Las encuestas no es que les den mal resultado en Euskadi, pero tampoco es para echar cohetes…
—Es una buena posición la que nos dan porque crecemos en los tres territorios. Yo creo que se constata la recuperación de un espacio de manera importante y eso marca una tendencia clara. Nosotros tenemos que seguir avanzando para seguir confirmando esa tendencia en estas elecciones y en futuros comicios.
¿A quién creen que le tomarán voto prestado?
—Yo creo que vamos a recuperar la confianza de muchísima gente que votó en el pasado al Partido Popular y había dejado de hacerlo. Por lo que vemos en la calle, también vamos a recibir voto de gente que votó en otras elecciones al PNV y que están defraudados con los acuerdos con Sánchez y no quieren que siga Sánchez. Y también hay gente que votó al Partido Socialista y que se nos ha acercado para decir que votará Partido Popular porque están muy decepcionados con los acuerdos de Sánchez con Podemos y con Bildu.
Más allá del resultado en Euskadi, ustedes están convencidos de la victoria en España. ¿Será con mayoría suficiente?
—Estoy convencido de que Feijóo va a tener un respaldo mayoritario, que va a conseguir una victoria clara, y que vamos a sumar una mayoría suficiente. Creo que la gente está cansada de los bloques y de los bloqueos, y también creo que en este momento hay muchísima gente que, sin ser del PP, puede apoyar al PP para que el gobierno no dependa de los extremos.
Dicen que esperan no necesitar a Vox, pero si el precedente es lo que estamos viendo en comunidades autónomas y ayuntamientos, lo cierto es que están juntos en un buen número de gobiernos...
—En algunas comunidades hemos tenido que incorporar a Vox al gobierno, pero eso no significa que vayamos a movernos un ápice del objetivo de tratar de gobernar para todos, de tratar de gobernar con moderación y pensando en la mayoría. En todo caso, vamos a tener muy claras cuáles son las líneas rojas, cuáles son los principios y valores que vamos a defender y, además, yo creo que podemos demostrar que tenemos esa vocación y ese convencimiento de que necesitamos gobiernos centrados, moderados, que no den pábulo en ningún caso a los radicales ni a los extremos.
Ya, pues se diría que Vox ha escogido a los perfiles más radicales para puestos importantes en los gobiernos que comparten con ustedes.
—Bueno, Vox ha crecido gracias a las políticas de Sánchez y sus acuerdos con Podemos, Bildu y los independentistas catalanes, pero eso se está deshinchando. En donde gobierna el PP, si hacemos un análisis, vemos que bajan. Por ejemplo, en Castilla y León, la primera experiencia de gobierno nuestro con ellos, Vox está a punto desaparecer. En Galicia no existen, en Andalucía han bajado mucho, lo mismo que en Madrid. Los gobiernos del PP desinflan los extremos.
Pero el caso es que están conformando varios gobiernos con ellos y que las primeras decisiones políticas implican retrocesos.
—Hombre, los gobiernos se están formando. Todavía no se ha puesto en marcha ninguna política. En ese sentido, yo creo que se ha cerrado muy bien determinados ámbitos para que no se puedan modificar y no se dé ni un paso atrás. Yo creo que lo hemos dejado muy claro. El compromiso de Feijóo es público en materia de igualdad, en la lucha contra la violencia machista, contra la violencia de género, en la defensa de los derechos de las personas LGTBI... No hay ningún riesgo porque el Partido Popular tiene claro que no va a dar ni un paso atrás en materia de derechos y libertades. Yo soy una persona homosexual, y no tengo ningún temor porque el Partido Popular tiene las cosas muy claras en ese sentido.
Pues escuchando algunos discursos de Vox, socio del PP en muchos lugares, se le tienen que llevar los demonios...
—Si, desde luego, tonterías se escuchan por todas partes, pero realmente quien va a liderar los gobiernos es el Partido Popular y nosotros estamos trabajando para que el gobierno de España sea un gobierno del Partido Popular. Ese es un gobierno, el que quiere Feijóo, que va a ser un gobierno abierto, dispuesto a hablar y acordar con otras fuerzas políticas para terminar con esa política de bloques que yo creo que solo conlleva el enfrentamiento. Hay que pasar página y abrir una etapa en la que apartemos los enfrentamientos, las divisiones, y tratemos de buscar el entendimiento con otras fuerzas políticas.
¿Es defendible proponer que se deje gobernar a la lista más votada después de que ustedes gobiernen en Extremadura sin serlo o de haber dado el gobierno de Canarias a Coalición Canaria, cuando ganó el PSOE?
—Obviamente, es coherente proponerlo. Feijóo ya dijo que si ese acuerdo se firma, sirve para todos. Lo que no puede ser es que solo valga cuando gana el Partido Socialista. Lo lógico y lo que a Feijóo y a nosotros nos gustaría es que ese acuerdo se firme entre los grandes partidos, pero que sirva para todos y que empecemos a funcionar de esa manera.
¿Cómo ve a Feijóo en la recta final de la campaña? Últimamente parece que está teniendo algunos problemas, y está apareciendo casi como mentiroso...
—Lo dice por la anécdota del otro día en la entrevista matinal... Bueno, pues seguramente cometió una equivocación. Pero, vamos, el fundamento de la cuestión no cambia. El Partido Popular subió siempre las pensiones, pero es verdad que en algún momento no lo hizo de acuerdo con el IPC porque el agujero que dejaron los socialistas llevó este país prácticamente a la quiebra. Pero bueno, es una equivocación que no tiene más recorrido por mucho que la izquierda haya querido hacer un mundo de ello.
¿Qué le parece que se haya usado en campaña el lema ‘Que te vote Txapote’ y que lo hayan defendido miembros de su partido como Rafael Hernando?
—Es un lema que ha surgido de manera espontánea, que ha surgido del pueblo y que ha tenido eco, pues porque la gente está indignada por los acuerdos de Sánchez con Bildu. Indignada con que Bildu haya tenido esa capacidad de decisión a la hora de elaborar leyes fundamentales en nuestro país. Y yo, desde luego, no lo he usado pero que entiendo que responde a un clamor de indignación. No creo que vaya mucho más allá, pero, efectivamente, cuando ves en Pamplona a estos jóvenes, a una plaza de toros, a la calle entera en muchas ciudades de España, coreando eso, pues efectivamente ves que ha sido una cosa que responde claramente a un clima de indignación.
¿Un gobierno de Feijóo sería un gobierno recentralizador? ¿Se seguiría avanzando en las transferencias pendientes?
—Pues yo, sinceramente, por lo que le he escuchado a Feijóo, por el compromiso claro que tiene con el autonomismo, con el Concierto Económico, creo no será un gobierno recentralizador. Hemos tenido oportunidad de hablarlo con él. Su compromiso es claro de respeto también al propio autogobierno y al desarrollo del autogobierno, porque él cree en el estado autonómico. Lo ha demostrado en los discursos que ha hecho aquí, defendiendo el bilingüismo, y mostrando ese respeto que tiene por la cultura propia, la vasca, la catalana o la gallega... Su compromiso autonomista es claro y creo que puede recibir el apoyo de muchísimos vascos que saben que a Euskadi le va mejor con un gobierno del Partido Popular.
¿Contemplan la posibilidad de que, si al PSOE no le salen las cuentas, propicie con su abstención un gobierno del PP para evitar que dependan de Vox?
—Pues la verdad es que no lo creo. Sánchez lleva toda la campaña diciendo que no, el PNV lleva toda la campaña diciendo que va a apoyar a Sánchez... Con lo cual, nosotros lo que tenemos que hacer es llamar a todos esos vascos que quieren un cambio y a todos aquellos que votaron al Partido Socialista pero que no están de acuerdo con las políticas de Sánchez y los pactos de Sánchez con Podemos y con Bildu, a que confíen en nosotros. Euskadi no se puede permitir cuatro años más de sanchismo. l
Sin temor. Si finalmente es elegido senador, Iñaki Oyarzábal y su partido tendrán que decidir si compatibiliza el escaño en la Cámara Alta con su condición de apoderado en Juntas Generales de Araba. A la espera, el presidente del PP alavés da por hecha una amplia victoria de Núñez Feijóo el domingo y, como señalamos en el titular principal, dice no temer que un gobierno conjunto con Vox sea una amenaza para las libertades. “Soy una persona homosexual y no tengo ningún temor a eso”, afirma.