Para una vez que habla de los árbitros tratando de ser comedido después del nuevo atropello que había sufrido con Gil Manzano, Imanol Alguacil podría ser sancionado con más de un partido de sanción por declarar por sus declaraciones al final del encuentro. El técnico manifestó que el árbitro tenía ganas de pitar la expulsión y el penalti: "A ver, parto de la base que nosotros también nos equivocamos y de hecho esta tarjeta viene de un error nuestro, pero para mí para nada es una tarjeta roja y el penalti tampoco lo es, para nada. Para mí esas faltitas no son penaltis. Todos nos equivocamos y nosotros tenemos que asumir lo nuestro, el árbitro es el que más difícil lo tiene y si lo ha pitado lo habrá visto claro, aunque creo que lo podía haber revisado, era evitable y teniendo el VAR además. Había muchas ganas de pitarlo, igual que el penalti".
La cuestión no es baladí, porque a Gayá le cayeron cuatro partidos de sanción por unas palabras similares tras un partido Valencia-Osasuna: "Tras el encuentro disputado en Mestalla, el capitán del Valencia realizó unas declaraciones a los medios oficiales del club en las que se quejaba de un penalti no pitado en la primera parte y cuya transcripción es la siguiente, tal y como aparecen en la resolución de Competición: "Es la tónica [...] que llevamos esta temporada, le tienen que avisar del penalti clarísimo, como nos está pasando este año, que el árbitro lo ha visto y [...] no ha querido pitarlo. Lucharemos ante todo [...]. El árbitro al descanso nosotros le venimos a decir porque habíamos visto la acción y sabíamos que era penalti y nos dice que si la hubiera pitado, que desde el VAR lo hubieran quitado, porque no hay ningún contacto y te lo tienes que tragar como pasa siempre, porque si le dices algo como he dicho yo al final del partido te saca la amarilla sin haberle dicho nada, como te he dicho es lo que hay y aquí hacen lo que quieren".
Sanción a Gayá
El Comité de Competición decidió castigar al capitán valencianista con cuatro partidos de suspensión y 602 euros de multa por considerar sus palabras "como atentatorias a la integridad del colectivo arbitral, al cuestionar su imparcialidad".
El Organismo aplicó el artículo 100 bis del Código Disciplinario de la RFEF pero en su tipificación mínima -tanto de partidos como de multa económica- por entender que no se expresaban en un lenguaje insultante o malsonante, pero sí con intencionalidad de poner en duda la imparcialidad del árbitro.
El citado artículo 100 es el siguiente: Conductas contrarias al buen orden deportivo. "Incurrirán en suspensión de cuatro a diez partidos o multa en cuantía de 602 a 3.006 euros aquéllos cuya conducta sea contraria al buen orden deportivo cuando se califique como grave". En ese artículo 100 bs del Código Disciplinario se recogen castigos de entre cuatro y 12 partidos y multas de entre 601 y 3005 euros por mensajes de desaprobación realizados con 'lenguaje ofensivo o malsonante' contra la actuación arbitral. La norma es la siguiente: "La realización por parte de cualquier persona sujeta a disciplina deportiva de declaraciones a través de cualquier medio mediante las que se cuestione la honradez e imparcialidad de cualquier miembro del colectivo arbitral o de los órganos de la RFEF; así como las declaraciones que supongan una desaprobación de la actividad de cualquier miembro de los colectivos mencionados cuando se efectúen con menosprecio o cuando se emplee un lenguaje ofensivo, insultante, humillante o malsonante, serán sancionados".
¿Denuncia del Comité?
Para que Imanol sea sancionado le tiene que denunciar el Comité Arbitral. Luego, se le abriría un expediente que puede durar meses y luego ya le sancionan o no.
Hay otro precedente esta vez de entrenador en el caso de Fran Escribá, al que le cayeron otros cuatro partidos por cargar duramente contra el colegiado Muñiz Ruiz con motivo de una acción en la que consideró que Pedraza, jugador del Villarreal, debía de haber sido expulsado, cosa que no sucedió: "El árbitro sabe perfectamente que es un error. Cualquiera puede equivocarse, pero eso es mala fe. Nadie tiene dudas de que si no tiene amarilla, le hubiese amonestado. La prueba es que le cambian; cualquier otra lectura es una mentira".
Por lo tanto, si finalmente dan el paso para sanción a Imanol y consideran que atenta a la integridad del colectivo arbitral, su castigo será de cuatro partidos.
De todas maneras sería un escándalo mayúsculo viendo lo que está sucediendo últimamente en la Liga con las repetidas quejas del club más laureado de su historia…