Rodeado de su gente, de su familia, de sus compañeros de equipo y de otras personalidades, entre las que destacaban José Ángel Iribar y Koldo Asua, de quien Iker Muniain se despidió con un sentido abrazo tras firmarle un ejemplar de su libro, el capitán del Athletic presentó en la tarde de ayer martes su biografía, titulada Iker Muniain, un balón, un escudo, una vida, escrita por Patxi Xabier Fernández, conocido como Jabotxa, y publicada por Panenka.
El acto se desarrolló en un escenario señalado como es San Mamés, el campo que ha visto crecer al ahora capitán del Athletic desde su inauguración en septiembre de 2013, pues sus primeras patadas como león las dio en la vieja Catedral. "No había un escenario mejor para presentar este libro que San Mamés. Si una vez dije que estar en el césped era como estar en el jardín, estar aquí es como estar en el salón de mi casa", admitió el gran protagonista de la tarde.
Muniain abre su corazón en un libro en el que no deja ninguna cuestión de lado, tal y como recalcaron su autor y el propio futbolista. "Hemos conseguido el objetivo de que el libro tuviese una esencia pura mía por la forma en la que está contado. En algunos momentos escondo una pizca de timidez que siempre me ha acompañado. En ocasiones soy reservado, me guardo las cosas para mí. Pero de esta forma hemos conseguido excavar dentro de mí, contar experiencias y vivencias que he tenido y he podido sentir de una forma muy segura, dándole autenticidad, que era lo que buscábamos", expuso este último.
Tener un libro sobre su vida es algo que el navarro nunca había imagino. "Estoy sorprendido", aseguró. "Nunca pensé que contar tu historia podía ser un acto tan especial e importante. Ahora que he trabajado en ello me doy cuenta de la importancia y lo conmovedor que es contar la historia y ponerla a disposición de la gente para que te conozca mejor".
En este sentido, apuntó que hacer un repaso de sus vivencias y experiencias "ha sido maravilloso". "Poder hacer un viaje al pasado y recordar un montón de cosas ha sido una maravilla. El libro es fruto de muchas hora de charlas con Jabotxa. Nos hemos abrazado, nos hemos enfadado, hemos reído y llorado juntos en este camino. Es un orgullo haberlo realizado contigo", le agradeció Muniain.
Un Iker que ha madurado con el paso de los años. Aquel chaval que llegó con doce años a Lezama, que debutó con el primer equipo a los dieciséis y que ahora, a las puertas de los 29, es padre de dos hijos, ha querido romper con el pasado. "Cuando llegué al vestuario me apodaron Bart Simpson. Eso ha desaparecido con el paso del tiempo. Ya no me siento identificado con ese apodo, aunque siempre he sido un poco rebelde. He querido hacer mi camino, no me ha gustado seguir inercias o caminos que estaban pisados por otros".
elizegi, elogios y pulla a la real
En el acto también habló el presidente del Athletic, un Aitor Elizegi que elogió al futbolista. "En las victorias, Iker es un tío divertido que sabe sacarnos a todos una sonrisa o abrir una botella de champán, pero es admirable en los momentos jodidos, donde nos ha enseñado porqué lleva ese brazalete y ese escudo". Le recordó una promesa que les hizo a sus compañeros de equipo –"has prometido hacerles campeones, espero que cumplas con esa palabra"– y aprovechó para lanzar una pullita a la Real Sociedad en respuesta a las declaraciones lanzadas por Jokin Aperribay, su homólogo en el conjunto txuri-urdin, días atrás. Tras recordar el honroso gesto del capitán con Alex Remiro tras el fallo de este en el derbi de Anoeta y después de aguantar estoicamente en la celebración del título copero de la Real en La Cartuja, Elizegi no se mordió la lengua: "Hace poco, en un córner caían botellas de agua y algún mechero. Nos diste una lección y eché de menos que algún rival se acercara a ese fondo".