Donostia – Osasuna tiene ante sí un nuevo objetivo, lograr la primera victoria del curso a domicilio tras ver cortada su imbatibilidad en casa el pasado sábado, algo que pasa por visitar a la Real Sociedad este domingo en Anoeta (21.00 horas).
Con la derrota ante el Betis todavía coleando, los jugadores de Vicente Moreno se han calzado las botas para iniciar su camino hacia tierras guipuzcoanas. El idilio delante de su afición vio su fin con el 1-2 encajado frente a los verdiblancos con el que se detuvo una racha de un empate y cuatro victorias en El Sadar.
Con un día de descanso, el equipo volvió ayer a Tajonar para preparar la próxima jornada. El curso pasado, Osasuna se plantó en Anoeta para volver a ganar en el estadio txuri-urdin por primera vez desde 2005. La Real, inmersa en los octavos de final de la Liga de Campeones, no pudo sobreponerse al tanto de córner del croata Ante Budimir.
Este último precedente impulsa a un equipo que cuenta con dos jugadores en disposición de volver a la convocatoria. Iker Muñoz y Kike Barja podrían entrar para, llegado el caso, tener minutos después de diferentes procesos de recuperación de lesión. La Copa del Rey espera el miércoles, momento propicio para ir entrando en competición.
El buen ambiente se dejó ver sobre el campo 2 de las instalaciones rojillas en una mañana soleada en la que la competitividad fue protagonista en una sesión intensa con Jorge Herrando por separado, debido a un proceso vírico que no le impedirá estar el domingo.
Viajarán 650 rojillos
Osasuna se verá acompañado por 645 socios que acudirán al partido desde Pamplona, que han adquirido las entradas enviadas por la Real. Más de 350 se han quedado sin entrada, una muestra de su fidelidad.