deportivo del Movistar, José Luis Arrieta, nació en Uharte Arakil en 2002. Con tan solo 18 años acaba de ganar la Volta a Castellò, metiéndose en el bolsillo dos etapas, y se llevó el prestigioso Trofeo Loinaz hace un par de semanas. Pertenece a la generación española que empieza a despuntar en el ciclismo profesional, pero él no tiene prisa por quemar etapas.
¿Cómo se siente tras un debut tan bueno? ¿Lo esperaba?
–Estoy realmente contento de como estoy corriendo esta temporada. No me esperaba esta victoria aunque sí que la deseaba, me veía bien pero no sé si tanto como para ganar. Había muchos corredores buenos, traté de hacerlo lo mejor posible y me salió.
¿Cómo se vio encima de la bicicleta?
–Me noté muy bien físicamente. El primer día el calor me hizo pasarlo mal, es algo siempre me afecta cuando corro por esta zona. Los dos siguientes días estuve mucho mejor. En la última etapa sentí la presión de llevar el mallot de líder, pero no me entró el nerviosismo. Me alegré mucho por la victoria, sobre todo porque se premiaba el trabajo de mis compañeros.
Para el que no le conoce, ¿cómo definiría su estilo en la bici? ¿Dónde se siente más cómodo?
–Hasta ahora me he sentido más cómodo en los puertos, soy escalador, aunque también disfruto de las contrarelojes –fue segundo en el campeonato de España contrareloj en la categoría junior, solo por detrás de la actual sensación del ciclismo, Juan Ayuso– y del ciclocross –ganó el campeonato nacional júnior–.
Sus compañeros en la selección, Ayuso y García Pierna, ya han dado el salto a profesional con apenas 19 años, ¿se ve siguiendo sus pasos o prefiere ser paciente?
–Me gustaría dar ese salto, pero me lo tomo con tranquilidad, esperaré a que llegue el momento. Dar ese paso significa correr mejores carreras y competir contra mejores rivales, lo que lleva a mejorar individualmente y crecer como corredor.
¿Qué le recomienda su padre?
- Mi padre no se ha mojado en eso (se rie), me dice que vea cómo termino la temporada y tome la decisión yo mismo. Confía en mí, aunque seguro que me ayudará en el momento de decidir.
¿Qué siente al correr para el filial de un equipo profesional como el Kern Pharma?
- Ilusiona ver que ex-corredores del equipo han llegado a ser grandes profesionales –Beloki, tres veces en el podío del tour, y Carapaz, ganador del Giro– y me motiva alcanzar su nivel.
¿Se conforma con una carrera como la de su padre o aspira a más?
–Ojalá pueda tener una carrera tan larga como la suya, pero somos diferentes y el tiempo dirá si puedo llegar a su nivel.
¿A qué ha tenido que renunciar para llegar joven a un nivel tan alto?
–Cuando mis amigos se lo estaban pasando bien por la noche, yo me tenía que quedar en casa. Pero ni me duele ni me cuesta quedarme sin salir, disfruto entrenando.
¿También ha tenido que llevar a rajatabla lo que comía?
–Me gusta cuidar la alimentación y trato de comer limpio, pero no me obsesiono. Si algún fin de semana me voy con los amigos no me importa salir de esa línea.
¿Compagina el entrenamiento con los estudios?
–Acabo de terminar el primer curso del Grado Superior de Mantenimiento y lo he llevado bien hasta ahora. Aprovecho las clases para no estar estudiando mucho tiempo después del entrenamiento. Se me da mejor la bicicleta que los libros (se rie), a veces se me atraganta un poco el estudio, pero lo saco todo bien.
¿En qué ciclista del pelotón se fija?
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