El Xota vuelve a asomar la cabeza hacia mitad de tabla después de lograr dos victorias seguidas ante Inter (2-4) y Santa Coloma (2-0). La dura derrota del sábado en Córdoba (3-1) –los cordobeses recibieron dos penaltis en el último minuto– negó a los navarros la oportunidad de dejar atrás a uno de los colistas y escaparse, pero los seis puntos logrados en las dos anteriores jornadas les mantienen a cuatro puntos del descenso. El equipo de Imanol Arregui se ha visto muy cerca de los puestos de peligro y ahora está saliendo de ahí (12º) a base de un sólido juego colectivo y una buena defensa, lo que les ha convertido en el cuarto equipo que menos goles ha encajado (60). Una virtud que compensa la falta de gol, puesto que son el conjunto con menos goles a favor (45). Una debilidad que, sin embargo, podrá remendarse al disponer de toda la plantilla, cosa de la que aún no había podido disfrutar el técnico debido a las lesiones. Satisfechos con el buen juego que han desarrollado durante la temporada a pesar de que la tabla no lo reflejara, los navarros encaran ahora dos partidos contra rivales directos en la parte baja de la tabla (Ribera Navarra y Levante). Unos partidos que el técnico considera “duros”. (La entrevista se realizó antes del partido del sábado en Córdoba)
¿Cómo está el equipo después de las dos victorias seguidas?
–Estamos contentos y más tranquilos, pero hay que seguir porque quedan muchos puntos. Por lo menos ya estamos todos y se nota. Se entrena con más intensidad, más calidad, y en los partidos me da más armas para poder variar o alternar. Tiene narices que en la jornada 20 juguemos el primer partido todo el equipo. No ha habido ninguna lesión gorda, pero Asier estuvo seis o siete partidos, Toni cinco partidos, Jhonatan tres, Palote (Roberto Martil) dos, Juninho uno, Carlos cinco... Vas perdiendo jugadores y se nota porque no tiene nada que ver la manera de entrenar. Pero bueno, estoy contento porque el equipo está bien y hemos jugado bien durante toda la temporada.
¿Tienen algo de culpa los fichajes de invierno de haber conseguido esas victorias?
–Dorde (Rosic) vino cuando todavía nos faltaba gente y en el primer partido nos dio cosas, que no es fácil. La barrera del idioma con él es muy importante, pero lo suple porque es muy listo y coge las cosas muy fácil. Casi siempre solo hay que corregirle las cosas una vez. Nos vamos entendiendo poco a poco y la verdad es que el chaval ya nos ha dado cosas. A medida que vaya entendiendo más el idioma y se vaya adaptando a nuestro juego, nos va a dar mucho más porque es un jugador que tiene un potencial grande.
¿Ha evolucionado en su adaptación desde que lo presentaron?
–Sí. Va poco a poco entendiendo y adaptándose al juego. No es fácil venir a este equipo en diciembre y, mucho menos, si no entiendes el idioma. El chaval poco a poco va progresando, está a gusto, está cómodo y creo que la manera de jugar que tenemos le va francamente bien. Se le ve mucho más suelto en la pista.
¿Se comunican en inglés?
–Sí, sabe inglés. Pero bueno, al final el idioma más universal es la pizarra. Coges la pizarra, le marcas quién es él con una flechita y le vas indicando lo que quieres que haga o lo que no. Él es muy listo, va viendo lo que hacen los demás y yo le voy corrigiendo. Prácticamente nunca tiene problemas para entenderlo. Evidentemente, las correcciones cuando hablas en la pista cuestan más y tienes que esperar a que acabe la tarea para decirle lo que quieres.
¿Qué le está saliendo bien al equipo y qué punto débil tiene?
–Sin ir más lejos, el partido de la victoria contra el Santa Coloma fue calcado al que jugamos allá, y en ese perdimos 3-2. Esto es deporte y a veces el jugar bien no te garantiza que vayas a ganar. En Santa Coloma hicimos un buen partido y puede que tuviéramos más ocasiones que el otro día, pero perdimos. Lo que tenemos que tener claro es que no tenemos a nadie que vaya a meter 30 goles porque eso vale pasta y nosotros no podemos tener jugadores de ese perfil. Todos tenemos que aportar en esa faceta. Evidentemente no nos convienen los partidos a resultado largo, aunque es un poco contraproducente porque nuestra forma de jugar es muy abierta y siempre vamos a por el partido. Eso nos exige que defensivamente tengamos que estar muy bien. Si nos meten 4 o 5 goles, es muy difícil que saquemos algún punto. El otro día el equipo defendió muy bien, como prácticamente toda la temporada. Nuestra fuerza tiene que estar en encajar pocos goles y generar muchas ocasiones porque nos cuesta bastante anotar. Hemos estado jugando bien, aunque la tabla dice otra cosa. Sabíamos desde el principio que iba a ser un año duro, al que además se le han sumado las lesiones que no te dejan tener continuidad.
¿Cómo se trabaja esa falta de gol?
–Eso va con cada jugador. Se entrena todo pero el gol se paga. Puedes hacer que alguien mejore de cara a puerta, pero por muy buen entrenador que seas, no vas a hacer que un tío pase de meter tres goles por temporada a 25. Es muy difícil y por eso la gente que marca diferencias en la parte de arriba vale tanto dinero. Hay que intentar entrenarlo y mejorarlo, pero eso se lleva. El que tiene gol, tiene gol. Lo que nos preocupa es hacer ocasiones, cuantas más mejor. Si a los demás equipos les hacen falta cinco para meter una, nosotros tenemos que hacer quince. No tenemos ningún goleador, pero tenemos gente que puede hacer más goles de los que lleva. No creo que seamos un equipo de dos goles por partido, pero se han juntado muchas cosas. Hemos tenido en muchas fases de la temporada a jugadores disputando 30 minutos, que eso no puede ser, porque cuando llegas a puerta no tienes la misma claridad que sin tener tantos minutos acumulados en las piernas. También, si vas con más puntos y más holgado en la tabla, la claridad de ideas delante del portero no es la misma. Son aspectos intangibles para la gente, pero en el día a día lo ves.
Esa escasa anotación la suplen con una buena defensa. ¿Se consideran un equipo rocoso?
–El equipo tiene muy buena actitud defensiva y ellos se sienten cómodos con nuestra manera de defender. Nuestro marcaje es individual, pero siempre hay plan B y plan C para suplir esos errores individuales con los mecanismos colectivos. Los jugadores tienen buena actitud y han ido mejorando en aspectos defensivos. Ahora mismo somos un equipo al que es difícil hacer daño en defensa. Es Primera División y es difícil mantener la portería a cero, pero el equipo está en una media de goles en contra muy buena (2,8 goles por partido).
También ayuda contar con un buen portero como es Asier.
–Sí, siempre he dicho que para mí es de los mejores porteros de Primera División. Ahora mismo es un baluarte para nosotros, es un jugador absolutamente clave que nos da muchísimo. Es un portero con experiencia y una calidad contrastada. Saca cosas que parecen fáciles, pero no lo son. Al fin y al cabo es un buen portero de Primera División, porque un buen guardameta de esta categoría tiene que sacar lo que tiene que sacar y, aparte, dos o tres goles por partido. Él lo hace y, cuando lo hace, todavía somos más fuertes. Para nosotros es muy importante tener un portero de ese nivel porque, en fútbol sala, la portería es un factor clave para un equipo.
Los próximos partidos son contra equipos que están por debajo. No sé si se pueden considerar buenas o malas noticias...
–Son partidos muy duros porque ellos también se están jugando la vida. Nosotros tampoco estamos fuera de peligro porque quedan muchos partidos y muchos puntos por jugar. Estos partidos pueden ser más decisivos para los otros equipos que para nosotros, pero son de una importancia capital. El poder ganar a los rivales directos te permite tener un margen de tranquilidad y un comodín por si tienes un mal partido.
¿Cómo definiría a sus dos próximos rivales, Ribera Navarra y Levante?
–El Levante es una historia parecida al Córdoba. Es una plantilla para pelear por Copa y play off, en mi opinión. Se han encontrado en esa situación anómala para ellos y es difícil salir de ahí. Pero bueno, es un equipo que en cualquier momento puede dar un chispazo y ganar varios partidos seguidos. Es un conjunto con gente con experiencia y calidad de sobra para salir de ahí. El Aspil es un poco la misma historia que nosotros. Están jugando bien, pero esto es Primera División, hay plantillas muy fuertes y hay que estar muy bien cada partido para ganar. Estuvieron en la pelea con el Antequera en la Copa hasta el final y ahora llevan una mala racha, pero estoy seguro de que no van a bajar. Se van a salvar porque en su pista son muy fuertes.
¿Qué balance hace de estos dos tercios de temporada?
–Sabíamos que iba a ser un año duro en cuanto a resultados, pero yo siempre quiero más. Creo que el equipo ha jugado bien en tres cuartas partes de los partidos, aunque tenemos un déficit claro que es la falta de jugadores que marquen diferencias de cara a puerta. Ese es el único “pero” que tengo: que no tenemos ningún goleador. Sin embargo, creo que todos los jugadores deberían llevar más goles de los que llevan. Pero bueno, eso está supeditado a los minutos que juegas, a la intensidad de esos minutos y otras cosas que no nos han ido a favor. En líneas generales, creo que es una buena temporada. Si logramos mantenernos, habremos logrado el objetivo un año más y creo que el equipo va ganando madurez. Iniciamos un cambio de ciclo muy jodido hace tres temporadas y los jugadores van creciendo y haciéndose más sólidos. Ojalá que consigamos mantenernos y estoy seguro de que la temporada que viene los jugadores tendrán un año más de experiencia. Siempre va a ser difícil en Primera División, pero el año que viene el equipo será más solvente.