Iñaki Zubizarreta, víctima de bullying: "No fue por la estatura, me hicieron acoso porque me eligieron"

La realidad que tenemos enfrente es aplastante. Si nos fijamos en las estadísticas, los casos de acoso escolar, ciberbullying, tentativas de suicidio, suicidios han aumentado un 300% después de la pandemia. Por lo tanto, la dimensión del problema es tremenda. Hoy es el día internacional contra el acoso escolar que desgraciadamente sufren miles de niños y niñas en sus colegios y fuera de ellos. En Onda Vasca hemos tenido la suerte de escuchar un testimonio que refleja la crueldad de pasar por algo así pero también que se puede superar y que la lucha debe ser incansable para que esta lacra deje de existir. 

Él es Iñaki Zubizarreta y  puedes conocer su historia y su trabajo pinchando aquí. 

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21:08

Hablamos con Iñaki Zubizarreta, víctima de bullying y luchador incansable contra el acoso escolar

Hoy es el día internacional contra la violencia y el acoso en la escuela incluido el ciberacoso. Cada vez hay más conciencia social pero también aumentan los casos. Hoy conocemos de primera mano cómo…

¿Por qué a mí? Probablemente esta pregunta se la hayan hecho más de una y dos veces los niños y niñas que han sufrido o sufren acoso escolar. Y lo cierto es que no hay una razón concreta. Puede ser por la raza, el sexo, la orientación, la estatura y un largo ecétera porque en realidad, no hay razones. Es lo que con el tiempo descubrió Iñaki Zubizarreta que comenzó a sufrir acoso escolar con tan solo 11 años cuando medía 1,82. Una altura que le llevó a ser jugador profesional de baloncesto. 

"Con los años he visto que no es por la estatura. Soy un caso más. La gente visualiza que me lo hacen por la estatura porque con 15 años pasaba de 2 metros. Te lo pueden hacer por cualquier cosa, son excusas. Realmente te hacen acoso escolar porque te eligen", afirma tajante.

Iñaki era un chico muy alto que con 11 años medía 1,82 y con 15 años superaba los dos metros. Alto sí, único por eso evidentemente no. "Yo me he encontrado dentro de la carrera deportiva profesional de 15 temporadas con gente que es bastante más grande que yo que no han tenido ningún problema", señala. Así que años después, asegura que sufrió bullying porque sus acosadores así lo decidieron. 

Soportó humillaciones constantes, golpes y palizas que le dejaron incluso en coma. Sólo dos personas de todo el centro le defendieron en aquellos años mientras su profesora le aisló del resto de sus compañeros y le humilló delante de ellos. 

Afortunadamente hoy puede hablar de ello desde la superación y con su ejemplo intenta ayudar a los demás. "He tenido la suerte de encontrarme gente especial por el camino a la hora de que mi historia sirva para dar claves y ayudar a la gente", reconoce. 

Los acosadores

No hay un solo tipo de acoso y tampoco de acosador. De ahí que Iñaki subraye la importancia de ver lo que se esconde detrás de cada uno de ellos. "En un porcentaje muy alto esos acosadores son víctimas de sus propios mayores", destaca y recuerda que son muchos los profesores que tienen que "rescatar" a sus alumnos de la realidad que tienen con sus padres. Habla de realidades "durísimas" con chicos y chicas que no han sabido gestionarlo. "Esa rabia interna la pagan contra el que eligen", afirma. De ahí que pida no "machacar" al acosador sin saber primero la realidad que tiene detrás. 

En su caso, Iñaki reconoce haber perdonado a sus acosadores a pesar de lo que ha sufrido. "El odio no te lleva a ningún buen camino. Ese tiempo ya fue. Te queda una profunda decepción ante quienes pudieron hacer algo no hicieron nada", reconoce pero no puedes cargar con eso. "Si tienes alguien en tu pasado que te ha tratado mal y solamente con su recuerdo y mención te rompe es una persona que controla tu vida. No sólo eso sino que nosotros no soltamos la mochila", añade. 

"Desde la rabia, el rencor y el odio te pierdes muchas cosas sin tener algo que te sume. Cada día hay que sumar, cada día es un regalo. Tampoco quiero esas personas en mi vida, ni ser amigos pero su tiempo ya fue. Les deseo todo lo mejor", afirma. 

La ley del silencio

Sin embargo, pensar que sólo los que acosan son responsables es un error. Hablamos de quienes ven y no hacen nada, de quienes miran para otro lado y sin saberlo están convirtiéndose en cómplices. Y es que la primera victoria de un acosador, afirma Iñaki, es el silencio. "Los acosadores independientemente de la edad hay dos herramientas que usan muy bien. El miedo y la mentira. El miedo porque te dicen que van a ir a por ti y la mentira que es que te conviertes en chivato si lo dices", explica.

Nos pone un ejemplo. "Visualiza que en clase de tu hijo hay un compañero al que se lo está haciendo pasar fatal y el chaval desesperado se suicida. Tu hijo no ha dicho nada de lo que ha estado pasando. La pregunta es: ¿qué responsabilidad tiene tu hijo respecto al suicidio de su compañero?", pregunta. "Tiene la misma responsabilidad que los que lo hacen", responde.

Es quizás uno de los aspectos del bullying en el que más hay que trabajar. El papel del entorno, el que ve, escucha y sabe pero no hace nada. "Te hacen creer que eres un chivato cuando eres cómplice", advierte. Y ojo, porque, en su opinión, la responsabilidad va más allá de esos otros alumnos que han callado por miedo a ser considerados chivatos y son los padres que no han incidido lo suficiente en la necesidad de denunciar el acoso escolar. "Es un fracaso absoluto", afirma. 

El papel del profesorado

Como todo en la vida, muchas de nuestras vivencias están condicionadas por las personas que nos encontramos por el camino fuera y dentro del colegio. Preguntado por este último ámbito, Iñaki Zubizarreta considera que "no es un problema de profesores sino de personas con responsabilidad en la docencia". Un matiz vital en su opinión. "Hay gente que lo dan todo por sus alumnos, que dejan huella. Yo les llamo maestros. Con este perfil mi mayor respeto y admiración. Pero también nos encontramos otra realidad de gente que mira para otro lado", lamenta. De ahí que subraye la importancia no de que haya protocolos sino de que sean bien utilizados  utilizan. "Si son escudos para los centros y la administración tenemos un problema", matiza. 

Desde la experiencia, Iñaki Zubizarreta pide a esos chicos y chicas que están sufriendo bullying que lo denuncien. "Lo peor que puede hacer es quedarse en el silencio", insiste. De ahí que les pida que informen y comuniquen. "Nuestro trabajo es darle recursos y medios para que puedan actuar. Es un trabajo de equipo, de los chavales y de los mayores", añade. 

A quienes acosan considera que la propia vida les pondrá en su sitio. Pero insiste en que es muy importante saber lo que hay detrás. "Con los chavales te encuentras de todo, quienes están perdidos y se arrepienten y quienes no quieren ver las cosas. Hay veces que son casos perdidos", reconoce.

"Cambiar la ley del menor urge"

Cuando hablamos del bullying solemos centrarnos en las familias, los centros escolares, el papel de la Administración, pero y las leyes. Son muchas las asociaciones que piden una ley estatal contra el acoso escolar. Iñaki Zubizarreta hace hincapié en una ley que ya existe, la ley del menor que, en su opinión. "patina por todos los lados".

"A la hora de fabricar una ley tiene que ser equitativa y justa para todos. Hay dos preguntas que no se responden. Hay que defender al menor. De acuerdo. Está protegido del adulto. Pero, ¿quién protege al menor del menor y al adulto del menor?, se pregunta. Considera que la actual legislación está "obsoleta" ante las herramientas de las que los menores disponen en estos momentos y en un mundo tan digitalizado. "Los chavales disponen de la información como los adultos sin la edad, información y capacidad de asimilar esa información", puntualiza.