El Tour de Francia desplegará este sábado todos sus encantos con su salida desde Bilbao, tras meses de trabajo desde el punto de vista de la seguridad para poner en marcha un dispositivo sólido y a la altura de las circunstancias, pero con la incertidumbre del seguimiento que pueda tener entre los ertzainas una llamada al boicot, a cogerse la baja médica a modo de protesta. Según las fuentes consultadas por este periódico en el Departamento de Josu Erkoreka, los efectivos implicados en el operativo se han ido presentando a las reuniones, como la preparatoria de esta tarde. Pero la hora de la verdad llegará este sábado en torno a las 8.00 horas, cuando se constituyen las mesas de crisis. En algunos ámbitos se han contabilizado bajas en un número que, por ahora, no resulta indicativo de nada, si bien en toda protesta se suele apurar hasta el último momento para restar margen de reacción.
El comienzo de la competición ciclista, que será un escaparate para Euskadi en el mundo, llega tras una infructuosa y fugaz negociación donde el Gobierno vasco puso sobre la mesa 18 millones de euros en mejoras para los agentes (incluidos pluses de 100 euros por trabajar en festivos navideños), pero los sindicatos ErNE, ESAN, Euspel y Sipe se levantaron de la reunión a los pocos minutos. Teniendo en cuenta la presión que ejerce el colectivo Ertzainas en lucha y la utilización de la consigna sin acuerdo regulador no hay Tour, se ha especulado con un aluvión de bajas, aunque el Gobierno vasco no lo contempla y algunos portavoces de ese colectivo han matizado públicamente la interpretación de su lema. Según fuentes de Seguridad, esta tarde se han presentado los efectivos en sus respectivos turnos, tuvo lugar también un briefing en Erandio con las unidades de tráfico y los 54 motoristas que custodian la serpiente del Tour, y se están cubriendo bien las necesidades. Hasta ahí. “Mañana, veremos”, se limitaban a decir, en alusión al arranque de este sábado.
"Condiciones laborales y de salud"
Los turnos comenzarán a las 6.00 de la mañana, y las mesas de crisis, a las 8.00. El Departamento no se espera que los ertzainas, que deben velar por el cumplimiento de la ley, recurran al atajo de las bajas médicas falsas para realizar una huelga que de otra forma no podrían materializar. Además, aseguran que en esos días especiales se cobran pluses que pueden ser tentadores para mantenerse en el puesto de trabajo. Por ahora, lo único que hay sobre la mesa es un comunicado de ErNE, ESAN, Euspel y Sipe que critica el “desprecio del Departamento de Seguridad por las condiciones laborales y de salud de sus trabajadores”, los “continuos” llamamientos a trabajar en días de descanso, o la posibilidad de tener que cuidar de los alumnos de Arkaute en prácticas que se vayan a movilizar. “La responsabilidad de lo que pueda suceder en el Tour será única y exclusivamente de un Gobierno vasco incapaz de escuchar a sus trabajadores”, dejan caer.
El Ejecutivo confía en que, si hay bajas, sean minoritarias, y se opte por una protesta más visual como ocurrió el jueves en la presentación de los equipos. No hay constancia a través de la Ertzaintza o de Osakidetza de bajas masivas. Mientras tanto, el portavoz del Gobierno, Bingen Zupiria, dijo en Euskadi Irratia que siguen los contactos, pero dejó en duda qué puede hacer Lakua si los sindicatos no vuelven a la mesa.
Aplicar la ley
El vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, aseguró en el Parlamento a preguntas del PP y Vox que tiene la “máxima confianza” en el dispositivo “de primera categoría”, diseñado por un “sólido equipo de profesionales de la Ertzaintza, junto con la Gendarmerie y la Policía Nacional francesa, así como las polícías locales de los municipios por los que discurre la carrera”. Preguntó a Vox si piensa en la posibilidad de que agentes de la autoridad, cuya misión es aplicar la ley, promuevan “una gestión fraudulenta de las bajas laborales”, una posibilidad que él no se quiere “ni plantear”.
El dispositivo en cifras: 54 motoristas, de 1.500 a 1.700 agentes al día...
El dispositivo del Tour, “sin precedentes”, va a movilizar a 54 motoristas de la Ertzaintza, en coordinación con los motoristas de la Garde Républicaine; entre 1.500 y 1.700 ertzainas al día; agentes de protección ciudadana de las 21 comisarías, efectivos de la Unidad de Vigilancia y Rescate, la de Explosivos y Canina, y la de Tráfico, la brigada móvil e inteligencia, entre otros, así como 500 estudiantes de Arkaute. Erkoreka se ha acercado a la reunión de coordinación, donde también ha estado la directora y el jefe de la Ertzaintza, Victoria Landa y Josu Bujanda.