Imanol Álvarez ya es, con cuatro, el técnico con más títulos de liga en la historia del Bera Bera, los logrados en 2014, 2020, 2021 y 2022. Valora las victorias, encaja con deportividad las derrotas y quiere crecer, sobre todo en Europa
donostia – Tercer título seguido de liga, y con una sola derrota en tres años. Se dice pronto.
–Es el triunfo de la constancia, del esfuerzo. Es un trabajo que empiezas a finales de julio y que en este caso lo culminamos el 8 de mayo, pese a ganar con tres jornadas de antelación. Hay momentos buenos y malos y es la recompensa al trabajo bien hecho.
La regularidad y la competitividad son un sello de este equipo.
–Ganar la liga parece mucho más sencillo de lo que es en realidad. Cada jornada se puede perder. Hay que valorar cada victoria, solo perder un partido habla muy bien de este grupo de jugadoras. Sabemos que es nuestro sello, le damos importancia a cada partido. El club también hace un esfuerzo por tener una plantilla completa por si hay lesiones y malos momentos.
Ocho títulos en diez años supone un ciclo de claro dominio por parte del Bera Bera.
–Sí, se cumple una década del primer título con Reyes (Karrere), y durante estos diez años hemos ganado siempre al menos un título al año. Ha habido incluso tripletes. No será nada fácil repetirlo en la próxima década, pero lo importante es que el club continúa creciendo en todos los aspectos, tratando de mejorar, dentro un balonmano que viene de una época mala y poco a poco va para arriba. Lo importante es seguir dando pasos y creciendo como club. Esa constancia es la que da los éxitos.
Han sido tan fuertes en liga que precisamente por eso da más pena la decepción de la Copa.
–Da pena porque era en casa, por el esfuerzo que hizo el club para que saliera tan bien, la ilusión de los voluntarios, del equipo... intentas ganar por el equipo y por toda la gente, viendo también cómo estaba Illunbe fue una pena. Son cosas que pueden pasar, esa derrota hace que valoremos todo lo que ganamos. Pasamos una semana bastante jodida, costó que la gente saliera adelante, pero a la hora de competir en Gijón el equipo estuvo muy bien.
Dijo que no le iba a dar muchas vueltas a la derrota en Copa contra el Guardés. ¿Lo ha cumplido?
–Yo, personalmente, no le he dado muchas vueltas. Con los años aprendes a ganar y a perder, todo te lo tomas en su justa medida. No puedes lamentarte mucho intentando buscar mil explicaciones. Es un partido de balonmano y tienes enfrente un rival. En este caso contra el Guardés no estuvimos bien en el lanzamiento, por acierto también de su portera, y ellas estuvieron muy bien. Puedes perder. Lo vamos a ver en vídeo, intentar hablarlo con las jugadoras, saber que puede pasar. Es más fácil jugar sabiendo que se puede perder, y no pensar que porque eres el Bera Bera tienes que ganar siempre.
Los partidos a cara o cruz están costando últimamente.
–Hay un dato evidente, y es que de los últimos cinco partidos de Copa que hemos jugado, hemos perdido tres. Es un dato que puede pasar, pero que choca. Es un exceso quizás de responsabilidad, de pensar que no puedes perder. Cuanto antes entendamos que esto puede pasar, más cerca estaremos de ganar. No puedes pensar que porque la Copa sea en Donostia tienes que llegar a la final, había ese poso de que seguro que llegábamos, y yo creo que no es así.
En un club que ha ganado 21 títulos en 15 años, ¿solo vale ganar?
–No tenemos esa presión ni yo ni las jugadoras ni el club, pero es cierto que llevamos tres años sin llegar a la final de Copa cuando llevábamos ocho seguidas. No pasa nada por tener esa exigencia, es sana siempre y cuando sepas que puedes perder. Es importante saber jugar con eso, que haya ese equilibrio.
¿Cuál es su balance de la participación en Europa?
–No hemos conseguido lo que queríamos, que era entrar en la fase de grupos, pero competimos bien. París era un buen equipo, que está arriba en la liga francesa, y le superamos. Contra el Valcea no lo pudimos hacer, fueron superiores pero no estuvimos tan lejos, un mal segundo tiempo allí después de un primero muy bueno lo complicó. Fue una pena. Cada año es más difícil, pero la mejora de la liga española nos hará competir más fuerte en Europa. No es fácil pasar esas fases, la potencia económica en otras ligas es grande, pero tenemos que intentarlo. Estar en esa fase de grupos de la Liga Europea sería dar un paso adelante. Es un reto y un desafío muy bonito.
¿Sus planes de futuro?
–La idea es seguir, no lo hemos firmado ni lo hemos concretado, pero no habrá problema. Estoy muy a gusto, estoy cerca de mi casa, y me ofrecen todo lo que necesito como entrenador y más.
¿Y la selección, donde está como ayudante de Prades?
–En principio la idea también es seguir. He disfrutado mucho, trabajar como segundo entrenador también te enriquece. Hacerlo con José Ignacio es una suerte, ha sido todo un descubrimiento para mí y una oportunidad de vivir el balonmano de alto nivel. Mientras él quiera, yo intentaré ayudar.
Ha dicho en alguna ocasión que de cara a la temporada que viene quiere contar con una plantilla algo más corta.
–Va a ser así. Será una plantilla de quince jugadoras, para así intentar también que las jóvenes tengan un poco más de reconocimiento y posibilidades de jugar. Pienso que ese es el camino. Pueden entrenar contigo, pero si no juegan el crecimiento les va a costar más.
El único cambio por ahora, al menos de forma oficial, es la salida de Eli Cesáreo. ¿Habrá muchos movimientos?
–La plantilla está cerrada al cien por cien. Es un equipo que me gusta, había pedido que fuera un poco más corto. Va a ser un equipo completo, hay clubes que se han reforzado bien de cara a la próxima temporada, pero vamos a seguir con un bloque fuerte en el que la mayoría de jugadoras siguen. Estoy contento con lo que tendremos. l