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Bizkaia

Incertidumbre e ilusión en la vuelta de Santo Tomás

Incertidumbre e ilusión en la vuelta de Santo Tomás
Incertidumbre e ilusión en la vuelta de Santo Tomás

El próximo 21 de diciembre Bilbao volverá a vivir su tradicional feria de Santo Tomás. A la espera de que el Ayuntamiento de Bilbao y BBK indiquen cómo será la organización de esta y dónde se celebrará, Bilbao ya la espera ansiosa. Después de no haber podido comer en la antesala de las pasadas navidades el mítico talo con chorizo con una sidra frente a la iglesia de San Nicolás, los vizcainos están deseando celebrar la tradicional fiesta. Quienes también lo están deseando son los baserritarras que acuden al evento cada diciembre para comercializar sus productos y que el año pasado vieron frustrado su negocio por el coronavirus.

La vuelta de esta multitudinaria feria es, indudablemente, un claro indicativo de que la nueva normalidad está más cerca que nunca. Sin embargo, la feria supone, sobre todo para los más de 151 baserritarras que normalmente congrega esta festividad, una bocanada de aire fresco. Volver a retomar su actividad significa recuperar su sustento de vida.

Muchos productores locales venden sus productos mayoritariamente en ferias como esta y, cuando con la pandemia se cancelaron, los baserritarras dejaron de recibir la mayor parte de su sustento.

Para conocer cómo ha recibido el sector primario la noticia de la vuelta de Santo Tomás, DEIA ha hablado con algunos baserritarras que son habituales a la multitudinaria feria que se celebra en Bilbao. A pesar de que las ganas de volver a vender en Santo Tomás son evidentes, la incertidumbre de cómo se organizará este año el evento también está presente en la mente de los baserritarras. Begoña Lumbreras, productora agrícola, asegura que el sector tiene muchas ganas de volver a las ferias pero que "las cosas no pueden hacerse a la ligera" y apunta que a los productores les "interesa que se hagan, pero que se hagan bien".

Aitor Aurrekoetxea, por su parte, ve en Santo Tomás una oportunidad de que el talo vuelva a tener salida, ya que en estos momentos la venta de este producto "está un poco parado". En la misma linea que Aitor, Joana Lara ve en esta feria la ocasión perfecta para vender sus caracoles, un producto navideño que en Santo Tomás "tiene mucha salida".

Ángel Fernández, por su parte, es un pastor vasco que considera que la vuelta de esta feria es la oportunidad perfecta para volver a estar presentes para la sociedad.

"Es una de las mejores ferias por toda la gente que mueve "

El puesto de talos de Aitor Aurrekoetxea recuperará con Santo Tomás su actividad

Aitor Aurrekoetxea, junto a sus burros en su baserri de Lezama. Foto: Juan Lazkano

Cientos de puestos de verduras, frutas y productos artesanales repartidos por la Plaza Nueva y el Paseo del Arenal han estado durante años formando parte de esta tradicional fiesta que vuelve este año tras el parón por el covid. El talo con chorizo es, junto con la sidra, una de las señas más identificativas del mercado tradicional de Santo Tomás.

Aurrekoetxea llevaba 21 años acudiendo a la feria con su puesto de talo con chorizo, Talotoki, cuando el covid le hizo frenar su actividad. Ser baserritarra en el siglo XXI era un sueño y lo consiguió. Tiene granjas en Lezama, Arrieta, Mungia y en el monte Jata. Cría a cerdos de variedad autóctona Euskal Txerri a base de maíz y pienso natural. De ellos sale el chorizo y la harina para el talo sale del cereal del maizal propio que prensa en un molino de piedra de 1843.

Esa es su ilusión y de ella vive. El covid se lo quitó y ahora la celebración de Santo Tomas le devuelve la oportunidad de seguir haciendo de su sueño su sustento. "Imagínate que a cualquiera le hubieran quitado el sueldo durante 18 meses y que además de eso tuviera ganado que alimentar", cuenta.

Asegura que las pérdidas que han padecido a raíz de la situación y el parón de la venta en ferias por el coronavirus "no son solo económicas, también emocionales".

La vuelta de Santo Tomás es señal de que empezamos a vivir una nueva normalidad y Aitor explica que esta feria "supone una de las mejores ferias del año para nosotros, sobre todo, por la multitud de gente que mueve". Es, además, con la feria que va a retomar Talotoki su actividad porque según cuenta "el tema de los talos está muy parado".

Aitor se muestra ilusionado con la vuelta de Santo Tomás y confiesa que tiene ganas de saber en qué condiciones se hará. "Depende de cómo se organice la feria nosotros nos tendremos que adaptar a lo que haya", aclara.

Santo Tomás supone una oportunidad para volver a las ferias y este baserritarra del siglo XXI espera que sigan saliendo más para poder retomar la venta del talo con chorizo por los mercados vascos.

"Las pérdidas con el covid no han sido solamente económicas, también emocionales"

Aitor Aurrekoetxea

Baserritarra

"El 21 de diciembre la gente volverá a saber que existimos"

Ángel Fernández está deseando "volver a funcionar" vendiendo quesos artesanales

Ángel Fernández sostiene su queso artesanal junto a su rebaño. Foto: Borja Guerrero

La vuelta de Santo Tomás es, indudablemente, indicativo de que la nueva normalidad está más cerca que nunca. Muchos productores locales venden sus productos mayoritariamente en ferias como esta y cuando llegó la pandemia y se cancelaron los baserritarras dejaron de recibir la mayor parte de su sustento.

Es el caso de Ángel Fernández, un pastor vasco que comercializa quesos de oveja de Karrantza artesanos. Es heredero de una tradición que se remonta más de 4.000 años y que con la pandemia tuvo que parar. Ahora, con Santo Tomás, podrá empezar a recuperar la tradición de vender su Queso Amalur en las ferias.

Lleva un año y medio sin poder comercializar su producto artesano en ninguna feria, siendo el Gazta Eguna de Turtzioz la primera a la que va a acudir.

Cuenta que la experiencia que ha vivido durante este año y medio de pandemia "ha sido criminal". "He tenido a las ovejas produciendo menos y al final, en vez de elaborar queso, he tenido que hacer leche. Di con un chico de Cantabria que no encontraba leche allí porque los lobos han acabado con los pastores", cuenta.

Sin embargo, detalla que la venta de la leche "no da para mucho". "De esta manera sacaba para el pienso de las ovejas, nada más", explica.

Asegura que "económicamente ha sido un parón terrible" y prefiere no dedicar mucho tiempo a pensar en lo que ha pasado con el coronavirus. Confiesa que "lo importante es pensar poco lo que ha pasado y seguir trabajando".

"Hay que esperar a que mejore la situación y que lleguen oportunidades como las de Santo Tomás", cuenta. Fernández asegura que la vuelta de ferias como esta supone un "impulso" para todos los baserritarras que son habituales en las ferias típicas y artesanales. "La vuelta de eventos como el de Santo Tomas dan mucha alegría porque en cierta manera puedes decir 'vuelvo a funcionar otra vez", señala el pastor.

"El 21 de diciembre la gente volverá a saber que existimos", apunta.

"Durante la pandemia solo vendía leche que me daba para el pienso de las ovejas"

Ángel Fernández

Pastor vasco

"Las ferias de diciembre son especialmente importantes"

Joana Lara celebra la vuelta de Santo Tomás donde podrá vender sus caracoles

Joana Lara, junto a sus caracoles en Gure Lurreko Merkatua. Foto: Jose Mari Martínez

Santo Tomás es la antesala de las navidades, por lo que los productos navideños triunfan. Cientos de vizcainos bajan a El Arenal para poder encontrar productos artesanos, ecológicos y locales.

Con las festividades navideñas por delante, los productos invernales son unos de los que más salida encuentran entre los asistentes. Ejemplo de ello son los caracoles que Joana Lara ha llevado a la feria cada año.

Es licenciada en Bellas Artes y es experta en este alimento y los comercializa bajo el nombre Caracoles Gorbea. Este año está deseando volver a Santo Tomás para venderlos. Es una habitual a la feria y en la última edición de Santo Tomás fue galardonada con el Premio de Mujer Baserritarra que otorgó BBK con el fin de poner en valor la labor femenina en el sector primario.

"Esta feria, junto con la de Gernika, es una de las ferias más importantes a las que voy", asegura Joana. Que su producto sea un plato estrella en las cenas y comidas navideñas es una pieza clave para que Santo Tomás sea, de alguna manera, especial.

"Mi producto está muy enfocado a las navidades por lo que los mercados de octubre, noviembre y diciembre, sobre todo este último, son claves para mí", explica. "Además en Santo Tomás la gente baja a Bilbao a hacer compras navideñas y la gente está ya de vacaciones por lo que el flujo de clientes es muy grande", añade.

Como la gran mayoría de baserritarras, Joana ha estado un año y medio sin acudir a ferias y cuenta que "ha sido muy duro". "Sin ferias no hay los mismos clientes. Ha habido quien se ha puesto en contacto conmigo a través de BBK azoka on line pero muchos otros no han podido acceder al producto y me he quedado sin venderlo", relata.

Joana se ha sentido "un poco abandonada" durante este año y medio. Explica que considera que "las ferias podrían haberse hecho controlando aforos y el uso de mascarilla ya que son al aire libre". Sin embargo, agradece que Gure Lurreko Merkatua bajo los tinglados de El Arenal se haya mantenido.

"Sin ferias hay muchos clientes que no pueden acceder al producto y te quedas sin vender"

Joana Lara

Productora de caracoles

"Estamos ilusionados pero queremos saber cómo será"

Begoña Lumbreras está deseando saber cómo venderá sus verduras en Santo Tomas este año

Durante los meses más duros de la pandemia el sector primario sufrió mucho al ver paralizadas todas las ferias. Begoña Lumbreras tiene una producción agrícola en el Baserri Momotio en Berango y asegura que durante estos meses ha "sufrido mucho" ya que "todas las ferias se han visto paralizadas". Sin embargo, confiesa que no ha sido de las trabajadoras del sector primario más afectadas ya que, sus productos de una manera u otra tienen salida en fruterías o en algún supermercado. "Voy salvando la situación poco a poco, como puedo".

Lumbreras se acuerda de todos los compañeros del sector y dice que "los que realmente han tenido que sufrir son aquellos que se dedican al talo, por ejemplo, o aquellos que sus productos dependen exclusivamente de las ferias que se realicen".

En lo que a la vuelta de Santo Tomás respecta, esta baserritarra asegura que "es muy buena noticia que se retomen los mercados", aunque a su entusiasmo por volver a reencontrarse con otros productores en las ferias se le unen las dudas. "¿Cómo se va a organizar? ¿La gente irá por libre o habrá aforos? ¿Se va a controlar el flujo de gente de alguna manera?", se pregunta. "Son cosas que hay que pensar muy detenidamente", apunta.

"Hemos pasado una época muy mala y por supuesto que queremos la vuelta de las ferias pero no se pueden hacer las cosas a la ligera, todo tiene que estar muy bien organizado y pensado", destaca. "En muchas ocasiones Santo Tomás se convierte, a medida que pasa el día, en un desmadre y eso hay que tenerlo muy controlado si vamos a celebrar este mercado", explica.

"Las ferias son muy bonitas y como productores interesa que se hagan pero que se hagan bien. La cabeza va a una velocidad tremenda pensando en estas cosas", señala.

Asegura que "si la organización está bien definida, en cuento se conozca cómo va a ser, muchos productores se van a animar. La gente está deseando ir y que se empiecen a abrir puertas. Estamos ilusionados pero queremos saber cómo va a ser".

"Por supuesto que queremos que las ferias vuelvan pero todo tiene que estar bien pensado y organizado"

Begoña Lumbreras

Productora agrícola

2021-10-18T10:08:03+02:00
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