14 temporadas, 521 partidos y 73 goles son las cifras del capitán del Athletic. Iker Muniain (Iruñea, 1992) pasea con orgullo la ikurriña de su brazalete por los campos de Primera, Segunda o lo que toque, como queriendo devolver a la entidad vizcaina todo lo que esta le dio. “Es todo un honor ser el capitán del Athletic, un club que está celebrando su 125 aniversario. Es algo de lo que estoy muy orgulloso y por eso espero seguir siéndolo muchos años más”, dice sin titubear. Y lo dice, además, erigido ya como una de las leyendas del club. Subido al podio de los jugadores con más partidos en sus piernas, tan solo superado por los inalcanzables 615 encuentros de José Ángel Iribar y los 541 duelos que disputó el recién fallecido Txetxu Rojo. Solo por estos números, Muniain ya es grande. Un ejemplo de lealtad y compromiso. Pero es que echar un ojo a su historial -dos Supercopas, un subcampeonato de la Europa League y cuatro subcampeonatos de Copa- también basta para saber que el capitán será recordado como uno de los más grandes. Sin embargo, Muniain es ambicioso y quiere más. Quiere ganar otro título con el Athletic. Y cuanto antes mejor. Por ello, el capitán sonríe al hablar de esta edición de la Copa: “La ilusión vuelve a ser la Copa, tenemos ganas de jugar ya contra Osasuna y de hacerlo bien porque a dos partidos ellos nos pueden poner las cosas difíciles. Pero este equipo tiene algo especial con esta competición, así que esperamos que este año podamos dar alguna alegría a la afición”.
Y es que Muniain ha vuelto a disfrutar sobre el campo. Algo que le costó hacer esta temporada y que, por ello, quedó relegado al banquillo de Ernesto Valverde. Porque tras un inicio de campaña bueno, acorde al juego exhibido por el colectivo, el delantero navarro perdió protagonismo y su sitio en el once. Con todo, la mala racha de resultados que vivió el Athletic en este inicio de año hizo que Txingurri se replanteara las cosas y volviera a contar con la vieja guardia. Y ahí estuvo Muniain para aceptar el reto y devolver a los leones a la senda de la victoria. “Ahora me encuentro muy bien y agradezco la confianza del míster. Todos queremos jugar y por eso antes también entrenaba y trabajaba para estar listo cuando se me necesitara”, explica Muniain. Ahora, con tres titularidad seguidas, el de la Txantrea se congratula de la capacidad del equipo para darle la vuelta a la mala dinámica, con dos victorias consecutivas tras la racha de 2 puntos de 15 posibles. “Europa sigue siendo el objetivo. Es cierto que la victoria ante el Cádiz nos alivió a todos en el vestuario, pero hay que seguir en esta línea porque los de arriba no suelen perder”, concluye.
Segunda o tercera juventud
Sin embargo, a pesar de todo lo antes contado, DEIA premia a Iker Muniain como Jugador del Partido de la temporada pasada, la 2021-22. Esa en la que el capitán fue el ojito derecho de Marcelino García Toral. Supo reinventarse para alinearse, a la perfección además, en el ideario futbolístico del técnico asturiano. Asumió los galones que el cuerpo técnico quiso darle y agradeció la libertad de movimientos que se le otorgó. A cambio, ofreció buen juego, asistencias y goles. Se convirtió en el futbolista más destacado de cada partido. En una versión que recordó al mejor Muniain, pero más maduro y asentado, que ilusionó a San Mamés y que le convirtió en un referente tanto dentro como fuera del campo. La temporada pasada, el delantero fue el capitán soñado. Y ahora quiere volver a serlo.