La complicidad entre aficionados el Athletic y Rayo Vallecano vivió el pasado domingo un nuevo episodio. Hasta Vallecas se desplazaron numerosos aficionados rojiblancos y entre ellos se encontraba una mujer de mediana edad dependiente con diversidad funcional y su acompañante. Este grupo desconocía completamente que la entrada ha de ser individual y que la persona encargada de los cuidados tiene que adquirir también su pase. Cuando el personal del club madrileño y los empleados de seguridad del estadio les prohibieron la entrada, numerosos aficionados locales quisieron inmediatamente ceder su abono para la acompañante aunque sin éxito, porque la única puerta de acceso válida era la cinco y ninguno de esos socios tenía su localidad en esa zona.
Yoli "La Vallekana"
Cuando faltaban pocos minutos para comenzar el duelo, Yolanda Benítez, socia del Rayo Vallecano, acudió como de costumbre a la puerta cinco para acceder a su localidad y se encontró "a una señora llorando desconsolada y abrazando a la chica que estaba en silla de ruedas". "Creo que es algo que hubiera hecho cualquier persona con un poco de empatía y corazón, era una situación muy triste", ha valorado Yoli La Vallekana, apodo por el que se conoce a esta peñista del equipo de la franja.
"Nerviosa", la abonada del Rayo se dirigió hasta donde ellas para interesarse por la situación y allí le comentó su acompañante que solo disponían de la entrada "para la persona con diversidad funcional" y que en todo momento pensaban que dentro de esa entrada estaba incluido el acceso de la acompañante. "Desconozco como funcionan este tipo de entradas - ha admitido Benítez - pero sería muy fuerte que no se permitiera el acceso con esa entrada al acompañante de una persona con una movilidad tan reducida".
Cesión de su abono
"En todo momento le intenté calmar, estaba muy nerviosa y llorando constantemente sin soltar a la chica de la silla de ruedas y les aseguré que iban a entrar y además lo iban a hacer con mi abono. Les acompañé a la puerta, les di mi carnet y entraron a ver el partido al campo", ha relatado la aficionada local protagonista de este gesto. Este hecho no es un acto puntual. Según nuestra entrevistada, al estar su asiento cerca de la zona acotada para personas con movilidad reducida, este tipo de situaciones ya se han producido en otras jornadas. La pasada temporada, en similar contexto, informaron a Benítez de que "dos personas se quedaban fuera del partido" y, de nuevo sin ningún ápice de duda, les cedió su localidad y la de su acompañante y se fueron a ver el partido al bar de la peña a la que pertenecen.
"En esta ocasión eran del Athletic, pero lo hubiera hecho igual si llegan a ser del Valencia o de cualquier equipo, se me caía el alma al suelo viéndoles tanto a mi como a otras personas, pero no podían cedérselo por no ser la misma puerta. La única gente que intentaba ayudar eran aficionados del Rayo, nadie más, ni gente del club ni nada, que quede claro", ha apuntado la socia del Rayo Vallecano que tiene además un deseo de cara al duelo en San Mamés de la próxima temporada: Reencontrarse con ellas celebrando de manera conjunta el centenario del Rayo Vallecano, hacerlo en primera división y en San Mamés.