LA semana que separa las dos jornadas de la Bandera de La Concha se vive de una manera especial. Son días diferentes, de mariposas en el estomago y mezcla de nervios e ilusión. Entrenamientos en los que se mezcla la responsabilidad por tratar de mejorar todo lo posible, con las ganas de que llegue lo antes posible el domingo. Todos estos sentimientos se magnifican cuando la victoria está en juego y en Santurtzi se encuentran en ese escenario. Los remeros de la Sotera sienten que están ante su gran oportunidad, hace mucho que el club santurtziarra no estaba tan cerca de la bandera en el segundo domingo y eso se nota en la cuadrilla preparada por Iker Zabala y en el pueblo. Los aficionados se acercan a observar al entrenamiento y a comprar camisetas para animar a su embarcación. Mientras, entre los remeros la moral es alta y están convencidos de que remontar los menos de dos segundos que les separan de Hondarribia es posible.
Polideportivo