ESTA es una historia trenzada con comercios de larga vida que comienza allá donde antaño estuvo Derby Gardeazabal, en Alameda Urkijo, 6 de Bilbao, una tienda de moda masculina que vio sus primeras luces en 1948, primero en el Casco Viejo y más tarde en la dirección que les di y que continúa con el actual inquilino, la tienda del grupo Zwilling. Los cuchillos Zwilling son leyenda. Comenzaron a templarlos en Solingen, ciudad de Renania del Norte, hogar de los mejores fabricantes de espadas, cuchillos y tijeras del mundo. Los maestros cuchilleros se entrenan durante ocho años antes de poner sus manos en los cuchillos de esta firma. Es el paraíso del corte.
Llevaban un tiempo de rodaje y ayer fue el día elegido por la casa alemana para la inauguración del local. Lo hicieron de la mano del director general de Zwilling Iberia y Portugal, Miquel Garriga, quien explicaba como la dureza y la resistencia son las dos cualidades necesarias para la forja de un cuchillo legendario. Lo consiguen con el uso de un acero inoxidable que han perfeccionado con una aleación propia. Explicó cómo hace tres décadas, presentes ya en 100 países de Europa, Asia y América (en Nueva York desde 1831, por ejemplo...) ampliaron sus horizontes hacia todo el menaje de la cocina (ollas, sartenes, utensilios para la cocción, pequeños electrodomésticos y la cocina al vacío entre otro aparataje...) que hoy ofrecen en Bilbao. Desde 2008 mantienen alianzas con dos firmas, Demayere y Staub, expertas en la tecnológica cocina por inducción y la emocional cocina de hierro, esa que invoca al ¡chop, chop! de la cocina lenta y sabrosa.
Dureza y resistencia, les decía. Son los requisitos para una larga vida. A ellos les invocan para lograr eso mismo en el comercio de Bilbao. Amenizado por el jazz que brotaba de una trompeta en directo y alimentados por un cóctel cocinado allí mismo que abrochó una jornada de puertas abiertas, por la tienda se movieron Bruno Gimeno, Joseba Casanueva, Maite Garasa, Daniel Czirai, Adrian Nicolae, Víctor Ugarte y Nick Macgrath, que han trabajado en una tienda que cuenta con más de 200 metros cuadrados de exposición; Ruben Arbide, en la puerta repartiendo sonrisas y bienvenidas, Javier Martínez, Carlos Aranguren, Eva Anía, de Comunicación gastronómica Gourmet Bilbao; Oihana Oribe, emisaria de Bilbao Food Safari; Xabier Sánchez, Yuka Nishiwaki, experta en shodo o caligrafía japonesa; Laura Ordoño, Edgar Jiménez, José Luis Bengoetxea, Maite Agirre, José Ramón Odriozola y un buen puñado de hombres y mujeres que a lo largo del del día pasaron por la tienda como se pasa por un museo: con los ojos abiertos por la curiosidad y la admiración.